Los concejales de CiU y PSC de Ascó desoyen a su dirección: quieren el cementerio nuclear

Las presiones de las cúpulas de los partidos políticos y de la Administración catalana no han hecho mella en los concejales de la localidad tarraconense de Ascó: los ediles aprobaron esta mañana presentar la candidatura de su pueblo a albergar el almacén temporal de residuos (ATC) nucleares, la apuesta más arriesgada que ha realizado el alcalde convergente, Rafael Vidal en lo que lleva de mandato. Con esta decisión, Ascó se suma, por el momento, a Yebra, en Guadalajara, como opción para albergar esta instalación, que reportaría en los próximos 60 años la creación de 300 empleos, la instalación de un Centro de Tecnología Nuclear y una inversión anual que oscila entre los seis y los 12 millones de euros para la zona.

 

Precisamente estos “beneficios” económicos y empresariales para la comarca y el municipio han sido los argumentos esgrimidos por Vidal para presentar la propuesta. Los cuatro concejales de Convergència i Unió, haciendo oídos sordos a las amenazas de expulsión de la dirección del partido, votaron a favor, lo mismo que el único concejal del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), inmune a las advertencias del presidente de la Generalitat, José Montilla, que incluso se declaró abiertamente antinuclear. Tampoco hicieron mella las continuas declaraciones de los máximos dirigentes de ERC y de ICV, Joan Puigcercós y Joan Herrera respectivamente, que el pasado domingo encabezaron una manifestación de protesta contra la propuesta. Dos concejales independientes también votaron a favor y otros dos votaron en contra. El resultado fue inapelable; siete contra dos.

“Hay mucha hipocresía política en este debate sobre el almacén nuclear. Los políticos se posicionan en contra por creer que están con una supuesta mayoría de ciudadanos que rechaza la instalación, pero hay que defender el futuro de Ascó y de la comarca y esta instalación traerá beneficios y es segura”, dicen a El Confidencial fuentes próximas a los concejales que han votado a favor en el pleno de este mediodía.

El alcalde considera que, en la actualidad, la central nuclear de Ascó es “la principal empresa del sur de Catalunya y en estos momentos de crisis continúa creando puestos de trabajo”. Y se ha felicitado de que, pese a que la decisión de establecer la central “fue del Estado español” (en 2006, precisamente cuando José Montilla era ministro de Industria), en esta ocasión “tenemos la oportunidad de tomar una decisión libre y democrática sobre esta industria”. Vidal sostiene que, tras haber consultado en la UE sobre los incidentes que han originado instalaciones similares en Holanda, Hungría, Francia y Gran Bretaña, la respuesta dada por Europa fue: “Cero”. “El riesgo es nulo –explicó-. Afirmar lo contrario es crear una alarma social injustificada”.

El alcalde también ha dicho hoy que la decisión de acoger el ATC no tiene que ver “con el dinero”, lo que ha provocado las risas de algunos de los presentes en el pleno. “Estamos hablando de diversificación económica que no beneficiará sólo a Ascó, sino a toda la comarca”. También ha defendido que las instalaciones que acompañarán al ATC permitirán cambiar el modelo económico de la zona. “Es una oportunidad de futuro que no podemos dejar escapar”, subrayó, para explicar que el almacén "trae asociado un parque tecnológico que investigará cómo extraer el potencial energético del combustible almacenado. Llamar residuo a ese potencial es desconocimiento".

Tras la exposición del alcalde, el concejal independiente Antoni Casanova negó su apoyo al equipo de gobierno diciendo: “No puedo dar apoyo al proyecto, no por estar en contra de la instalación, sino por las formas y el desprecio a los vecinos”.