El padre de Marta del Castillo: "Sólo espero que el cuerpo de Marta por fin aparezca"

Un rayo de luz al final del caso Marta del Castillo. Miguel Carcaño, el asesino confeso de la joven sevillana desaparecida en 2009, volverá probablemente la semana que viene a los juzgados para testificar ante el juez, esta vez como testigo, que su hermano Javier es quien acabó con la vida de la joven tras agredirla violentamente con la culata de una pistola. Antonio, el padre de Marta, habla con El Confidencial horas después de pedir “prudencia” informativa través de una red social, “para no dar pistas al presunto asesino” de su hija. “Nos dijeron que Marta murió al ser golpeada con un cenicero. Luego que fue estrangulada. Y ahora que si fue con la pistola. Confiamos en que sea la versión definitiva”, relata, con la única esperanza puesta en que esta nueva declaración conduzca a encontrar el cuerpo sin vida de Marta.  

Antonio habla sereno y sólo tiene palabras de agradecimiento a los agentes del Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía que ha llevado el caso desde que su hija desapareció. Sus padres lanzaron inmediatamente una búsqueda que ganó de inmediato miles de apoyos y mantuvo en vilo al país entero. La Policía, mientras tanto, inició una investigación que se saldó con varios detenidos y la confesión de Miguel Carcaño: Marta había sido asesinada. Una confesión que a lo largo de la difícil investigación ha sufrido de cambios, desmentidos y contradicciones, y que por fin llegó a juicio tras un largo periplo. El 5 de abril de este año se conoció que Miguel Carcaño no saldría de la cárcel hasta 2030.

Este domingo, el caso volvió a dar otro giro inesperado, cuando Miguel implicó a su hermano. “Han sido muchas las visitas de los agentes a la cárcel. Y Miguel un día hablaba un poquito. Pero otro nada”. Y así hasta que confesó que en realidad él no mató a Marta, sino que fue su hermano quien acabó con la vida de la joven, que intermedió en una disputa de ellos por motivos económicos.

La nueva versión de Carcaño es que Marta falleció sobre las 22:00 h del 24 de enero en el piso de León XIII. En el inmueble sólo estaban los dos hermanos, por lo que esta nueva versión puede exculpar a todos los demás sospechosos, que llegaron a sentarse en el banquillo de los acusados. Los dos trasladaron el cuerpo a una finca a las afueras de La Rinconada, donde supuestamente lo enterraron. “Ahora ya no tenemos que buscar en toda Sevilla. Ahora ya tenemos acotado el sitio”, se alegra Del Castillo.

Contradicciones en las declaraciones de los implicados 

“El cuerpo de Marta está en el Guadalquivir, junto al descampado del Charco de la Pava”. Es la primera declaración que sostuvo Carcaño. Mentira. Confesaron (en una segunda versión de sus declaraciones) que la ocultaron en el vertedero de Alcalá de Guadaira y 16 profesionales removieron 40.000 toneladas de residuos. Nada. Ni rastro de la joven. Fue Rocío, la adolescente de 15 años exnovia de Miguel, la que dio el tercer giro a la investigación. Carcaño le confesó que había tirado el cuerpo en una zanja detrás de su casa. Tampoco apareció allí Marta.

Cumplido el primer aniversario de la desaparición de la joven, su padre contaba en este diario que cuando se cruzó en el juzgado con el hermano de Carcaño -el segundo imputado por homicidio tras la declaración de Miguel- y su chica iban como aquellos que van una tarde al cine, como si la cosa no fuera con ellos. Antonio los miró y ellos aguantaron la mirada, como insinuando a Antonio que iban a salir bien parados de toda esta historia. "Iban con la cabeza bien alta". Carcaño, no. Siempre ha agachado la cabeza. No se le ha ocurrido levantarla nunca. Por lo menos, delante de los padres de Marta. “Miguel nunca ha hablado estando en la cárcel. A lo mejor ahora que está allí ha reflexionado y ha pensado en que lo mejor es contar la verdad”, suponiendo que esta nueva versión sea la definitiva.

El titular del Juzgado de Instrucción nº 4 de Sevilla ha acordado la apertura de diligencias previas tras la declaración de Carcaño. El procedimiento, nuevo e independiente, será una pieza separada de la que se mantenía abierta para localizar el cuerpo de Marta. Cuatro años después de su desaparición, el destino sufrido por Marta del Castillo sigue siendo una incógnita. Han sido cuatro años repletos de contradicciones y únicamente con Carcaño en prisión. El padre de la joven sólo tiene una obsesión: “Recuperar el cuerpo de Marta por fin”.