Rubalcaba ‘vende’ la remontada del PSOE y augura un triunfo en las próximas europeas

El PSOE vislumbra el final de la travesía del desierto. Esa es la sensación, al menos, que ayer desprendía Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo en los corrillos posteriores a los actos oficiales del Día de la Constitución. El líder socialista cree que lo peor ya ha pasado, augura un triunfo de su partido, aunque estrecho, en las próximas elecciones europeas y compara la situación actual del PP con la que vivió el PSOE entre 1993 y 1996 en la agonía final de los gobiernos de Felipe González.

Fuentes de la dirección del PSOE explicaron ayer que Rubalcaba ya tiene “diseñado” cómo le gustaría que fuera la lista de las próximas elecciones europeas en las que el líder del PSOE se va volcar por completo y va a hacer un esfuerzo extra para sumir a todo el partido en esa labor. “No va a ser una lista de descartes. Para entendernos, uno puede hacer una lista de descartes o una de gente potente que transmita interés por Europa”, explicaban fuentes próximas al secretario general. Rubalcaba no suelta prenda de los nombres, ni concreta si será un hombre o una mujer quien encabece la candidatura. Lo que sí tiene claro es que, con sus encuestas en la mano, “vamos a ganar las europeas por poco”.

Centrar al partido en las europeas equivale también a posponer el debate de las primarias y el desfile de candidatos para después. A julio, tal y como se dedujo en la Conferencia política de noviembre. Sea como fuere, y aunque muchos le den ya por amortizado dentro del PSOE, Rubalcaba y su equipo trasmitían ayer optimismo y sensación de remontada. Al menos, en sus discursos.

En el entorno de Rubalcaba consideran que los ciudadanos viven ahora en una situación contradictoria en torno a Europa y que, aunque ha crecido el euroescepticismo, los ciudadanos también son conscientes de que en Europas “nos lo jugamos todo”. Por ello, consideran que la campaña será especialmente importante y habrá mucha participación.

Se fían de sus encuestas

Sobre las encuestas, los socialistas siguen fiando todas sus cartas al estudio que ha realizado recientemente el catedrático José Félix Tezanos y que, tal y como publicó este diario, da la victoria al PSOE con el 35% de los votos. Para Rubalcaba y los suyos, este estudio tiene especial trascendencia porque fue una encuesta domiciliaria y no por teléfono y porque “el control de calidad” de la misma fue muy alto y, también, muy caro, por lo que sus resultados –argumentan- son más fiables que otros estudios recientes. “Las encuestas tienen un problema y es que el número de españoles que está contestando a las mismas es muy bajo y, por eso, hay que hacer mucha cocina”, explican. “Nosotros tenemos la nuestra que nos dice que estamos por delante. Y es una encuesta domiciliaria y no telefónica, con el sesgo que sabemos que tienen las encuestas telefónicas”.

En este sentido, en el entorno de Rubalcaba destacan el dato del recuerdo de voto como sintomático del problema cada vez mayor que arrastra el PP. “Cuando el recuerdo de voto se te va y hay un 20% de encuestados que no te recuerda haber votado, entonces tienes que empezar a pensar que estás mal”, explicaban ayer desde la dirección del PSOE. “Es lo que nos pasó a nosotros desde 1993 a 1996. Están empezando a estar muy mal. Y nosotros muy tranquilos”.

El estudio demoscópico sitúa al PSOE en las próximas generales en torno al 35% de los votos frente al 28,73% que obtuvo en diciembre de 2011 (110 escaños), su peor registro histórico. El PP, sin embargo, caería casi estrepitosamente hasta un 28% desde un 44,62% (186 escaños) de las elecciones generales anteriores y se situaría al mismo o parecido nivel de escaños al que ahora tiene el PSOE.

Diálogo con Rajoy sobre la Constitución

El PSOE también reveló ayer que Rubalcaba y Mariano Rajoy mantienen un diálogo discreto sobre la posible reforma constitucional. El líder del PSOE se mostraba ayer contento de que la posibilidad de modificar la Constitución se haya ido abriendo paso como una idea cada vez más aceptada porque -asegura- el año pasado era el único que lo defendía.

Fuentes del entorno de Rubalcaba se mostraron satisfechas de este diálogo con el presidente del Gobierno y de que este haya escuchado “en un diálogo franco” en el que ambos han expuesto sus diferencias sobre el tema. Para Rubalcaba, una crisis como la actual requiere un nuevo proyecto común que se plasme en la Constitución en temas concretos como la sanidad y otras cuestiones. Por tanto, en su opinión, la reforma de la Carta Magna no debe ser “en canal” ni solo para retocar algunos aspectos del modelo territorial. “Necesitamos un nuevo proyecto común. No estamos en un proceso constituyente pero sí en un cambio muy fuerte”, explicaban ayer en su entorno. Un proyecto de esta naturaleza, muy articulado, puede ser un elemento de unión compartido”.