Lissavetzky aún no tiene agenda como candidato ni oficina electoral

El líder del PSM, Tomás Gómez, ha tardado casi un mes en reunirse con Jaime Lissavetzky, quien será su compañero de cartel en las próximas elecciones madrileñas. Después de las reñidas primarias que han dividido al partido en dos, Gómez esperó hasta el 25 de octubre para mantener su primera reunión de trabajo con el rival electoral de Alberto Ruíz Gallardón. Una cita que llegó precedida de varias semanas en las que Gómez no dio respuesta a las llamadas telefónicas del secretario de Estado para el Deporte, según han confirmado en el propio equipo de Lissavetzky.

En la sede del PSM, en Callao, señalan que la relación entre ambos es “normal” y niegan que pueda haber por parte de Gómez resentimiento alguno hacia quien formó, junto a la hoy ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, un tándem electoral que pretendía ser “ganador” en las primarias.  Pero las cosas no marchan bien o, al menos, como a los concejales socialistas del Ayuntamiento les gustaría. 

Sin los medios adecuados

Diecisiete días después de esa primera reunión de trabajo, Lissavetzky sigue sin contar con los medios adecuados para emprender su campaña como candidato. Callao todavía no le ha asignado una oficina donde poder citarse con colectivos y representantes de la sociedad madrileña, aunque el asunto parece que avanza “a buen término”, según explican desde su entorno. Mientras, su agenda pública sigue sin recoger actos como candidato al Ayuntamiento de Madrid y solo se centra en los aspectos deportivos a los que sigue ligado como secretario de Estado. Este jueves, por ejemplo, tiene previsto hablar sobre las expectativas de la Candidatura Ibérica de España y Portugal. Desde su equipo esperan poder cerrar en las próximas horas sus primeras apariciones  como candidato con algún acto en alguna de las agrupaciones de Madrid que podría celebrarse este mismo fin de semana. 

Sea como fuere, la sensación, extendida entre los concejales del Ayuntamiento y otros compañeros del partido, es que la pre-campaña está desarrollándose de forma muy lenta y que es necesario que Lissavetzky empiece a ejercer de forma urgente. “Da la sensación de que hay una cierta desorganización en la sede de Callao”, explica a El Confidencial uno diputado nacional del PSM. “Es una sensación de parálisis que afecta a la campaña de Jaime, pero también a la del resto de los candidatos”, añade.

“Lissavetzky tiene que empezar a trabajar cuanto antes porque no se le pueden poner más obstáculos. Jaime tiene la misma legitimidad como candidato que Tomás Gómez”, explica otro concejal del Ayuntamiento. “Lo importante ahora es que todos trabajemos unidos para sacar el mejor resultado y para ganar al PP”.

Por su parte, el portavoz socialista en el Ayuntamiento, David Lucas, señaló ayer que Lissavetzky “está activo” y que desde que fue proclamado candidato por la dirección federal del PSOE "ha estado denunciando que el alcalde de Madrid no se preocupe de solventar los problemas de Madrid y se preocupe más de insultar". En este sentido, añadió que Lissavetzky "tiene una programación que va cumpliendo" y "está muy activo”.

De momento, en su equipo de trabajo confirman que durante estos días Lissavetzky se está reuniendo con expertos en las principales áreas municipales y que, en breve, se reunirá con todos los secretarios generales de las agrupaciones de Madrid.

Nota de la redacción

Roberto Sánchez, jefe de gabinete del alcalde de Aranjuez, Jesús Dionisio, se ha puesto en contacto con El Confidencial para negar que esté sufriendo presión alguna por parte del alcalde por su apoyo en las primarias a Trinidad Jiménez. Hace referencia al artículo “Gómez se reunión con Lissavetzky el 25 de octubre tras un mes sin devolverle las llamadas”, en el que se citaba su caso entre los afectados por las represalias de Tomás Gómez, tal y como han confirmado a este diario hasta tres fuentes distintas y destacadas del PSM. 

Una de esas fuentes, explicaba en un entrecomillado recogido por este diario que “el alcalde le ha quitado funciones, no le deja participar en determinadas reuniones del Ayuntamiento y está intentando que se marche. Aunque Sánchez, de momento, está aguantando las presiones”.

Sánchez, que ha remitido una carta a este diario, explica: “Bien puedo asegurar de una manera  tajante y concluyente que ni he recibido ni estoy recibiendo presiones de la Alcaldía- Presidencia de Aranjuez para dejar mi cargo; que no se me han quitado funciones en el desempeño de mi trabajo; que participo en todas las reuniones en las que venía participando meses atrás; y que nadie en este Ayuntamiento, y menos desde esta Alcaldía, están intentado que Roberto Sánchez deje su trabajo y se marche de Aranjuez”.