La muerte de Adolfo Suárez “es inminente y estamos en las manos de Dios”

Adolfo Suárez, primer presidente de la Democracia, afronta su recta final tras el empeoramiento de su estado de salud. “El horizonte temporal no supera las 48 horas aunque está en manos de Dios”, ha explicado Suárez Illana, su hijo, en nombre de toda su familia, en una comparecencia ante los medios de comunicación convocada este viernes en la Clínica Cemtro, en donde el expresidente se encuentra ingresado desde el paado 17 de marzo.

Suárez hijo ha convocado a los periodistas después de comunicar el estado de salud de su padre tanto al rey Juan Carlos como al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. “Pese a la mejoría de la neumonía, la enfermedad neurológica ha avanzado mucho y todo nos parece indicar que el desenlace es inminente”, ha asegurado visiblemente emocionado y sin poder reprimir las lágrimas. “Le vamos a apoyar para que médicamente no tenga ningún tipo de sufrimiento y dejarle marchar en paz”.

El expresidente, nacido en Cebreros (Ávila) en 1932, ha recibido “los santos sacramentos y está en paz”. Según su hijo, en esta situación de paz afronta sus últimas horas de vida rodeado de toda su familia. "En la enfermedad siempre hay alegría. Estos dos días últimos han sido felices, rodeado de hijos, sobrinos y hermanos y nos ha regalado más sonrisas que en todos los últimos cinco años”, ha explicado. "Cuando he bajado aquí todavía me estaba sonriendo" ha añadido del expresidente, de quien ha destacado que protagonizó junto con el Rey Juan Carlos I un momento único de la historia de España, cuyo rumbo cambiaron ambos.

Suárez Illana ha explicado también que al Rey no ha hecho falta darle muchos detalles sobre la situación del expresidente porque “ha estado pendiente todos los días desde hace 11 años de la enfermedad”. Por ello, ha querido agradecer la actitud del monarca y ha recordado que la “gratitud” de Suárez hacia Don Juan Carlos “ha sido absoluta”. “Usando las palabras del rey para con mi padre yo las uso ahora hacia él, sin su ayuda, España no habría volado ni tan lejos ni tan alto”.

Tras agradecer la comprensión y el respeto que siempre han tenido los medios de comunicación con la figura de su padre y con su enfermedad, Suárez Illana ha abandonado llorando la sala de prensa del brazo de su amigo el periodista José María García y entre los aplausos de los informadores.

El pasado lunes, la familia comunicó que Suárez había sido ingresado en la Clínica Cemtro "debido a una infección respiratoria considerada habitual en el proceso de enfermedad que él padece". La circunstancia, dijeron entonces, "se aprovechará para realizarle un chequeo general".