Rebelión de las trabajadoras sexuales: "No nos han ilegalizado. Estamos sindicadas"

“No habrá menos trata porque se pretenda terminar con los pocos derechos que tenemos”. La organización de trabajadoras sexuales, conocida ya como sindicato ‘Otras’ se ha constituido oficialmente y ha presentado su actividad este viernes en Madrid entre fuertes críticas al Gobierno socialista de Pedro Sánchez. “Somos personas trabajadoras que exigimos nuestros derechos hasta ahora negados por una supuesta moralidad de la izquierda”, lanzó Concha Borrell, portavoz de ‘Otras’.

Las trabajadoras sexuales, matizaron “no solo prostitutas, también actrices y actores porno, masajistas tántricas, telefonistas eróticas y el resto de profesionales vinculados al trabajo sexual”, reprocharon las declaraciones de la ministra de Trabajo el pasado verano cuando Magdalena Valerio afirmaba que le habían metido “un gol por la escuadra” después de que su ministerio diera el visto bueno a la constitución de este sindicato. Su cartera autorizó, sin que ella lo supiera (según dijo) la opción de que el colectivo de trabajadoras sexuales se sindicara. Pocos días después aseguraba que la Abogacía del Estado estudiaba ya la manera de revocarlo.

Sin embargo, ‘Otras’ ha confirmado este viernes que no están ilegalizadas: “Estamos constituidas como sindicato. Desde este lunes tenemos ya nuestro número CIF y no hemos colado ningún gol. Una cosa es la realidad y, otra, las declaraciones en jerga futbolística de una persona que ni siquiera sabe como funciona jurídicamente su ministerio”, aseguró Borrell en una dura crítica hacia Valerio. También tuvieron palabras de gratitud para la ex directora general de Trabajo, Concepción Pascual, que fue cesada precisamente por autorizar el sindicato. “Fue cesada por hacer su labor y atenerse a las leyes vigentes. No tenemos nada que ver con la trata y el tráfico de seres humanos”, zanjaron.

Aseguran, además, que no han recibido ninguna llamada desde la Administración. Sí han levantado ampollas en organizaciones feministas y, de hecho, ya tienen una citación en la Audiencia Nacional que aprovecharán para explicar sus reivindicaciones. “Estamos encantadas. Esperaban que nos quedáremos en una esquina llorando, pero hemos salido guerreras. Y no somos muñecas de trapo”, zanjó Borrell. El grupo socialista en el Congreso, igual que el popular, rechazaron hace días reunirse con representantes del sindicato. Sí lo hicieron Ciudadanos y Unidos Podemos.

Una de las grandes críticas que lanzaron desde el sindicato se refirió al denominado “feminismo abolicionista institucional” que, a su juicio, el país entero, con sus instituciones sociales y jurídicas, “ejerce” con “violencia institucional contra las mujeres que en el ejercicio del trabajo sexual”. “No somos proxenetas, no tenemos nada que ver con el empresariado y lo que necesitamos, precisamente, es que se nos proteja”, insistieron.

Además, la organización de trabajadoras sexuales aprovechó su presentación oficial en Madrid para lanzar las lineas de actuación que desarrollarán en los próximos meses. En primer lugar exigieron la derogación de la Ley Mordaza, entendiendo que la policía “No debe ejercer presión y, por supuesto, su labor debe ser defender y proteger a las trabajadoras”. Por otro lado, pidieron una “formación específica” en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para tratar temas tan delicados como el trabajo sexual.

Por otro lado, pidieron una reforma del Código Penal que diferencia en la ley a proxenetas y empresarios: “Los primeros deben ser perseguidos y castigados”, lanzaron, pidiendo al mismo tiempo “que la trata y el tráfico estén más especializados para que la persecución sea más sencilla”.