Es noticia
Las plantillas de la sanidad catalana sólo están garantizadas hasta el mes de junio
  1. España
PARA CUMPLIR CON LOS RECORTES DE LA GENERALITAT

Las plantillas de la sanidad catalana sólo están garantizadas hasta el mes de junio

Las plantillas de los trabajadores de la sanidad catalana sólo están garantizadas hasta el mes de junio. Oficialmente, no se habla de despidos, pero es lo

Foto: Las plantillas de la sanidad catalana sólo están garantizadas hasta el mes de junio
Las plantillas de la sanidad catalana sólo están garantizadas hasta el mes de junio

Las plantillas de los trabajadores de la sanidad catalana sólo están garantizadas hasta el mes de junio. Oficialmente, no se habla de despidos, pero es lo mismo: se les llama excedentes, que es un eufemismo como otro cualquiera. Y como sobran, hay que sacárselos de encima de alguna manera. Aprovechando el declive estival, los hospitales públicos se desharán de una parte del personal que les sobra para poder cumplir con los recortes presupuestarios que el Gobierno catalán quiere imponer. ¿Qué significa este recorte? Que habrá menos personal para atender a los usuarios y, por tanto, las listas de espera se pueden disparar. En septiembre, cuando todo debería volver a la normalidad, ésta se encontrará con unas plantillas menguadas y unas listas de espera alargadas.

En realidad, el Ejecutivo de Artur Mas quiere alargar el plazo de entrega de los presupuestos de la Generalitat para el 2011 (que no se pudo aprobar a finales del 2010 porque el Parlamento estaba disuelto por la convocatoria de las elecciones autonómicas del 28 de noviembre) para plasmar el recorte en sanidad que quiere hacer. Porque en el detalle del presupuesto es donde se plasmará el verdadero alcance de los cruciales cambios que se van a producir en el sistema sanitario catalán, hasta ahora uno de los más avanzados y equilibrados de Europa.

“Hasta que no tengan los presupuestos, no sabremos lo que quieren hacer. Sólo sabemos que nos garantizan la plantilla hasta junio. Nos presentan un plan de choque pero no conocemos en resumen lo que quieren hacer. No detallan ninguna de las medidas”, señala a El Confidencial Marisol Díaz, responsable de UGT en el emblemático hospital de Can Ruti, de Badalona, un centro con 2.500 trabajadores que es referencia en todo el mundo, especialmente por las investigaciones sobre el Sida del doctor Bonaventura Clotet.

Durante la jornada de ayer, se vivieron cortes de circulación en las principales vías barcelonesas en señal de protesta por las medidas del Gobierno. La plataforma Indignados, que tiene el apoyo de sindicatos como la Confederación General de Trabajadores (CGT) y el Sindicat de Metges congregó a última hora de la tarde a más de 5.000 personas, que cortaron el tráfico en las populares Ramblas y luego se desplazaron a la céntrica plaza de Cataluña, bajaron por Via Laietana y acabaron en la Plaza de Sant Jaume. Allí, una delegación de siete representantes de otros tantos hospitales públicos fueron recibidos por un miembro del Gobierno que se comprometió a hacer llegar a la consejería de Salud sus reivindicaciones para anular los recortes sanitarios, según manifestó a este diario uno de los presentes en la reunión.

A mediodía, tal y como había anunciado este diario, se realizaron cortes de circulación en las principales vías públicas: la Ronda de Dalt por los empleados del hospital Vall d’Hebron; la Ronda Liotral por parte de los del Hospital del Mar; la Gran Vía, por parte de los de Bellvitge; y en el centro de Barcelona, las calles Urgell y Comte d’Urgell desde el Hospital Clínico hasta la Diagonal. Y para hoy se espera una gran concentración en la plaza de Sant Jaume. A ella ya no sólo se suman los afectados por la sanidad, sino los de enseñanza, los de justicia y los de la administración pública, lo que puede generar un importante caso en la capital catalana.

La oportuna llamada de móvil

Pero la mayor alarma social se vive en los hospitales. El pasado 1 de abril, el subgerente del hospital de Bellvitge se reunió con la junta de personal para hacerles llegar un plan de choque que preveía medidas drásticas, desde cierres de plantas hasta eliminación de quirófanos. En mitad de la reunión, sonó su móvil: era el gerente del centro, reunido a la misma hora con los directivos del Instituto Catalán de la Salud (ICS), el organismo público de la consejería que da cobertura al sistema sanitario. La orden era clara: todo lo que le estaba planteando a la junta de personal del hospital quedaba anulado. Los recortes que proponía en un modélico power point quedaban obsoletos, ya que afectaban sólo a menos del 5% del presupuesto. En su lugar, debían llevarse a cabo recortes del 10% del presupuesto. Ello, unido al 3,2% de desviación del presupuesto que arrastraba el hospital del año 2010, elevaba el tijeretazo al 13,2%. Las alarmas saltaron en el hospital.

“Lo que quieren hacer es una salvajada”, señala Manel de los Riscos, representante de la CGT en Bellvitge. El dirigente sindical advierte que los trabajadores no admitirán “las medidas tan impopulares que ha anunciado la consejería. No se puede castigar a la sanidad con ellas. No puede ser que en Cataluña tengamos más coches oficiale sque en Estados Unidos y que pretendan cortar prestaciones sociales. El Gobierno ha perdido el norte y habrá una respuesta brutal no sólo por parte de los trabajadores, sino por parte de los ucuarios”, subraya De los Riscos.

Agustí Chavarría, secretario general de la UGT en Bellvitge, se queja de que nadie, oficialmente, ha dicho a los trabajadores los recortes que piensan acometer. “Esto ya no sólo afecta a la plantilla, sino al sistema sanitario”, enfatiza. Este sindicato apoyará a partir de ahora todas las movilizaciones de los trabajadores que se celebren en el sector.

Las plantillas de los trabajadores de la sanidad catalana sólo están garantizadas hasta el mes de junio. Oficialmente, no se habla de despidos, pero es lo mismo: se les llama excedentes, que es un eufemismo como otro cualquiera. Y como sobran, hay que sacárselos de encima de alguna manera. Aprovechando el declive estival, los hospitales públicos se desharán de una parte del personal que les sobra para poder cumplir con los recortes presupuestarios que el Gobierno catalán quiere imponer. ¿Qué significa este recorte? Que habrá menos personal para atender a los usuarios y, por tanto, las listas de espera se pueden disparar. En septiembre, cuando todo debería volver a la normalidad, ésta se encontrará con unas plantillas menguadas y unas listas de espera alargadas.

Cataluña Recorte sanitario Despidos