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Un robot submarino, una escollera y un boquete de 10 metros: así encalló el Turia
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EL AGUA ALCANZÓ DENTRO LOS 1,8 METROS

Un robot submarino, una escollera y un boquete de 10 metros: así encalló el Turia

El cazaminas que iba a rescatar el cadáver del piloto sigue encallado, al no ver un lecho de rocas. Continúa varado frente a la costa de La Manga. Tiene un agujero en el casco de "proa a popa"

Foto: Buceadores inspeccionan el casco del cazaminas Turia y extraen su combustible. (EFE)
Buceadores inspeccionan el casco del cazaminas Turia y extraen su combustible. (EFE)

El cazaminas Turia sigue encallado y varado frente a la costa de La Manga, en Murcia. Según ha podido saber El Confidencial, el boquete que se ha abierto en el casco de fibra de vidrio del buque es de unos 10 metros, producido cuando el comandante del barco acercó imprudentemente la nave a lo que vecinos de la zona definen como una escollera artificial, construida hace unos 30 años y que hoy está sumergida. De momento, se trabaja para evaluar los daños del Turia, que se mantuvo estable gracias al contrapeso que hizo el buque de Salvamento Marítimo Mestelero. El objetivo es rescatar el cazaminas, lo que se antoja "complicado".

Así encalló el Turia

El Turia estaba participando en las labores de rescate del cadáver del comandante del Ejército del Aire Francisco Marín Núñez, que el lunes por la mañana se estrelló cerca de la costa cuando pilotaba un caza C-101. Marín, de 42 años y precisamente natural de Murcia, era un experimentado piloto con 3.300 horas de vuelo que actualmente formaba parte de la Patrulla Acrobática Águila, del Ejército del Aire. Aún se investiga si el piloto pudo eyectarse en el último momento, sin tiempo suficiente para que se desplegara el paracaídas. De momento, no se han encontrado la cabina del avión ni el cuerpo del comandante.

placeholder El cazaminas Turia, encallado en la costa de La Manga del Mar Menor. (EFE)
El cazaminas Turia, encallado en la costa de La Manga del Mar Menor. (EFE)

El mismo lunes por la noche, la Armada desplegó al Turia, que empezó a trabajar en la zona. Por la noche, el buque sumergió bajo las aguas el 'Pluto Plus', un robot de 320 kilos de peso con una autonomía de hasta seis horas y que puede bajar unos 400 metros. El robot había tomado imágenes de alta resolución de lo que parecía podía ser una parte importante del avión accidentado. Fue ya el martes por la mañana, cuando el Turia quería recuperar el robot submarino, "cuando el barco perdió estabilidad y quedó encallado frente a la playa en un lecho rocoso", según explicaron en un primer momento desde la Armada.

No hay datos fiables sobre el origen de ese lecho rocoso, frente a la playa del Banco del Tabal. Algunos vecinos de la zona señalan que se trata de una escollera artificial construida hace 30 años, que hoy está sumergida bajo el agua. Fuentes de la Armada han explicado a El Confidencial que marineros de la zona la conocen como 'barra romana', es decir, "lo que parece ser un dique romano sumergido bajo las aguas". Aunque no hay evidencias históricas de que esa larga línea de rocas tenga ese supuesto origen romano. Historiadores como el arqueólogo Javier García del Toro han publicado que lo que hoy se conoce como La Manga no existía hace 2.000 años, sino que había una enorme apertura natural de cinco kilómetros por donde fondearon naves cartaginesas y romanas.

placeholder Zona del accidente del Turia. En el lecho marino, se aprecia la hilera de rocas.
Zona del accidente del Turia. En el lecho marino, se aprecia la hilera de rocas.

Independientemente del origen del lecho rocoso, el Turia chocó con él. "Está claro que el comandante entró en aguas no conocidas", explican fuentes de la Armada. Las rocas rajaron parte del casco, construido con fibra de vidrio, e inundaron tres compartimentos de la nave. El boquete es de unos 10 metros, señalan las mismas fuentes. "La altura de inundación llegó a los 1,8 metros. Hubo cierto riesgo, por eso se ordenó varar el buque y que toda la tripulación que no fuera imprescindible lo abandonara". "La brecha va de proa a popa".

Uno de los compartimentos afectados por la vía de agua fue la sentina (una zona de la sala de máquinas que recoge líquidos y aceites). Afortunadamente, el daño no llegó a la zona donde se almacena el combustible, con cerca de 30 toneladas. Parte de la tripulación pudo ser evacuada gracias a que en las inmediaciones se encontraban tres zódiacs del Centro de Buceo de la Armada (CBA), que también estaban participando en los trabajos de búsqueda del avión, y una embarcación de Salvamento Marítimo, Mestelero. "Ha habido momentos en que el agua ha llegado al techo de los compartimentos afectados y que el buque se daba por perdido".

placeholder El Turia, momentos después de quedar varado. Dos zódiacs navegan a su alrededor.
El Turia, momentos después de quedar varado. Dos zódiacs navegan a su alrededor.

La mejora de las condiciones meteorológicas ha permitido este miércoles que el buque de Salvamento Marítimo que servía para estabilizar el Turia ya no haga falta y que el cazaminas pueda estar solo. Los buzos del CBA siguen realizando inmersiones para analizar con más precisión los daños. Ahora, junto al buque hay una gabarra de la Armada que da apoyo logístico al barco y que está extrayendo el combustible, que no ha sido vertido al mar. Este miércoles ya se habían retirado 15 toneladas. También se han colocado unas fajas exteriores que dan flotabilidad al buque, estabilizan su casco y bombean el agua de su interior. El objetivo es remolcarlo al puerto de Cartagena para su reparación. En la recuperación del Turia trabaja la nave de salvamento Neptuno.

En estos momentos, la Armada mantiene dos operativos en la zona. Uno, el rescate del Turia, que en un primer momento paralizó a los equipos de búsqueda de los restos del avión accidentado y del piloto. Y otro, el rastreo del caza C-101. Los cazaminas Sella y Tambre se han reincorporado ya a las labores de localización y recuperación del avión siniestrado el lunes. De momento, no hay fecha para culminar el rescate del Turia. Más de 200 personas trabajan en los dos operativos.

El cazaminas Turia sigue encallado y varado frente a la costa de La Manga, en Murcia. Según ha podido saber El Confidencial, el boquete que se ha abierto en el casco de fibra de vidrio del buque es de unos 10 metros, producido cuando el comandante del barco acercó imprudentemente la nave a lo que vecinos de la zona definen como una escollera artificial, construida hace unos 30 años y que hoy está sumergida. De momento, se trabaja para evaluar los daños del Turia, que se mantuvo estable gracias al contrapeso que hizo el buque de Salvamento Marítimo Mestelero. El objetivo es rescatar el cazaminas, lo que se antoja "complicado".

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