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Psicosis ante el temor de un nuevo brote de chinches en el Niño Jesús de Madrid
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EN EL ALA DE SAN ILDEFONSO

Psicosis ante el temor de un nuevo brote de chinches en el Niño Jesús de Madrid

El centro hospitalario madrileño estuvo cerrado cinco días para desinfectarlo, pero los insectos volvieron a aparecer en otra habitación distinta

Foto: Aspecto de dos habitaciones en el ala de San Darío del hospital Niño Jesús. (E.C.)
Aspecto de dos habitaciones en el ala de San Darío del hospital Niño Jesús. (E.C.)

Intranquilidad. Los familiares y los trabajadores del hospital Niño Jesús de Madrid no se mueven cómodos por las instalaciones que hace dos semanas hubo que desalojarpara proceder a su desinfeccióntras verificarse queun brote de chinches había plagado el hospital. El lunes, cuando todo parecía haber vuelto a la normalidad, la alarma se activó. Un sofá de una habitación donde estaba hospitalizado un niño, enla sala de San Ildefonso, otro ala del recinto distinta a la que se desinfectó días atrás, tuvo que ser retirado. Según fuentes internas del hospital, estaba plagado de chinches. La versión oficial del centro es que “no se pudo demostrar” que había insectos pero “se retiró por prevención”.

Las primeras alarmas saltaron hace dos semanas, cuando los responsables del centro hospitalario infantil se vieron obligados a cerrar la sala San Darío para acabar con los insectos que invadieron esa parte del recinto sanitario, que cuenta con 14 camas repartidas en nueve habitaciones. Según cuentan a este diario personas vinculadas al hospital, los chinches “llevaban tiempo instalados allí”. No fue hasta que una familia denunció el brote cuando los responsables del hospital clausuraron la zona afectada.

Según la versión de la familia que demandó, “había chinches por todos los lados”. Los responsables del hospital infantil madrileño cerraron la zona el martes 10 de junio hasta el fin de semana. Según trabajadores del propio hospital, sacaron a los pequeños que estaban allí ingresados “de repente”, y también a sus padres, que se quejaban de la gran cantidad de insectos que sobrevolaban la zona. Previamente, los chinches fueron apareciendo paulatinamente en algunas habitaciones, hasta que se decidió cerrar a cal y canto la sala entera para proceder a su desinfección.

Este miércoles, este diario pudo comprobar cómo había ya tres habitaciones ocupadas por niños enfermos y otras seis permanecían “bloqueadas”, según reza el cartel que hay colgado en cada una de las estancias sitiadas. La versión que ofrece el hospital es que, si no hay más ingresos, se procede a “seguir limpiando en profundidad las habitaciones”. Trabajadores del propio recinto ponen en duda que el sistema utilizado para exterminar la plaga “haya sido efectivo”.

Los directivos del hospital encargaron inmediatamente a una empresa de limpieza acabar con el brote de chinches en la zona afectada. Los trabajos de desinfección duraron cinco días y se hicieron de una manera muy específica, a golpes de vapor, que mantiene una cierta humedad y bajas temperaturas para erradicar a los parásitos. También se utilizaron perros adiestrados.

Fuentes del centro destacan que los chinches no son “vectores” de enfermedades, lo que significa que no sirven como medio de transmisión de un organismo a otro. Los trabajadores sospechan que los bichos podrían haber llegado en la ropa procedente de la Lavandería Central, que da servicio a éste y al resto de hospitales públicos madrileños.

Niños enfermos con las defensas por los suelos

La vida pasa a un ritmo muy lento en el hospital infantil, en el que la psicosis se ha apoderado de todos los pasillos y no es difícil comprobar cómo bromean entre celadores. “¡Cuidado!, ¡mira lo que tienes en el brazo!”, haciendo alusión a que habrá chinches para rato. Sin embargo, desde el hospital aseguran que el último día en el que se detectaron “fue el 13 de junio”. Desde entonces, “no ha habido ninguna evidencia en ningún mobiliario que haga sospechar que los chinches han vuelto”. Unas palabras que no son capaces de tranquilizar a parte del personal con que contactó este periódico, que se siente “preocupada” sobre todo por la salud de los más pequeños. “No hay que olvidar que muchos niños que ingresan en esas salas están enfermos de cáncer, y tienen las defensas muy bajas. Una infección así podría causarles daños irreversibles”, advierten.

Intranquilidad. Los familiares y los trabajadores del hospital Niño Jesús de Madrid no se mueven cómodos por las instalaciones que hace dos semanas hubo que desalojarpara proceder a su desinfeccióntras verificarse queun brote de chinches había plagado el hospital. El lunes, cuando todo parecía haber vuelto a la normalidad, la alarma se activó. Un sofá de una habitación donde estaba hospitalizado un niño, enla sala de San Ildefonso, otro ala del recinto distinta a la que se desinfectó días atrás, tuvo que ser retirado. Según fuentes internas del hospital, estaba plagado de chinches. La versión oficial del centro es que “no se pudo demostrar” que había insectos pero “se retiró por prevención”.

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