¿Ajuste? Valencia paga 24.000 euros por su ‘embajada’ de 14 m2 en Nueva York

El Secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, lo tuvo claro el día que descubrió que en la brasileña Sao Paulo había once oficinas comerciales españolas. Y todas a un tiro de piedra. “Es un disparate”, sentenció. Afirmó también que había que atajar como fuera ese despilfarro, aunque, por ahora, el murciano no ha tenido mucho éxito en su empeño. Únicamente la Comunidad Valenciana, La Rioja y Castilla y León han firmado convenios con el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación para que los funcionarios autonómicos trabajen en las embajadas españolas, una medida para reducir costes y evitar duplicidades. Las CCAA sólo han eliminado en los últimos dos años 26 de las 192 ‘embajadas’ autonómicas existentes. Una ridícula reducción del 11,5%.

El convenio firmado recientemente por el Gobierno de Rajoy -concretamente, el Instituto de Comercio Exterior(ICEX)- y el Ejecutivo valenciano, dirigido por Alberto Fabra, ilustra la situación: las once oficinas con que cuenta el IVEX (Instituto Valenciano de la Exportación) costarán a partir de ahora 127.648,14 euros anuales en concepto de gastos derivados por los servicios y por arrendamiento. La Generalitat valenciana asegura que ha conseguido ahorrar 2 millones de euros con los ajustes. Primero fue el cierre de oficinas. A finales de este año, Valencia suprimirá las sedes de Praga, Bucarest, Miami, Chicago, Tokio, Toronto, Los Ángeles, La Habana, Buenos Aires, Pekín. Estambul y Guangzhou. El IVEX ya trabaja sin estructura propia en Chile y Argelia. Y no pasa nada. No obstante, no se conocen con detalle los resultados de todos estos recortes.

En el convenio se desvela, por ejemplo, que el Gobierno valenciano se gastará por año 22.4000 euros por un despacho en el Centro de Negocios de Nueva Delhi. Una de las oficinas más caras entre las once que han quedado activas tras la criba. Por ejemplo, la alemana de Dusseldorf se ha quedado fuera porque, según se detalla en el acuerdo, “queda a la espera de confirmación de si es posible alquilar el local adjunto a la oficina, si hubiera suficiente demanda de otras comunidades autónomas”. El Gobierno, como de costumbre, atado de pies y manos por las autonomías.

14 metros cuadrados a 2.000 euros mensuales

Asimismo, otra oficina de 14 metros cuadrados en Nueva York costará al Gobierno de Alberto Fabra 24.000 euros anuales. Eso sí, tal y como se recoge en el documento, el ICEX regala los muebles, lógicamente escasos para tan reducido espacio. Mientras, el despacho en el centro de negocios de Moscú rondará los 19.000 euros anuales, aunque en los cálculos no se incluyen “los costes de adaptación que pudieran ser necesarios”, todos ellos a cuenta del IVEX.

El vicepresidente del Consell, José Císcar, asegura que la intención del Gobierno con la firma del convenio entre el IVEX y el ICEX es actuar de forma coordinada, por lo que el responsable de la oficina de la red IVEX “compartirá en todo momento” con el Consejero Económico y Comercial sus planes de actuación en el país correspondiente. Los responsables y demás personal de la Red IVEX seguirán dependiendo de la Generalitat Valenciana, por lo que mantendrán absoluta independencia orgánica, jerárquica y funcional del personal de la Oficina Económica y Comercial, aunque quedará sujeto a las normas y funcionamiento del local.

Londres, Casablanca, Hong Kong…

El local más económico será el despacho en el centro de negocios de la ciudad de Casablanca. Le costará a la Comunitat Valenciana 4.200 euros, muy similar a los 4.800 euros que tendrá que desembolsar en México D.F. Eso sí, la Generalitat se gastará en el país centroamericano 10.000 euros para adaptar el espacio del ICEX. Algo similar ocurre en la carísima Hong Kong, donde el gasto en reformas será de 2.500 euros para adaptar los 37 metros cuadrados de los que dispondrá a partir de ahora el IVEX. Estar en Londres nos costará 12.000 euros anuales por un despacho que no llega a los 12 metros cuadrados, mientras en Sao Paulo y Varsovia la factura ronda los 7.200 euros, una cifra similar a la de Dubai. 

Los medios materiales, sistemas de información o bases de datos correspondientes a cada oficina serán de uso propio y autónomo para cada una de ellas. La firma del convenio tendrá el valor de acuerdo de confidencialidad, a efectos del uso o divulgación de la información obtenida. Uno de los aspectos que más llama la atención es la exigencia del IVEX para que en la oficina económica y comercial “podrá colocarse una placa identificativa de la oficina del IVEX, manteniendo en la medida de lo posible la homogeneidad con las que tenga la propia oficina económica y comercial”.

El convenio entre el ICEX y el IVEX se suscribe por un período de un año, prorrogable, “salvo denuncia expresa de cada una de las partes efectuada con un mes de antelación. Podrá ser resuelto o modificado por acuerdo de las partes, requiriendo para ello un preaviso de tres meses”, se detalla en el convenio.

Extremadura vende su ‘embajada’ en Lisboa

Mientras, otros intentan hacer sus deberes. Extremadura ha puesto a la venta su 'embajada' en Lisboa por un precio de partida de 2,5 millones de euros. El Gobierno regional ha sacado al mercado este inmueble, situado en la avenida Dom Vasco da Gama de la capital portuguesa. Un edificio que tiene una superficie construida de 609,13 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas y una buhardilla, sobre un solar de 1.345 metros cuadrados. Completa el inmueble un área de aparcamiento en superficie con una disponibilidad de catorce plazas, y una zona ajardinada de 1.158 metros cuadrados.

En este proceso de reestructuración de la presencia en el extranjero, no todas las comunidades han decidido ir de la mano del Gobierno, como es el caso de Cataluña, que comunicó que mantendrá su "perfil propio". El Ejecutivo catalán, el que tiene más delegaciones en el extranjero (48 en el año 2010), aprobó a finales de 2011 un plan de reestructuración de sus oficinas para reducir costes. Según el Gobierno catalán, estas oficinas deben usarse para promocionar Cataluña como destino turístico, exportar bienes culturales, ayudar a internacionalizar las empresas catalanas o bien para que la comunidad sea vista como una marca de calidad. Valencia y Cataluña, dos visiones antagónicas de España.