Rubalcaba huye de la foto con Zapatero y pasa del libro de Moratinos

En primera fila, José Luis Rodríguez Zapatero, la que fue durante años su número dos en el Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y al lado, Carme Chacón, la que, de haber sido otro el sino de los tiempos, habría sido la candidata del primero para su sucesión. Los tres coincidieron ayer en la presentación del primer libro del excanciller Miguel Ángel Moratinos, cuyo acto de presentación en público, en la Casa del Lector del Matadero de Madrid, se convirtió en una nutrida reunión de exministros de los últimos Ejecutivos de España.

En la foto faltaba el cuarto en discordia, Alfredo Pérez Rubalcaba, que, hundido en las encuestas y cuestionado internamente como timonel del PSOE, evitó ayer la coincidencia pública con quien aupó como secretaria general del PSOE, pero de quien ha marcado distancia políticamente en sus últimas intervenciones públicas en el Congreso de los Diputados. De hecho, y a pesar de que el marco era una causa tan filantrópica como la reflexión sobre cómo acabar con el hambre en el mundo, ningún miembro destacado de la actual dirección de Ferraz, ni Elena Valenciano ni Óscar López estuvieron, aunque, según explica el partido, porque no recibieron invitación para el acto. Sólo la portavoz, Soraya Rodríguez, representó a la cúpula del partido aunque, en su caso, hay que recordar que fue secretaria de Estado de Cooperación al Desarrollo y, por tanto, parte implicada en esta lucha contra el hambre que ahora encabeza Moratinos.

El trío Zapatero, De la Vega y Chacón cedió el protagonismo al autor de la obra y, aparte de hacerse una foto de familia con él al inicio del acto, no quisieron tener más relevancia durante el mismo ni pronunciar ninguna palabra. Sobre todo, Zapatero y De la Vega, que sentados juntos bajo el auditorio de la Casa del Lector traían a la memoria de los presentes su etapa en los escaños azules del hemiciclo. Ahora, sin embargo, como miembros del Consejo de Estado, guardan un prudente silencio sobre los temas de actualidad. Pero no fueron los únicos compañeros de gabinete de Moratinos que acudieron a la cita. Entre otros, y alejados ya de funciones ejecutivas en el partido, estuvieron Cristina Narbona, en la actualidad consejera del Consejo de Seguridad Nuclear, Rosa Aguilar, diputada por Córdoba o Ángel Gabilondo, extitular de Educación.

En su primer libro, La lucha contra el hambre, Moratinos expone toda su experiencia como exministro, excandidato a dirigir la FAO y como actual asesor de Qatar en materia de seguridad alimentaria para tratar de responder por qué todavía no se ha reducido el problema del hambre en el mundo y por qué aún queda tan lejos el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, previstos, inicialmente, como un agenda para 2015.

Él mismo respondió en el coloquio, moderado por el periodista Iñaki Gabilondo y en el que participo también Federico Mayor Zaragoza, que si el problema sigue siendo un drama es por falta de voluntad política. “¿Alguna vez los 15 países del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se han sentado con un punto de agenda para alcanzar ese primer punto de los objetivos del Milenio?”, se preguntaba retóricamente. Esa falta de voluntad política, unida al dato de que cada año mueran en el mundo 10 millones de niños por hambre, le llevan, admitió, a sonrojarse y a pensar que a todos los que han tenido responsabilidades políticas se les debería caer la “cara de vergüenza”.