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La verdadera historia del perro que "será sacrificado por morder a un ladrón rumano"
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NINGUNA INSTITUCIÓN TIENE CONSTANCIA DEL SUCESO

La verdadera historia del perro que "será sacrificado por morder a un ladrón rumano"

La vida de un alano español enfrenta a la sociedad en dos bloques: los cazadores y Vox contra los animalistas y Podemos. Es posible que el perro no exista

Foto: Un ejemplar de Alano Español. (Animals Adda)
Un ejemplar de Alano Español. (Animals Adda)

Sucedió una noche de septiembre del año pasado. Un jornalero rumano, afincado en Huelva, saltó la valla de una finca privada para robar una bicicleta. A su encuentro salió Curro, un perro alano español que poco antes habían adoptado los propietarios para proteger la casa. El rumano amenazó a Curro con una barra de hierro y trató de clavarle una navaja, pero el perro, más ágil, le mordió varias veces, en la mano, el brazo y la pierna. Como consecuencia, el ciudadano rumano perdió varios dedos y sufrió desgarros musculares en el 80% de un brazo y una pierna. Debido a las heridas no pudo huir y quedó atrapado hasta que fue reducido por la Guardia Civil, que le conocía por su nombre y apellidos, ya que atesora más de 70 detenciones en los últimos dos años.

En los últimos días Paco, el dueño de Curro, ha recibido una notificación del juzgado en la que se le obliga a entregar al perro a las autoridades en un plazo de 72 horas para ser sacrificado. En lugar de hacerlo, Paco llamó al criador de Curro, el empresario onubense Agustín Rasco, quien se lo ha llevado a Portugal para evitar el fatal desenlace.

Este relato apareció publicado por primera vez el 20 de diciembre en la publicación Club Caza, especializada en temas cinegéticos. Pronto se convirtió en la pieza más exitosa de la historia de la revista digital. De ahí saltó a otros medios como Caso Aislado, sistemáticamente señalado como promotor de noticias falsas y relacionado ideológicamente con Vox, y a las redes sociales. En los últimos días, miles de personas se han significado en contra del sacrificio de Curro, especialmente las procedentes de círculos relacionados con la caza e ideología conservadora. En Change.org ha recogido casi 20.000 firmas contra el sacrificio del perro e incluso consiguieron que #CurroEstaEnMiCasa fuese 'trending topic' nacional durante varias horas.

El problema es que ni la Guardia Civil, ni la consejería de Justicia de la Junta, ni el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, ni el servicio de emergencias de la provincia, ni la prensa local, ni los partidos animalistas tienen noticia de que este episodio haya sucedido nunca.

"Claro que ha sucedido, lo que pasa es que mi amigo Paco, al que le regalé el perro, y mis abogados no quieren que se sepan más datos hasta que tengamos preparada la apelación", dice Agustín Rasco, el criador, a este periódico. Rasco, de 35 años, se define como un empresario agrónomo que gestiona 44.000 hectáreas de cultivo entre Huelva y Portugal por los que "pago casi 800.000 euros al año por Sociedades", lo que implicaría una cifra de beneficio millonaria. En el Registro Mercantil, Rasco figura al frente de tres sociedades, una creada en 2015 y otras dos en 2017, por las que nunca ha registrado cuentas en el depósito, pese a que está obligado a hacerlo.

La consejería de Justicia sostiene no haber enviado una carta certificada para sacrificar a Curro

"Yo no me dedico a la cría de alanos españoles profesionalmente, sino como 'hobby', porque me gustan la caza y los perros. Le di a Curro a mi amigo porque es especialmente leal y noble, porque nunca ha mordido a nadie, y eso que vivía con dos niños pequeños que le hacían de todo", dice Rasco. "Cuando le llegó la carta de la consejería de Justicia a Paco, recogí al perro, lo puse a mi nombre y lo he sacado del país. No quise quitarle el 'chip' y ponerle otro porque es un delito penal, pero es lo que muchos me aconsejaban hacer". El empresario sostiene también que en la carta certificada de la consejería no se habla de sacrificar a Curro, como ha trascendido, sino de "poner al animal en cuarentena en una perrera municipal".

No obstante, ni en la consejería de Justicia de la Junta de Andalucía ni en el TSJA han oído hablar de este caso más allá de las redes sociales. "La Junta en ningún momento ha enviado esa carta certificada, y nos gustaría aclarar que las ocasiones en las que se ha pedido la reclusión de un animal han sido muy excepcionales, no es un procedimiento común en absoluto", dicen desde Justicia.

Según Rasco, sus abogados le dijeron que si se llevaban al perro nunca lo volvería a ver. "Acepto la sanción que me toque por 'oposición a la justicia', pero no voy a entregar al perro. Incluso los guardias civiles que detuvieron al rumano me reconocieron, en una comida posterior y ya de paisano, que lo que estaba pasando es una completa injusticia", dice Rasco. Sin embargo, a nivel institucional la Guardia Civil de Huelva tiene otro discurso: "No tenemos constancia de que un perro haya amputado varios dedos a un trabajador en la región de Huelva. Se trata de un acontecimiento muy llamativo que alguien recordaría, y no es así", dicen desde la Comandancia de Huelva. También dudan de la existencia de un ciudadano rumano que haya acumulado 70 detenciones en dos años. "No podemos hacer comprobaciones más profundas, porque en ningún momento se nos ha facilitado la localidad o el juzgado que está llevando este caso, pero sospechamos que es un bulo", dicen.

Ningún dato

"Si ofrezco cualquier dato la prensa se echará encima de nosotros. Ten en cuenta que en el pueblo todos conocen al rumano y a Paco. El otro día se cruzaron y le dijo el rumano, riéndose y enseñándole la mano lesionada: "Te va a salir cara la broma", asegura Rasco, que también indica que el temporero ha denunciado a Paco por lesiones. Este periódico ha consultado estos hechos con algunos periodistas de la prensa local de Huelva, que se muestran perplejos ante la información: "Si todo esto está pasando en un pueblo de Huelva y no nos hemos enterado ninguno, o somos muy malos o es mentira... y yo creo que es lo segundo", dice uno de ellos con sorna. Ninguno de los medios de la región ha seguido la historia.

Rasco no solo omite datos personales, sino también cualquier pista que sirva para comprobar la información, aunque sean detalles inocuos como el número de identificación del perro o el nombre de los abogados que están llevando el caso. Ni siquiera accede a mostrar una imagen del animal. Es más, Curro no sale en ninguna de las imágenes que se han utilizado para ilustrar la noticia o de las que se han movido en redes sociales. No hay ninguna prueba de la existencia del animal, ni del dueño, ni del rumano. Cuando se le pregunta abiertamente sobre si todo es una invención suya, Rasco apunta en una dirección: "Lo que ha habido desde el primer día es una campaña de desprestigio del Pacma. Saben que somos aficionados a la caza y con ellos no se puede hablar; si eres cazador, eres un demonio. Sus seguidores me han acosado por las redes sociales, me han dicho de 'hijo de puta' para arriba, pero yo tengo a muchas personas a las que dirigir y no puedo perder el tiempo en contestar al Pacma y a su gente", dice Rasco.

Es verdad que el Pacma dudó desde el primer momento de la historia. "Hicimos nuestras averiguaciones y no encontramos rastro de ninguna de las personas ni de los animales que habla la noticia. No negamos que exista todo esto porque no lo sabemos, pero sí que hay muchos indicios de que sea un bulo, quizá una respuesta al asesinato de Sota en Barcelona", dice Silvia Barquero, presidenta del partido animalista. No es la primera que menciona la conexión con el episodio de Barcelona: también la Guardia Civil lo valora como una posible respuesta sociopolítica, y es también una visión en los círculos de izquierdas.

Es como si la muerte de Sota fuese de izquierdas y la de Curro de derechas.

¿Un bulo de Nochebuena?

Mariluz Congosto, investigadora del departamento de Telemática de la Universidad Carlos III, está convencida de que esta historia es un bulo. Estudió cómo se había propagado la historia de Curro en Twitter y reparó en un detalle interesante: sucedió durante la sobremesa de la comida de Nochebuena, el mismo momento en el que, un año atrás, se viralizó Tabarnia, dirigida a una audiencia semejante. Es un momento importante porque la gente llega a la cena con las impresiones muy recientes y tiende a someterlas a debate delante de toda la familia. Detalla Congosto que los primeros que impulsaron la petición fueron ciudadanos sensibles con los animales, pero que pronto se dividió en dos bloques: los perfiles cercanos a la caza, que propagaban la información, contra el Pacma y algunos perfiles cercanos a Podemos, que trataban de desmentirla.

El discurso de Antonio Zorrilla, presidente de la Agrupación de Defensores de la Raza Canina Alano Español, resume el sentir de buena parte de los cazadores: "Los medios de comunicación solo se fijan en algunos casos, y en otros miran para otro lado, como sucede aquí. Del perro de Barcelona se ha hecho un drama y con este no hacemos caso, porque es de caza. Y los periodistas se fijan en lo que quieren: usted me habla de un presunto ciudadano rumano, y yo le digo que para mí es un delincuente. Y que el perro ha hecho lo que tenía que hacer. Por eso los servicios jurídicos de la asociación ya están avisados para personar a la agrupación a favor del perro en el juicio. Y, si finalmente es mentira, se tomarán las medidas contra quienes han desprestigiado la imagen del alano español". Zorrilla afirma tener constancia de un árbol genealógico que certifica la existencia de Curro, si bien se niega a mostrárselo a este o cualquier otro medio de comunicación. "Daremos datos a comienzos de enero, cuando sepamos algo concreto del juzgado. Esta vez se va a liar, porque somos muchos los que estamos hartos de los animalistas y no queremos callarnos más", continúa Zorrilla.

Vox y el Pacma libran una guerra en las zonas rurales por los toros y la caza

El Pacma, por su parte, ha puesto a un procurador a revisar, tribunal por tribunal, si alguno está llevando el caso en Huelva, pero aún no lo ha encontrado. No quieren dar un paso en falso porque se saben centro de las iras del sector cinegético: "Me han amenazado por redes sociales, incluso han difundido algunos de mis datos personales, me he visto obligada a poner cámaras en casa", dice su presidenta. "Y hay partidos como Vox que se dirigen directamente a nosotros en los mítines de Andalucía, señalándonos para echarnos encima a los cazadores. ¿Por qué este partido ha hecho bandera con los toros y la caza? Porque saben que el voto rural es muy importante y que hay un nicho electoral. Y en ese nicho Pacma capitaliza todo el odio", lamenta Barquero.

"Aunque no lo parezca, no es fácil luchar por los animales. Ahora mismo, mientras la ultraderecha nos usa como diana, muchos de nuestros seguidores nos exigen que hagamos algo por Curro, para que no lo sacrifiquen, pero es que no hay nada que nos haga pensar que este caso existe. Lo que parece, observándolo críticamente y teniendo en cuenta el artículo que publicó El Confidencial sobre cómo viraliza Vox, es que están utilizando las técnicas de Bannon en España: mezclar verdades con mentiras para manipular la opinión pública y obtener réditos electorales", zanja Barquero.

Sucedió una noche de septiembre del año pasado. Un jornalero rumano, afincado en Huelva, saltó la valla de una finca privada para robar una bicicleta. A su encuentro salió Curro, un perro alano español que poco antes habían adoptado los propietarios para proteger la casa. El rumano amenazó a Curro con una barra de hierro y trató de clavarle una navaja, pero el perro, más ágil, le mordió varias veces, en la mano, el brazo y la pierna. Como consecuencia, el ciudadano rumano perdió varios dedos y sufrió desgarros musculares en el 80% de un brazo y una pierna. Debido a las heridas no pudo huir y quedó atrapado hasta que fue reducido por la Guardia Civil, que le conocía por su nombre y apellidos, ya que atesora más de 70 detenciones en los últimos dos años.

Huelva
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