Rajoy da sus primeros pasos como presidente 'absoluto' el día que Camps se sienta en el banquillo

Las paradojas de la política han querido que hoy, lunes día 12 de diciembre, coincidan los primeros nombramientos de Mariano Rajoy después de barrer al PSOE en las elecciones generales con la traca final en Valencia del 'caso Gürtel', la gran apuesta del Gobierno socialista, con Rubalcaba de crupier, para impedir que Rajoy llegara al poder. El PP entra en la era del poder casi absoluto al decidir quiénes de los suyos dirigirán Las Cortes -la semana siguiente le tocará ocupar el Ejecutivo- mientras Francisco Camps se enfrenta a los tribunales en un juicio muy disminuido ya de trascendencia política.

Fue el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien fijó en el decreto de disolución de las Cámaras la fecha del día 13 para que se constituyeran las nuevas Cortes que salieran de las urnas. Y fue el Ejecutivo socialista, bajo responsabilidad directa y coordinada por Alfredo Pérez Rubalcaba, quien puso en marcha todos los poderes del Estado para abrir una “causa general” contra el PP en alza a la búsqueda de posibles corrupciones y/o fuentes de financiación irregulares. La Generalitat valenciana resultó el flanco más débil y Camps la pieza de caza mayor.

Los socialistas erraron tanto en sus cálculos y manejos que Camps tuvo tiempo de volver a ganar las elecciones autonómicas en mayo pasado, Rajoy de cambiarlo por Alberto Fabra en julio porque llegaba el juicio “de los trajes”, Fabra de tomar las riendas del partido en la Comunidad y en el partido durante el verano, y el PP valenciano de barrer a los socialistas en las tres provincias de la región en las elecciones generales de noviembre como si no hubiera ocurrido nada.

Las teorías comúnmente aceptadas sobre la historia de la supervivencia de Rajoy al frente del Partido Popular después de la derrota electoral de 2008 abundan en la importancia del respaldo que le prestó entonces Francisco Camps. Es un hecho cierto, aunque quien se movió más y mejor en aquellos momentos fue el propio Rajoy al poner al resto de los dirigentes regionales ante la disyuntiva de que le siguieran apoyando o tuvieran en cuenta la alternativa de los movimientos críticos -Esperanza Aguirre- que luego se quedaron en el amago.

El presidente del PP ganó el congreso de Valencia con el 85% de los votos a su favor. El único dirigente del partido que podría haber dado la vuelta a la situación y quitar a Rajoy era José María Aznar, pero el ex presidente del Gobierno no movió un dedo.

Un problema menor

El juicio de Camps, que el PSOE siempre quiso para la precampaña de las generales, es hoy un problema tan menor para el PP, que de lo único que se ha hablado del asunto entre sus dirigentes en los últimos días es de cómo se podría rehabilitar al ex presidente de la Generalitat ante la opinión pública si al final resulta absuelto del delito de “cohecho pasivo impropio”.

Rajoy está ahora centrado en asuntos de Estado. Hoy se dirige a la Junta Directiva Nacional del PP, máximo órgano del partido entre congresos, para plantear sus primeros nombramientos. La mayoría absoluta de los 186 diputados, añadida al hundimiento del PSOE al quedarse en 110 -como la Alianza Popular de Fraga- le da derecho a proponer en el Congreso y en el Senado los nombres de sus futuros presidentes y de la mayoría de los miembros de ambas Cámaras porque con los votos de los parlamentarios del PP le bastan para hacerse con la dirección de las Cortes.

El próximo presidente del Gobierno dejó para este fin de semana la tarea de comunicar a los elegidos sus próximos destinos en el Legislativo. En fuentes del PP se manejan los nombres de Juan Carlos Aparicio y de Jorge Fernández Díaz para la presidencia del Congreso, dado que la primera opción manejada al final de la legislatura, Ana Pastor, -como contó ayer El Confidencial- tiene todas las papeletas para entrar en el Gobierno.

En el caso del Senado son conocidas las aspiraciones al cargo de presidente del portavoz del Grupo Popular en la Cámara Alta, Pío García Escudero. Pero como en el caso de Pastor, Rajoy también podría necesitarlo para formar parte del futuro Ejecutivo. Si la continuidad es tan absoluta en el Senado como se comenta en el PP en los últimos días, el portavoz del grupo pasaría a ser un hombre de confianza de García Escudero como Antolín Sanz.

Para el Congreso se barajan más candidatos a portavoz del Grupo Popular. En medios del aparato del partido se ha manejado siempre el nombre de Esteban González Pons, pero algunos errores o excesos en la campaña electoral han llevado a que sea cuestionado para un puesto tan delicado y expuesto. Vista la avasalladora presencia de Soraya Sáenz de Santamaría en todos los encargos de Rajoy desde que ganó las elecciones, relaciones con los demás partidos y traspaso de poderes con el Gobierno socialista, han ganado posiciones en las “quinielas” del Grupo Popular miembros de su actual equipo de dirección como Alfonso Alonso, del PP vasco.

García-Tizón, en alza

Lo más novedoso en la materia es la constatación de que Arturo García- Tizón también está en el selecto equipo de dirigentes del PP que va con Rajoy a todos lados. Al aparecer hasta en el congreso del Partido Popular Europeo celebrado en Marsella -junto con Miguel Arias Cañete- se ha reactivado en el partido la creencia de que tendrá un puesto importante en el Congreso, o en el futuro Gobierno. Conoce bien la Administración, ha estado en el Ministerio de Justicia y en la dirección del Grupo Popular en dos etapas distintas, la última a las órdenes de Sáenz de Santamaría.