El extraño caso del alcalde de Valdemoro y los 40 contratos dados a su mano derecha

El alcalde de Valdemoro y su actual jefe de gabinete, Alfredo Ovejero, coincidieron en el tiempo cuando ambos trabajaban para el Ayuntamiento de Ciempozuelos. José Carlos Boza (PP), como concejal de Hacienda; su ahora asesor, como administrador de tres compañías, Incro Servicios Integrales SL, Edificaciones Neumisa SL y Rolama Mantenimiento de Infraestructuras SL, que llegaron a ingresar más de 150.000 euros al hacerse con cuarenta contratos municipales adjudicados ‘a dedo’. Ahora, Boza y su persona de máxima confianza, al que subió un 50% el sueldo en 2012 nada más incorporarse a las filas del Ayuntamiento de Valdemoro, niegan que se conociesen en la época en que el ahora alcalde era uno de los políticos más influyentes de Ciempozuelos y Ovejero uno de los empresarios locales que más facturaban para el mismo ayuntamiento.

Fuentes cercanas a Boza asegura a El Confidencial que lo eligió como su jefe de gabinete cuando llegó a Valdemoro por “su currículum” y por la "recomendación de gente cercana", pero insiste en que él nunca firmó ninguna factura en Ciempozuelos que beneficiara a su actual consejero. En cambio, sí reconoce que, como teniente de alcalde y portavoz de Hacienda, formaba parte de la Junta de Gobierno donde se aprobaban los pagos por los trabajos realizados a las empresas de Ovejero. "Nunca formó parte de la mesa de contratación”, matizan desde su entorno más cercano.

En ningún caso el Ayuntamiento de Ciempozuelos se saltó la Ley de Contratos del Sector Público, que establece que aquellos contratos que no superen los 50.000 euros en obras o los 18.000 en otros contratos pueden “adjudicarse a cualquier empresario con capacidad de obrar”. Ninguno de los contratos en poder de El Confidencial supera esa cifra. Las facturas quedan englobadas, según la versión que sostienen los afectados, “en la partida presupuestaria que la Comunidad de Madrid ofrece al municipio para hacer reformas y poner a punto los centros escolares durante el mes de agosto, en el período no lectivo”.

Según fuentes internas del consistorio de Ciempozuelos, estas empresas eran las “únicas” que cobraban “en plazo, frente a otros pagos pendientes de proveedores que todavía a día de hoy están pendientes de cobrar”. Fuentes cercanas al empresario reconvertido en asesor aseguran que Ciempozuelos no es el único municipio donde estas compañías han obtenido ingresos: “También han trabajado para oras localidades madrileñas como Parla, Getafe o Torrejón de la Calzada”.

Las facturas, al detalle

Alfredo Ovejero fue administrador solidario de Incro Servicios Integrales entre enero de 2009 y julio de 2012. En ese período, la compañía especializada en la “construcción de autopistas, carreteras, campos de aterrizaje, vías férreas y centros deportivos” ingresó casi 30.000 euros de las arcas municipales de Ciempozuelos en siete facturas muy variopintas. Por 120 horas de trabajo dedicadas a limpiar “aseos y vestuarios” y “toda la zona deportiva y acceso a instalaciones”, 1.616 euros. Por adaptar dos aulas de música, 11.078 euros más. También se encargó de un proyecto de “reconducción de aguas filtradas al auditorio, escuela de música y aparcamiento”, por el que se le abonaron 1.673 euros más, prácticamente lo mismo que por un proyecto de “reforma de la Cámara Agraria”.

El Ayuntamiento de Ciempozuelos también pagó 1.480 euros a esta compañía por adecuar “el hueco de la escalera”; 4.208 euros por el “suministro de arena y extendido, incluido ajardinamiento y embellecimiento de rotonda” y 6.992 euros más por la pavimentación de la zona de entrada en el Colegio Virgen del Consuelo. No obstante, la buena sintonía entre la compañía del actual jefe de gabinete de Boza con el consistorio de Ciempozuelos se fraguó mucho antes. Desde agosto de 2007 hasta que Ovejero fue nombrado administrador de la compañía, la empresa ingresó de las arcas municipales 82.381 euros más.

Alfredo Ovejero es en la actualidad administrador de dos compañías más. A través de Rolama Mantenimiento de Infraestructuras SL, una empresa dedicada a la “promoción inmobiliaria” y a la que llegó en marzo de 2009, facturó 11.600 euros por un toro de bronce que instalaron en la rotonda junto a la plaza de toros de Ciempozuelos, una obra que fue muy criticada por los grupos de la oposición. En octubre ya había cobrado 1.480 euros por la “adecuación de hueco de escalera” y casi 12.000 euros más por reformar una marquesina, colocar puertas en el hall del gimnasio municipal y un radiador en la consejería. La última factura que el ayuntamiento pagó el 11 de agosto de 2010 ascendía a 2.401 euros. El concepto, “cerramiento de pladur de 4 metros lineales por 2,5 metros de altura”; “acometida aire acondicionado y preinstalación de tubería, incluido desagüe y electricidad” y “pintura de tres oficinas y un aseo, incluyendo repasos alicatado”.

El asesor más cercano al alcalde de Valdemoro es administrador único de una tercera compañía, Edificaciones Neumisa SL, una compañía constituida en noviembre de 2007 y dedicada a “promoción de edificaciones” que facturó más de 30.000 euros hasta 2010 al Ayuntamiento de Ciempozuelos. La empresa cobró casi 3.000 euros por una barandilla de entrada y pasamanos, otros 2.700 euros por organizar una carrera popular, más de 8.000 por reformar los patios de educación infantil, más de 5.000 por “mejora de escalera en planta baja”, casi 4.500 por pintar el edificio de infantil y el “acarreo de materiales, incluido el montaje y desmontaje de estanterías, pizarras, radiadores...”.