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Urkullu: un acuerdo entre el PP y el PSE supondrá un "golpe institucional"
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Urkullu: un acuerdo entre el PP y el PSE supondrá un "golpe institucional"

El presidente de la ejecutiva del PNV, Iñigo Urkullu, ha dicho en Bilbao que un acuerdo entre el PP y el PSE para "sacar" del Gobierno

Foto: Urkullu: un acuerdo entre el PP y el PSE supondrá un "golpe institucional"
Urkullu: un acuerdo entre el PP y el PSE supondrá un "golpe institucional"

El presidente de la ejecutiva del PNV, Iñigo Urkullu, ha dicho en Bilbao que un acuerdo entre el PP y el PSE para "sacar" del Gobierno Vasco "a la fuerza más votada" supondrá un "golpe institucional" fruto de un "modelo de Estado" pactado entre las dos formaciones. En una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por los presidentes del PNV de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, Urkullu ha dicho que esta semana y la próxima celebrarán reuniones con el resto de partidos para buscar un "acuerdo de amplia base" que proporcione estabilidad a las instituciones vascas.

Urkullu ha respondido al PSE, que le pidió ayer que arrimara el hombro para apoyar un gobierno liderado por Patxi López, que su partido "siempre" lo hace "porque siempre ha estado por construir" y, como ejemplo, ha recordado que el PNV ha "respaldado los Presupuestos Generales del Estado". Pero, ha añadido, que es el PNV el que pide "a los demás que arrimen el hombro desde la legitimidad de ser el partido más votado" en las elecciones vascas del pasado domingo, circunstancia que, a su juicio, "no pueden obviar otros" para "dar un golpe institucional".

Urkullu ha abogado por "un acuerdo de amplia base que permita fortalecer las instituciones vascas" para afrontar las consecuencias de la crisis económica y profundizar en el autogobierno. Con ese objetivo ha propuesto "instaurar una nueva cultura política basada en el diálogo y la cooperación entre diferentes para alcanzar un sólido común denominador que permita impulsar desde las instituciones" medidas para avanzar en el desarrollo económico, y ha pedido "no caer en la tentación de abonar el terreno de la política de frentes".

A su juicio, "es el momento de la responsabilidad y del liderazgo compartido", porque "los problemas son de tal magnitud que es urgente compartir el diagnóstico y acordar entre una amplia mayoría" las soluciones. Ha aclarado que la ronda con el resto de partidos no es sólo para designar un lehendakari o la Mesa del Parlamento, sino para "completar cuatro años de legislatura".

Además, ha dicho que "sería irresponsable" someter a las instituciones vascas a la "inestabilidad o a experimentos que puedan valer para llegar a Ajuria Enea, pero que luego indefectiblemente llevarán a gobernar Euskadi desde el frentismo o, si no, a la parálisis de nuestro sistema institucional".

"30 son más que 24"

Urkullu ha advertido de la "evidente desestabilización institucional" que conllevaría el hecho de que, "a cambio" de su apoyo a Patxi López, el PP reclame modificaciones que afecten a otras instituciones vascas, y eso -ha indicado- se puede producir porque "el único objetivo de algunos partidos es constituir un frente en un sistema de golpe institucional al resultado de las últimas elecciones" que dieron al PNV ganador. En cualquier caso, ha dicho que "30 son más que 24", en referencia al número de parlamentarios logrados por PNV y PSE, respectivamente, como primera y segunda fuerza en votos y, por ello, corresponde al partido nacionalista "hacer el ejercicio de intentar conformar el gobierno".

Según Urkullu, transmitir ahora que el PNV gobierna en la Diputación de Álava o en Guipúzcoa sin haber sido la fuerza más votada "es una mentira en sí misma" porque los nacionalistas "dejaron al PSE que negociara para llegar a los acuerdos pertinentes con otras formaciones y no los alcanzaron, pero no por una maniobra del PNV sino por su incapacidad para llegar a acuerdos".

El PNV se ha citado esta semana con el resto de partidos, comenzando por el PSE, aunque no se podrá reunir con el PP hasta la próxima semana por problemas de agenda.

El presidente de la ejecutiva del PNV, Iñigo Urkullu, ha dicho en Bilbao que un acuerdo entre el PP y el PSE para "sacar" del Gobierno Vasco "a la fuerza más votada" supondrá un "golpe institucional" fruto de un "modelo de Estado" pactado entre las dos formaciones. En una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por los presidentes del PNV de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, Urkullu ha dicho que esta semana y la próxima celebrarán reuniones con el resto de partidos para buscar un "acuerdo de amplia base" que proporcione estabilidad a las instituciones vascas.

Urkullu ha respondido al PSE, que le pidió ayer que arrimara el hombro para apoyar un gobierno liderado por Patxi López, que su partido "siempre" lo hace "porque siempre ha estado por construir" y, como ejemplo, ha recordado que el PNV ha "respaldado los Presupuestos Generales del Estado". Pero, ha añadido, que es el PNV el que pide "a los demás que arrimen el hombro desde la legitimidad de ser el partido más votado" en las elecciones vascas del pasado domingo, circunstancia que, a su juicio, "no pueden obviar otros" para "dar un golpe institucional".

Urkullu ha abogado por "un acuerdo de amplia base que permita fortalecer las instituciones vascas" para afrontar las consecuencias de la crisis económica y profundizar en el autogobierno. Con ese objetivo ha propuesto "instaurar una nueva cultura política basada en el diálogo y la cooperación entre diferentes para alcanzar un sólido común denominador que permita impulsar desde las instituciones" medidas para avanzar en el desarrollo económico, y ha pedido "no caer en la tentación de abonar el terreno de la política de frentes".

A su juicio, "es el momento de la responsabilidad y del liderazgo compartido", porque "los problemas son de tal magnitud que es urgente compartir el diagnóstico y acordar entre una amplia mayoría" las soluciones. Ha aclarado que la ronda con el resto de partidos no es sólo para designar un lehendakari o la Mesa del Parlamento, sino para "completar cuatro años de legislatura".

Además, ha dicho que "sería irresponsable" someter a las instituciones vascas a la "inestabilidad o a experimentos que puedan valer para llegar a Ajuria Enea, pero que luego indefectiblemente llevarán a gobernar Euskadi desde el frentismo o, si no, a la parálisis de nuestro sistema institucional".