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La suerte de llamarse López Bofill
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La suerte de llamarse López Bofill

Apellidarse López Bofill podría ser una característica anodina sin ningún resultado práctico. Pero si uno tiene como padrino, políticamente hablando, al vicepresidente de un gobierno, la

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La suerte de llamarse López Bofill

Apellidarse López Bofill podría ser una característica anodina sin ningún resultado práctico. Pero si uno tiene como padrino, políticamente hablando, al vicepresidente de un gobierno, la cosa cambia. Es lo que ocurre con Héctor López Bofill, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, uno de los intelectuales más activos en pro del soberanismo catalán y, en definitiva, del independentismo. Su padrino es Josep Lluís Carod-Rovira. Fue éste quien, a pesar de la negativa de la cúpula de ERC de permitir su afiliación, dio la cara por él y, en marzo del año pasado, firmó el aval del joven catedrático para que ingresase en el partido como miembro de pleno derecho.

Aunque López Bofill se convirtió pronto en una de las caras de la corriente crítica Esquerra Independentista (que lidera el diputado Uriel Bertran), su relación con Carod-Rovira ha sido siempre excelente. Y su padrino le ha correspondido. Tanto que, en el último trimestre del 2008, ha tenido a bien concederle un buen puñado de euros para premiar su labor. En concreto, López Bofill recibió 4.000 euros para el proyecto de investigación 'El derecho y las instituciones catalanas anteriores a 1714 como proyecto de modernidad'. Así lo recoge el Diario Oficial de la Generalitat del pasado lunes día 8.

No fue la única condescendencia con él, ya que en la misma fecha recibió otros 3.500 euros más por el premio Idees de ensayo breve. Este premio, otorgado por la vicepresidencia del Gobierno catalán busca fomentar la elaboración de trabajos de investigación y estudio sobre temas contemporáneos. El año pasado, para conmemorar los 75 años de la muerte del presidente Francesc Macià, valoraba “especialmente los trabajos dedicados al estudio de los procesos de soberanía y de emancipación política”. Y la propia convocatoria advertía que el premio “es compatible con la obtención de otras ayudas, subvenciones o premios para la misma finalidad, procedentes de cualquiera de las administraciones o entidades públicas o privadas, estatales o internacionales, siempre que el importe de las subvenciones no supere aislada o conjuntamente el coste de la actividad subvencionada”. López Bofill ganó el premio con la obra 'Una teoría del Estado en tres capítulos', donde reflexiona sobre la nueva forma de construir estados en el siglo XXI al margen de las estructuras clásicas.

La Plataforma bendecida

El joven catedrático lleva años vinculado al estudio de los procesos de soberanía y en cierto modo se había erigido ya en icono de la Cataluña soberana a través de plataformas para difundir la ideología independentista. Su primera gran proyección pública se produjo a finales del verano de 2006, con la creación de la Plataforma Sobirania i Progrès junto a destacados dirigentes de Esquerra. Entre éstos, se hallaban el actor Joel Joan, la escritora Maria Mercè Roca, la profesora de Economía Elisenda Paluzie, el empresario y presidente de la Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas Xavier Vinyals, y el historiador Oriol Junqueras, que ha sido el cabeza de lista de ERC en las pasadas elecciones europeas. Posteriormente, se adhirieron a la plataforma, entre otros, el sociólogo Salvador Cardús, la escritora Isabel-Clara Simó, el ex presidente de ERC y hoy dirigente de Convergència Angel Colom o Ramon Tremosa, que curiosamente fue el candidato de CiU en las últimas europeas. El alma mater y la referencia de la nueva plataforma, sin embargo, era López Bofill.

Y precisamente esta organización ha sido otra de las grandes beneficiarias de las ayudas públicas. A finales del año pasado, la Plataforma Sobirania i Progrés recibió, también del departamento de Carod, 50.000 euros para el “plan de crecimiento de la red territorial”. No ha sido la única ayuda. Con anterioridad, en mayo del 2008, recibió otros 120.000 euros del Departamento de Cultura -en manos del republicano Joan Manuel Treserras- para elaborar el documental Catalonia is different. Con anterioridad, se había llevado de las arcas públicas otros 125.000 euros para el “plan de acción 2007”, sin ninguna finalidad concreta. En total, 290.000 euros en poco más de dos años de vida.

El mapa turístico identitario

Pero arrimarse a Sobirania i Progrés puede traer tanta suerte como apellidarse López Bofill. El pasado año, el consejero de Innovación, Universidades y Empresa -el también republicano Josep Huguet- decidió crear un “mapa turístico identitario”. En otras palabras, quería vender Cataluña y explotar su patrimonio arquitectónico, mitos y leyendas, de manera similar a como lo hacen Francia o Escocia, según denunció el diario El País. Para ello, destacó 40 elementos del patrimonio histórico-cultural de Cataluña que podrían tener un elevado potencial turístico y realizó 40 fichas-estudios. Localizó a 24 estudiosos y les encargó la elaboración de estas fichas por un monto total de 43.000 euros. De los estudiosos contratados, siete eran de Sobirania i Progrès, entre los que se encontraba Oriol Junqueras.

El mundo del soberanismo, pues, se ha mostrado muy activo. Pero también es cierto que el mayor peso político recae sobre los hombros de los lópeces, como se conoce a López Bofill y al dirigente de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y ex miembro del CGPJ Alfons López Tena. Ambos fundaron, el 10 de septiembre del 2007, el Cercle d’Estudis Sobiranistes. Los dos estudiosos del derecho forman un tándem que busca huir de su identificación a partido alguno y navegan a caballo entre Convergència y Esquerra. Entre sus colaboradores, vuelven a repetirse algunos nombres de la Plataforma Sobirania i Progrès, como Ramon Tremosa, Elisenda Paluzie, Xavier Vinyals o Isabel-Clara Simó. Pero también aparecen rostros nuevos, como varios ex consejeros de Jordi Pujol: Carme Laura Gil, Agustí Bassols (que hace poco presentó su plataforma Sobirania i Justícia), o Joan Vallvé. En esta nueva plataforma se encuentran encuadrados, asimismo, Joaquim Tosas, ex director general de la Generalitat en los años 80 y 90, ex presidente del Puerto de Barcelona y ex presidente de la empresa pública Adigsa; Pilar Dellunde, dirigente de ERC; Jaume Renyer, hasta hace poco dirigente de la corriente crítica EI de Esquerra; o Daniel Clivillé, presidente del Grup Hayek, think tank vinculado a Convergència. En resumen, un amplio abanico de representantes de CiU y ERC unidos por una causa común.

Apellidarse López Bofill podría ser una característica anodina sin ningún resultado práctico. Pero si uno tiene como padrino, políticamente hablando, al vicepresidente de un gobierno, la cosa cambia. Es lo que ocurre con Héctor López Bofill, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, uno de los intelectuales más activos en pro del soberanismo catalán y, en definitiva, del independentismo. Su padrino es Josep Lluís Carod-Rovira. Fue éste quien, a pesar de la negativa de la cúpula de ERC de permitir su afiliación, dio la cara por él y, en marzo del año pasado, firmó el aval del joven catedrático para que ingresase en el partido como miembro de pleno derecho.

Josep Lluis Carod-Rovira