Es noticia
Los partidos catalanes trabajan con una fecha para las elecciones: el 28 de noviembre
  1. España
LA CAMPAÑA COMENZARÍA DESPUÉS DE LA VISITA DEL PAPA

Los partidos catalanes trabajan con una fecha para las elecciones: el 28 de noviembre

Las elecciones catalanas ya tienen una fecha probable: el 28 de noviembre del 2010. Es la que todos los partidos manejan como la más probable para

Foto: Los partidos catalanes trabajan con una fecha para las elecciones: el 28 de noviembre
Los partidos catalanes trabajan con una fecha para las elecciones: el 28 de noviembre

Las elecciones catalanas ya tienen una fecha probable: el 28 de noviembre del 2010. Es la que todos los partidos manejan como la más probable para que se convoquen los comicios. De no ser ese día, deberían adelantarse hasta el 24 de octubre, cosa que todos consideran poco probable. De hecho, hay margen para la convocatoria hasta el 15 de diciembre.

“El 31 de octubre, que es domingo, cae en medio de un puente y la asistencia a las urnas sería muy baja -explican desde un partido-. El fin de semana siguiente es la visita del Papa, por lo que se descarta de plano. Lo más probable, entonces, es que empiece la campaña después de esta visita y, con ello, nos vamos a finales de noviembre como fecha probable para las elecciones”.

Fuentes socialistas señalan que el presidente de la Generalitat, José Montilla, no es partidario de adelantar los comicios. “Le gusta agotar todos los plazos -señalan estas fuentes-. Al final, dependerá de él mismo la fecha exacta, pero nosotros también trabajamos con la vista puesta en noviembre como el mes más probable de las elecciones”. Por ello, dadas las circunstancias coyunturales, el 28 de noviembre es la fecha que menos haría variar el calendario previsto después de los cuatro últimos años de legislatura.

De todos modos, todas las fuentes coinciden en señalar que los resultados no variarán sustancialmente si se convocan en octubre o en noviembre, ya que la coyuntura será exactamente la misma. Para entonces, las repercusiones de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán ya estarán neutralizadas.

Nuestra principal preocupación será el efecto que las cifras del paro puedan tener en el ánimo de la gente”, señala una fuente socialista. En el mes de septiembre, según todas las previsiones, el desempleo sufrirá un repunte importante como consecuencia de que se acaban los contratos temporales del verano. “Hemos de ser capaces de hacer ver que, a pesar de ese repunte, la situación va mejorando. Los ciudadanos se han de dar cuenta de que comenzamos a tomar medidas y la crisis comienza a ser superada. Nuestros esfuerzos habrán de dedicarse a la lucha contra la crisis, que es el principal elemento que tenemos en contra”, añade la misma fuente.

Estrategia contra estrategia

Desde la oposición, quien espera sacar mayor tajada es Convergència i Unió (CiU), la favorita en las encuestas. Su líder, Artur Mas, ya acaricia el sillón presidencial después de que algunos sondeos le auguren un resultado que en ocasiones roza la mayoría absoluta. La estrategia de los convergentes es oponer CiU a Tripartito, con lo que polarizan la campaña visualizando a tres rivales diferentes (PSC, ERC e ICV) en uno solo. Ésa es la estrategia que quieren romper los socialistas, quienes focalizarán su propia estrategia visualizando que son “los únicos socios moderados y serios” del Gobierno.

“El PSC no ha tenido escándalos. No ha realizado campañas contra el Gobierno, como los otros socios, que a veces no se enteran de que ellos son Gobierno y de que no pueden salir a la calle a protestar y estar mandando al mismo tiempo. Los socialistas nos hemos dedicado exclusivamente a trabajar y hemos mantenido una exquisita neutralidad institucional. Eso, la gente lo percibe y esperamos transmitirlo. El ciudadano no es tonto y sabe distinguir quién hace las cosas bien”. Se tratará, pues, de anteponer PSC a CiU, ya que “el Tripartito no se presenta. Quienes se presentan son tres partidos que forman parte del Gobierno, pero con diferencias sustanciales entre ellos”.

Todos restan, de momento, credibilidad a las encuestas y opinan que los resultados finales no serán los que se prevén en los sondeos que se han realizado hasta ahora. “Nuestras perspectivas son buenas, pero hemos de seguir trabajando mucho para mantenernos -dice un alto dirigente de CiU a este diario-. Es cierto que nosotros, como el PP, tenemos ya movilizado a un elevado porcentaje de nuestros votantes y que el PSC, por ejemplo, no ha empezado todavía, por lo que en los próximos meses es muy posible que recupere terreno. ERC sí que tiene grandes problemas para movilizar a sus electores e ICV tiene un público muy fiel, aunque su techo electoral es muy bajo”.

Desde CiU, se reconoce que la sentencia del Estatuto no será un elemento fundamental que pueda incidir en el resultado electoral. “Hay dos elementos que sí tendrán un peso importante: el primero, la crisis, que pasará factura. El segundo, la desastrosa gestión, o no gestión, del Tripartito en estos años. En Cataluña no ha habido un Gobierno sólido y homogéneo. Aparte de las peleas entre los socios o de los problemas internos que haya tenido cada uno de ellos, el Gobierno ha estado paralizado en los temas verdaderamente importantes. Han sido incapaces de gobernar y de tomar decisiones”, dicen estas fuentes.

Las espadas, pues, están en alto. Todos tienen las miradas posadas en el mes de noviembre, aunque no descuidan su retaguardia y están alerta por si Montilla decide, en un golpe de efecto, adelantar los comicios.

Las elecciones catalanas ya tienen una fecha probable: el 28 de noviembre del 2010. Es la que todos los partidos manejan como la más probable para que se convoquen los comicios. De no ser ese día, deberían adelantarse hasta el 24 de octubre, cosa que todos consideran poco probable. De hecho, hay margen para la convocatoria hasta el 15 de diciembre.

Cataluña José Montilla