Batalla entre fiscales para hacerse con la plaza de Anticorrupción de Cataluña

Los fiscales españoles libran una sorda batalla para ocupar una plaza en la Fiscalía Anticorrupción de Cataluña. David Martínez Madero, que se ocupaba de estas tareas en Barcelona, fue nombrado hace escasos días nuevo director de la Oficina Antifraude (OAC) de la Generalitat y ahora se busca sustituto para la vacante que ha dejado. El fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, deberá decidir el nombramiento en los próximos días y ya ha consultado a la Junta de Fiscales para ello.

La Fiscalía Anticorrupción de Barcelona funciona ahora a medio gas. Los fiscales destacados en esta unidad eran Martínez Madero y Emilio Sánchez Ulled. Este último, ha de compaginar estas tareas con las de presidente de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), cargo que asumió después de dimitir como portavoz de la Fiscalía del Tribunal Superior.

A pesar de disponer de pocos recursos, los asuntos que llegan a Anticorrupción se han disparado en los últimos años. Por sus despachos han pasado temas tan complejos e importantes como el de Grand Tibidabo, que implicaba al financiero Javier de la Rosa; el de la Mutua Universal, cuyas dependencias fueron registradas; el de los miembros de las fuerzas de seguridad que habían tejido una red de corrupción; el caso Bañuelos (donde se acusaba a Enrique Bañuelos y a María Reig de utilizar información privilegiada para enriquecerse ilícitamente); el caso Hacienda, que en septiembre sentará en el banquillo a un grupo de inspectores del fisco que presuntamente cobraban a empresarios por favores; etcétera.

Tres aspirantes

De momento, hay tres nombres que se posicionan para ocupar el deseado puesto. El primero es el de Fernando Bermejo, a quien apoyan los estamentos judiciales barceloneses. Bermejo es un hombre joven pero bregado en estos menesteres. A su favor tiene el hecho de que, además de atender a su zona, ya viene realizando tareas de refuerzo en Anticorrupción desde hace año y medio. Éste es el fiscal que llevó el peso de las investigaciones sobre la red de presuntos guardias civiles y policías corruptos -varios de ellos están en la cárcel- y fue quien dirigió las pesquisas contra los dos grandes prostíbulos de Castelldefels, el Saratoga y el Riviera. Sus peticiones fueron avaladas primero por la jueza Elisabet Castelló y luego por la Audiencia, que avalaron el cierre de ambos prostíbulos.

Otro de los nombres que suenan es el de Abel Andrade, a quien apoya la UPF y que también goza de prestigio dentro de la institución. El tercer nombre es el de Fernando Maldonado. Este fiscal está avalado por Martín Rodríguez Sol, representante del sector más conservador de la fiscalía y a quien incluso se ha vinculado en diversas ocasiones con el Opus Dei. “Lo que pretende este sector es sentar a uno de los suyos en un lugar clave que siempre se le ha escabullido”, dice una fuente conocedora de los entresijos de la batalla. Conscientes de que Anticorrupción es un grupo de enorme trascendencia, el ala conservadora de los fiscales ya ha hecho llegar el nombre de Maldonado a Conde Pumpido.

Emilio Sánchez, por su parte, señaló a El Confidencial que “los tres nombres son excelentes profesionales y están perfectamente capacitados para llevar los temas de anticorrupción. Lo único que pido es que decidan cuanto antes al sustituto, porque se nos avecinan grandes juicios y hemos de emplearnos a fondo”. Sánchez se refiere, por ejemplo, al juicio contra los inspectores de Hacienda, que comenzará en septiembre. Este juicio durará siete meses y le absorberá por completo.

“La candidatura de Maldonado no ha sentado bien”

Entre la clase política, se sigue con interés la larvada batalla por hacerse con el puesto. Fuentes del Gobierno catalán señalaron a este diario que “cualquier nombre será bienvenido”, pero oficiosamente reconocen que “la candidatura de Maldonado no ha sentado nada bien”. Al sector más conservador se le vincula al sindicato Manos Limpias. Precisamente fue este grupo quien denunció ante la fiscalía el caso de los informes sospechosos del Gobierno autonómico. Y apuntan un detalle: en vez de presentar la querella ante la fiscalía Anticorrupción esperaron a que una fiscal conservadora estuviese de guardia para personarse en los juzgados. La triquiñuela levantó críticas por parte de Anticorrupción. “Si hubiese habido algún atisbo de irregularidades, se le hubiese dado igualmente luz verde a la denuncia”, aseguran fuentes de la fiscalía.

Fuentes del sector de la fiscalía manifestaron a El Confidencial que quien tiene más números para obtener la plaza es Bermejo “por cuestiones de méritos y eficacia”. Otra fuente señala que “lo razonable es que Bermejo se quede en el puesto, ya que ha trabajado como adjunto y conoce los temas. Pero la decisión queda en manos del fiscal general, que ha de valorar la idoneidad de cada cual o, en último extremo, efectuar un nombramiento “político”.