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Antonio, padre de Marta del Castillo: "Los delincuentes tienen más derechos que las víctimas"
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PRIMER ANIVERSARIO DE LA DESAPARICIÓN DE MARTA DEL CASTILLO

Antonio, padre de Marta del Castillo: "Los delincuentes tienen más derechos que las víctimas"

La última vez que Antonio vio a su hija Marta estaba con Miguel Carcaño (su asesino confeso). Coincidieron en el portal. El padre subía de hacer la

Foto: Antonio, padre de Marta del Castillo: "Los delincuentes tienen más derechos que las víctimas"
Antonio, padre de Marta del Castillo: "Los delincuentes tienen más derechos que las víctimas"

La última vez que Antonio vio a su hija Marta estaba con Miguel Carcaño (su asesino confeso). Coincidieron en el portal. El padre subía de hacer la compra y la niña conversaba con "su amigo". Se saludaron con cariño y su padre le preguntó dónde iba. “A Triana, papá”. Fijó la mirada a Carcaño, quien se debió dar por aludido y simplemente replicó: “Tranquilo, yo estoy de paso, ya me voy”. Para él y Eva, la madre de Marta, era un joven más un tanto extraño. No les gustaba que rondara a Marta, pero ella insistía en que sólo era su amigo. A ellos también les contaba mentiras. Como que iba a pasar las Navidades con su padre en Italia. Y ahora saben que nunca se fue. “Su padre vivió siempre en un pueblo chico de aquí, de Sevilla, y estaba inválido, no estaba muerto”, relata Antonio del Castillo en una entrevista con El Confidencial.

 

Antonio y Eva saben que su hija murió y lo único que claman es justicia para que alguien les devuelva su cuerpo. Por eso autorizaron que Alfonso Egea publicara Hay chicos malos. El caso de Marta del Castillo. Es una lucha más para que la muerte de su hija no quede olvidada con el cartel de "desaparecida". Lo hacen por pura necesidad. Sólo quieren llorarla a solas y que se sepa la verdad de cómo falleció. Porque no es lo mismo pensar que una hija ha muerto de un golpe en la cabeza que después de abusar sexualmente de ella (como confesó Carcaño en la segunda de sus declaraciones).

La última vez que Antonio vio a su hija Marta estaba con Miguel Carcaño (su asesino confeso). Coincidieron en el portal. El padre subía de hacer la compra y la niña conversaba con "su amigo". Se saludaron con cariño y su padre le preguntó dónde iba. “A Triana, papá”. Fijó la mirada a Carcaño, quien se debió dar por aludido y simplemente replicó: “Tranquilo, yo estoy de paso, ya me voy”. Para él y Eva, la madre de Marta, era un joven más un tanto extraño. No les gustaba que rondara a Marta, pero ella insistía en que sólo era su amigo. A ellos también les contaba mentiras. Como que iba a pasar las Navidades con su padre en Italia. Y ahora saben que nunca se fue. “Su padre vivió siempre en un pueblo chico de aquí, de Sevilla, y estaba inválido, no estaba muerto”, relata Antonio del Castillo en una entrevista con El Confidencial.