Ruth Ortiz: "Cuando me dijo que mis hijos habían desparecido, supe que no los vería más"

Ruth Ortiz, madre de los dos menores desaparecidos en octubre de 2011 en Córdoba, ha declarado hoy ante el tribunal del jurado que juzga a José Bretón que no tiene duda de que sus hijos "están en una caja de cartón" y que supo que no los vería más cuando su exmarido le contó su desaparición. Ortiz ha prestado declaración durante dos horas a escasos metros de Bretón, que ha permanecido esposado y oculto tras una mampara para que no pudiera verla. 

La mujer ha afirmado que meses antes, cuando inició los trámites de la separación, tomó conciencia de que Bretón "era una persona peligrosa" y que "tenía miedo" por ella y por los niños. El fin de semana que desaparecieron los menores, ella no respondió a las llamadas de Bretón -al que se ha referido siempre como "el acusado", nunca como padre de los niños- para "no decirle que seguía adelante con la separación". Ortiz ha asegurado también que él le había dicho que le haría "un monumento en [la finca de] Las Quemadillas". 

La mujer ha explicado que se enteró de la desaparición de sus hijos por su hermano y pensó en el primer momento que era "una broma". Ruth Ortiz, que ha roto a llorar y ha interrumpido sus palabras varias veces recordando a Ruth (6 años) y José (2), ha contado al tribunal que sobre las 22:00 horas vio que tenía muchas llamadas desde un teléfono fijo de Córdoba y pensó que era José Bretón para hablar sobre su separación. Sin embargo, minutos después recibió otra llamada de su hermano, quien le comunicó que Bretón había puesto una denuncia en Córdoba por la desaparición de sus hijos, algo que ella no creyó hasta que se personó en la comisaría de Huelva para constatar lo ocurrido.  

Ortiz ha detallado que no pudo hablar con Bretón hasta las 5:00 horas del 9 de octubre y le dijo, "muy tranquilo", que "le había tocado a él perder a los niños; qué se le iba a hacer", momento en el que ella supo que "no los volvería a ver más". Ha añadido que considera "imposible" que los niños se perdieran en el parque, como sostiene Bretón, ya que el pequeño, José, andaba "con dificultad y se caía en ocasiones", por lo que "siempre iba de la mano" y "nunca se separaban". 

Ese mismo día, Ortiz puso la denuncia por malos tratos contra Bretón por recomendación de su abogada y se dio cuenta de que "había estado conviviendo con un asesino en potencia", según las intenciones que le manifestó él de que no se iría de este mundo "sin matar a alguien". Vivir con José Bretón, el presunto asesino de sus hijos, era "horrible", según ha sostenido, pues él "no era cariñoso ni con ella, ni con los niños, ni con nadie". Ortiz ha explicado que había interiorizado "muchos de sus comportamientos y conductas como normales, cosa que no eran, y los englobaba dentro de su forma de ser". También ha justificado la separación con él señalando que la relación estaba "fatal": "Lo que llevaba no se puede calificar de vida, era totalmente infeliz", ha añadido.

Bretón "le dio al niño una bofetada" 

En respuestas a la fiscal María de los Ángeles Rojas, ha comentado que no discutía con él porque ella "no daba pie a ello" y que pretender "hacerle ver algo distinto" a lo que él pensaba era "misión imposible", de modo que intentaba "que no se enfadara". Además, ha relatado un incidente en el que "pegó una bofetada al niño porque no quería comer la papilla" y otro en el que Bretón "apartó con desprecio a la niña cuando se sentó en sus rodillas". La madre de los menores ha apuntado que, cuando decidieron tener hijos, le dijo que serían "responsabilidad" de ella, ya que él "no quería saber nada", y que, al saber que el segundo era varón, "salió cabreado del ginecólogo". 

Ortiz ha comenzado a declarar ante el magistrado y el Tribunal del Jurado sobre las 10:10 horas y con una mampara, tras solicitarlo la acusación particular. Bretón, que aseguró ayer querer "con locura" a sus hijos, se enfrenta a una posible condena de 40 años de prisión. 

Por otro lado, hoy ha hablado ante los medios el forense Paco Etxeberria, que ha recalcado que "no existe ninguna duda" de que los restos óseos hallados en Las Quemadillas son de los niños y ha descartado que la imposibilidad de certificar su ADN pueda dificultar el juicio contra Bretón. Etxeberria, presidente de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, fue quien emitió un informe en el que se determinaba que los restos hallados en una hoguera pertenecen a dos niños de 2 y 6 años, la edad de Ruth y José: "Son de unos niños de unas edades concretas y no existen otros dos niños de esas edades desaparecidos en todo el contexto europeo", ha subrayado en declaraciones realizadas en el País Vasco.