Rajoy sigue respaldando a Camps, pero en el PP le dan por ‘políticamente muerto’

¿Está ’políticamente muerto’ Francisco Camps? La dirección del Partido Popular viene asegurando en las últimas horas que no, que las informaciones publicadas por El País no tienen consecuencias legales y que terminarán diluyéndose. Sin embargo, otros miembros del Comité Ejecutivo y diputados ‘populares’ aseguran lo contrario: que la carrera política de Camps tiene los días contados. Concretamente, los que quedan hasta las próximas elecciones autonómicas, sobre todo teniendo en cuenta que el presidente popular aseguró en su día no conocer a El Bigotes, algo que ha quedado demostrado ser falso. 

La conversación de Camps con Álvaro Pérez, filtrada al diario El País, no ha cambiado un ápice el respaldo otorgado por Rajoy y su equipo más próximo, ya que se considera que es un paso más en la estrategia de acoso al PP. Se afirma incluso que “detrás está la mano de la policía política de Rubalcaba”. Y es que en el PP creen que la filtración ha partido de ahí. Todo un “atentado contra la intimidad personal de Camps, propio de dictaduras bananeras”, afirman.

De hecho, ésa va a ser la línea de respuesta del PP, dado que consideran que la filtración es delito y, además, supone un “auténtico atentado al Estado de Derecho y a la Constitución”. A partir de ahí, estas fuentes añaden que lo único que cabe deducir de las conversaciones es que Camps y Pérez “son amigos, y hasta ahora, que se sepa, tener amigos no es un delito”. En el PP están absolutamente convencidos de que no se va a poder demostrar ningún atisbo de delito en la actitud de Camps y que todo esto es fruto del “acoso político”.

Estrategia equivocada

Con todo, fuentes de la Dirección aceptan que quizás el presidente valenciano se ha equivocado en su línea de defensa: negarlo todo. “Es evidente que son amigos”, señalan, “y él dijo que no lo eran. A lo mejor tenía que haber reconocido esa amistad, porque es normal que los amigos se hagan regalos y nadie puede criticarle por eso, pero sí por negar lo evidente”. De hecho, en Génova no están contentos con la reacción de Camps y consideran que debía haber consultado más con Madrid, aunque entienden que “lo está pasando muy mal”.

Si se sale del núcleo reducido del Comité de Dirección, entonces la cosa cambia y las críticas se vuelven más firmes. Incluso se ponen plazos y estrategias y se dice que Camps dejará la Presidencia de la Generalitat Valenciana en las próximas elecciones, cuando haya cumplido ocho años de mandato, igual que hicieran Aznar en Madrid y Zaplana en Valencia, y que esa será la excusa que ponga para dar paso a otro candidato. Claro que resulta muy prematuro hacer este tipo de especulaciones.

“Se ha equivocado. No se puede ser amigo de un delincuente, y además darle contratos, aunque todo sea legal, porque ya estás bajo sospecha”, señalan fuentes parlamentarias del PP. Lo que más critican quienes creen que Camps ya no puede ser el próximo candidato es que “nos haya engañado. Dijo que no era amigo de Pérez, y es evidente que lo es, porque las grabaciones son auténticas”. De hecho, diputados valencianos reconocen perfectamente a Camps en sus frases: “Es muy típico de él decir eso de te quiero un huevo o llamarte amiguito”, señalan. “Y le gustan las lealtades inquebrantables”, añaden.