La juez archiva la demanda del doctor Santiago Dexeus contra sus socios

La titular del juzgado de lo social número 32 de Barcelona, María Victoria López, ha archivado la demanda del doctor Santiago Dexeus contra sus socios de la compañía Consultorio Dexeus SA, a los que acusaba de haberle despedido. La magistrada evita tratar el asunto y considera que, oficialmente, Santiago Dexeus continúa siendo socio de la compañía y se trataría, en todo caso, de una cuestión mercantil.

 

El eminente ginecólogo y sus socios -entre los que se encuentra el no menos eminente Pedro Barri, jefe de Ginecología, Obstetricia y Reproducción de la Clínica Dexeus- acordaron en 1995 que la edad de jubilación sería de 60 años para los que la quisiera voluntaria o, de lo contrario, los socios deberían jubilarse obligatoriamente a los 65 años. En ese momento, sus acciones deberían ser vendidas a la sociedad o a los restantes socios. Santiago Dexeus es el accionista mayoritario de la empresa, ya que cuenta con un 23% de los títulos, pero al primero que le aplicaron esta medida fue, precisamente, a su hermano José María Dexeus, que se retiró cuando cumplió los 65 años.

 

En junio del 2000, todos los accionistas de la empresa firmaron un documento en el que reconocían que “si bien Santiago Dexeus debería cesar en su actividad y como accionista de la compañía por haber llegado a la edad de jubilación, y en aplicación de los pactos de fecha 25-5-1995 y 31-6-1995, debido a la situación del sector y con la finalidad de facilitar una reestructuración interna de la compañía que asegure su crecimiento externo, su fortalecimiento en el sector y facilitar la transición entre las distintas generaciones que conformaban el accionariado de la compañía, se extendía la vigencia de los contratos para el doctor Santiago Dexeus hasta el 31 de diciembre de 2002”. En esa fecha, también deberían causar baja otros dos médicos de Consultorio Dexeus.

 

Al pie del cañón

 

Sin embargo, aunque sus compañeros pasaron al retiro, el ginecólogo siguió al pie del cañón. Tanto es así que el 31 de marzo del 2004 firmó un nuevo pacto que señalaba que aunque debía haberse jubilado el 31 de diciembre del 2002, se extendía la vigencia de su contrato hasta el 31 de diciembre del 2004.

 

De nuevo, el doctor eludió sus compromisos y en mayo del 2007 demandó a sus socios y pidió un auto arbitral. La decana del Colegio de Abogados de Barcelona, Silvia Giménez-Salinas, falló en junio del 2008 contra Santiago Dexeus: desestimaba sus peticiones, decía que debía causar baja y que debía transmitir sus acciones a los demás socios o a la sociedad cuando el laudo fuese firme. En septiembre, el doctor acudió a la Audiencia para que anulase estas conclusiones y la respuesta de ésta no ha llegado todavía.

 

En medio de la polémica con sus socios, la compañía le ofreció, en enero del año pasado, un contrato profesional según el cual podía seguir ejerciendo la medicina en sus instalaciones en calidad de presidente honorario de la misma, además de ser médico consultor del servicio de Ginecología, Obstetricia y Reproducción. Para ello, sin embargo, debía causar baja como accionista por jubilación, transmitir sus acciones y desistir del procedimiento arbitral iniciado en mayo del año anterior.

 

La situación se tensó en otoño: la compañía le envió una carta el 29 de octubre comunicándole la extinción de su contrato el 19 de diciembre por jubilación obligatoria. Y el 19 de diciembre, tras la reunión de la junta general, ésta le envió otra comunicación advirtiéndolo que había sido expulsado como socio. Ahora todo depende de que la Audiencia dictamine sobre la ratificación o la anulación del laudo de la presidenta del Colegio de Abogados. Si ratifica, Dexeus debe ceder sus acciones a los socios. Si lo anula, al doctor le quedaría aún mucha munición por gastar contra sus “ex socios y ex amigos”.