El Papa Benedicto XVI renuncia

Benedicto XVI va a poner fin a su Papado el próximo 28 de febrero. Así lo ha avanzado la agencia oficial italiana Ansa y lo han confirmado varias alertas de medios italianos. En principio, todas las especulaciones se refieren a una posible enfermedad degenerativa que acabaría por afectar al desempeño de su labor. El propio Pontífice asegura que lo hace "por voluntad propia" y porque ya no tiene "fuerza" para seguir con su Papado.

Joseph Ratzinger, nacido en Baviera en abril de 1927, está por tanto a punto de cumplir los 86 años. Fue elegido sucesor de Juan Pablo II el 19 de abril de 2005 como el Papa número 265. Ya entonces se especuló con un principio de la enfermedad de Parkinson y los problemas que podría tener por su avanzada edad.

La noticia ha convulsionado al mundo católico, pues apenas hay precedentes en la historia de Pontífices que renuncien voluntariamente a su cargo, y menos aún en la historia reciente.

De una profunda formación teológica, la figura de Benedicto XVI siempre ha ‘competido’ con el peso de su antecesor, mucho más carismático y cercano. Ahora, el velo del misterio rodea una decisión que aún no ha sido confirmada por fuentes vaticanas ni en su twiter personal, que inauguró el pasado diciembre en medio de una fuerte expectación.

El 19 de abril de 2005 fue elegido sucesor de Juan Pablo II después de dos días de cónclave  y dos fumatas negras. El cardenal Ratzinger había repetido sucesivas veces que le gustaría retirarse a una aldea bávara y dedicarse a escribir libros pero, más recientemente, había reconocido a sus amigos estar listo para "cualquier función que Dios le atribuyera".

Su elección generó de inmediato duras críticas, centradas en su supuesto perfil neo-conservador. Algunos analistas preveían que con él la Iglesia endurecería sus posturas en lo referente al aborto, la homosexualidad o la eutanasia. Sin embargo asistió al Concilio Vaticano II y que había sido de los más progresistas y propuesto reformas novedosas.