Robles pide un informe al Estado Mayor para ver por qué se ha vacunado el Jemad

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha solicitado un informe al Estado Mayor de la Defensa para confirmar que tanto su jefe, el general Miguel Ángel Villarroya, como otros altos cargos del mismo departamento se han puesto la primera dosis de la vacuna contra el covid. Robles ha reclamado que se dé a conocer en qué contexto se la han puesto y qué protocolo han seguido con el fin de determinar si la actuación de los altos mandos ha sido o no correcta. Así lo han explicado desde el departamento dirigido por Robles tras conocer que un grupo de máximos representantes del Estado Mayor ha recibido la vacuna.

Desde el Estado Mayor, por su parte, explican que el procedimiento de vacunación para la población civil es diferente que el que existe en el ámbito militar. Aseguran que al Ministerio de Defensa el Gobierno le ha dado un cupo determinado de dosis que se reparten siguiendo un criterio específico. En primer lugar, cuentan, se vacuna el personal sanitario castrense, algo que también ocurre en la jurisdicción civil. En segundo término, se inocula al personal que se prepara para irse a operaciones concretas. Por último, la vacuna se inyecta a los miembros de las fuerzas armadas en función de lo que marca la cadena de mando.

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En este contexto, uno de los criterios que impera a la hora de determinar por quién se empieza el proceso de inmunización en el marco de un mismo empleo es la edad. Es lógico, por este motivo, que los generales sean los primeros en recibir la vacuna, explican desde el Estado Mayor de la Defensa. Entre estos altos cargos, por lo tanto, se encuentra el general Villarroya, conocido como el Jemad, Jefe del Estado Mayor de la Defensa, y otros mandos que cumplen estos condicionantes.

En el marco de estos criterios, explican las mismas fuentes del Estado Mayor, de hecho, Defensa ya ha vacunado con el material enviado por Pfizar BionNtech a todos los componentes de los contingentes que se disponen a salir al extranjero a llevar a cabo diferentes operaciones. Entre ellas, continúan, las que llevarán a cabo el buque anfibio Castilla y el cazaminas Tajo, que tienen previsto abandonar territorio español el próximo mes. El Castilla partirá desde Rota con 200 tripulantes con el fin de incorporarse a la denominada operación Atalanta. El Tajo, por su parte, saldrá con 60 marinos desde Cartagena para unirse a una misión de la OTAN.

Además de estos miembros de las Fuerzas Armadas, en los próximos días serán vacunados también quienes se incorporen a misiones que ya están operativas en el Líbano, en Irak o en Letonia, donde España mantiene diferentes contingentes desplegados. En este último lugar, de hecho, ha habido un reciente brote de covid que ha provocado el aislamiento temporal de decenas de soldados españoles. Junto a ellos también se encuentran en los primeros puestos de los criterios de inmunización los militares que pertenecen al personal sanitario, que, como en el civil, conforma uno de los grupos prioritarios. En total, este equipo lo conforman más de 400 personas.