‘Gürtel’, ‘Marea’ y ‘PAC’: la corrupción toma la campaña asturiana

La incertidumbre sobre el resultado de las elecciones del 25-M ha endurecido la campaña electoral en Asturias, después de que Francisco Álvarez-Cascos y el PSOE se hayan arrojado los trastos a la cabeza sobre su supuesta participación en casos de corrupción, una polémica inédita (al menos con tanta pasión) hasta el momento en la política asturiana. En el rifirrafe también intervino el Partido Popular que reclama responsabilidades políticas al cabeza de lista de los socialistas, Javier Fernández, por la evolución del llamado 'caso Renedo'.

El primero que abrió fuego fue el actual presidente del Gobierno autonómico, Francisco Álvarez-Cascos, quien en un mitin exigió de su adversario político que explique hasta la saciedad la vinculación del PSOE con la trama de dos empresas suministradoras de material de oficina en la que Foro Asturias ve un caso de financiación ilegal. El origen de este escándalo es la utilización de cuentas personales de una funcionaria del Gobierno asturiano, Marta Renedo, quien falsificó supuestamente las firmas de varias personas mayores para abrir cuentas a su nombre en las que ingresaba dinero de facturas emitidas por un organismo público. Del hilo de esta investigación judicial, apareció un ovillo en el que el 'caso Renedo' (por el apellido de la funcionaria) se transformó en 'caso Marea', por el nombre de la operación que la Policía dio a las pesquisas. En el ojo del huracán se encontraban las dos empresas suministradoras, Igrafo y Almacenes Pumarín.

Las indagaciones judiciales y policiales deparaban una enorme sorpresa cuando a finales de 2010 era detenido el ex-consejero de Educación del Gobierno socialista, José Luis Iglesias Riopedre, así como su mujer de confianza en el departamento, María Jesús Otero, acusados de haber realizado operaciones ilegales y de haber recibido compensaciones diversas por conceder contratos a las citadas firmas comerciales. Iglesias Riopedre pasó varios meses en la cárcel y al salir manifestó en una rueda de prensa que no había cometido ningún delito y que se sentía un hombre honesto. El asunto sigue su camino judicial y aún se está en la fase de declaración de imputados y testigos.

La respuesta de los socialistas a las pretensiones de Álvarez-Cascos fue inmediata. Tanto el candidato, Javier Fernández, como su secretario de Organización, Jesús Gutiérrez, insinuaron que el presidente del Principado es la persona que se esconde bajo las siglas ‘PAC’ que la Policía estima que recibió más de un millón de euros de los implicados en el caso 'Gurtel'. Fueron los propios investigadores los que sugieren esa vinculación de las siglas con Paco àlvarez-Cascos.

El líder de Foro Asturias repudia indignado tanto las insinuaciones policiales como las acusaciones de los socialistas y deja bien claro que mientras las imputaciones a su persona pertenecen al terreno de la conjetura y "de la falsedad", el 'caso Renedo' es una realidad judicial en el que hay imputados del partido socialista. En ese toma y daca sobre quién de las dos partes tiene más responsabilidad, el PSOE recuerda que, en todo caso, su partido ya sufrió en las urnas el castigo de los ciudadanos por el escándalo que les afectó tanto en mayo como en noviembre.

Es a raíz de ese argumento cuando irrumpe en la polémica Mercedes Fernández, la candidata del PP, que reprocha a Javier Fernández que traslade al ámbito político la responsabilidad judicial y manifiesta que esas responsabilidades sólo son depuradas en los tribunales. Pero la cabeza de lista conservadora omite cualquier alusión al 'caso Gürtel' y pone en bandeja la contestación a los socialistas que atribuyen a ese partido prácticas de financiación ilegal que ya están siendo objeto de trámite en sede jurisdiccional.