Gómez presiona para colocar a su mano derecha de número dos de Lissavetzky

El secretario general del Partido Socialista de Madrid y candidato a la Comunidad, Tomás Gómez, quiere que una de sus más estrechas colaboradoras, la diputada regional y portavoz en la Asamblea, Maru Menéndez, ocupe el puesto número dos en la lista por el Ayuntamiento de Madrid que encabezará Jaime Lissavetzky. A falta de poco menos de un mes para que el partido comience a debatir oficialmente los nombres que integrarán las listas electorales, Gómez ya ha hecho llegar a Lissavetzky sus preferencias para Madrid. Una batalla electoral en la que el rival de Gallardón tendrá que lidiar también con las heridas no cicatrizadas y las cuitas pendientes que dejaron las primarias del pasado mes de octubre.

El propio Lissavetzky anunció hace pocas semanas que una mujer sería su número dos en la lista por el Ayuntamiento. El secretario de Estado para el Deporte no dio nombres, pero todos entendieron que sería alguien de su más estrecha confianza sin que eso supusiera una afrenta al sector que ganó las primarias frente a Trinidad Jiménez. Destacados dirigentes cercanos a Lissavetzky esperan, al menos, que el candidato tenga margen para designar, directamente, a las cuatro o cinco personas que les acompañarán en los puestos de salida.

Gómez, sin embargo, apuesta fuerte porque la elegida sea Maru Menéndez, la mujer que durante los últimos años ha protagonizado los debates con Esperenza Aguirre en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, y su escudera en la Ejecutiva Federal del PSOE. Un movimiento que despierta recelos entre los colaboradores más cercanos de Lissavetzky, que consideran su presencia como número dos en la lista como la imposición, por parte de Gómez, de una “comisaria política”.

En efecto, el proceso de confección de las próximas listas amenaza con hacer saltar por los aíres las aparente paz interna que se vive en las filas del PSM desde el pasado 3 de octubre. Lissavetzky, mientras tanto, acaba de presentar al equipo de 27 personas que conforma su Oficina Electoral. Un grupo que diseñará su carrera electoral y en el que ha incluido a personas afines al ex secretario general del PSM, Rafael Simancas, como es el caso de la senadora Ruth Porta o del ex diputado autonómico, Miguel Ángel Sacaluga, pero también a Diego Cruz, miembro de la dirección regional del partido y uno de los hombres de confianza de Gómez.

“Jaime está haciendo lo imposible por cambiar las cosas y para poder hacer una buena campaña”, explica uno de los miembros de la Oficina Electoral. “Ha montado su grupo, como es tradicional, pero ha incluido a gente de todos los sectores y por eso el equipo es tan grande. No va a hacer ningún gesto que pueda enturbiar las relaciones con Tomás Gómez, pero es el otro sector el que interpreta mal todo gesto de buena voluntad. Si la situación no cambia, esto va a ser muy desagradable”.

Ninguneo a Lissavetzky

Como ya ha publicó El Confidencial, las relaciones entre Gómez y Lissavetzky son muy frías desde que éste decidió sumarse al “tándem ganador” que supuestamente pensaba formar con la ministra Trinidad Jiménez. De hecho, después de las elecciones primarias, pasaron varias semanas hasta que Gómez empezó a contestar a las llamadas de teléfono del candidato oficial al Ayuntamiento de Madrid.

En todo este tiempo, Maru Menéndez se ha convertido en la mejor representante de Gómez ante la Ejecutiva Federal del PSOE, en donde siempre se ha mostrado partidaria de las opiniones y aspiraciones del ex alcalde de Parla. En la reunión de este lunes, ella fue,  de hecho, la encargada de trasladar a Ferraz las objeciones planteadas por Gómez a la reforma de las pensiones en una intervención que fue de las más críticas. “Su estrategia es diferenciarse de Zapatero y ponerse parches para que, si pierden, puedan echarle las culpas de su derrota”, explica uno de los dirigentes críticos.