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Se rompe la tregua en el Grupo Zeta: los trabajadores amenazan con nuevas movilizaciones
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PIDEN DE NUEVO LA INTERMEDIACIÓN DE LA GENERALITAT

Se rompe la tregua en el Grupo Zeta: los trabajadores amenazan con nuevas movilizaciones

El conflicto interno que padece el Grupo Zeta, propiedad de Antonio Asensio Mosbah, se ha recrudecido en los últimos días, tras cinco reuniones en las que

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Se rompe la tregua en el Grupo Zeta: los trabajadores amenazan con nuevas movilizaciones

El conflicto interno que padece el Grupo Zeta, propiedad de Antonio Asensio Mosbah, se ha recrudecido en los últimos días, tras cinco reuniones en las que empresa y trabajadores no han llegado a ningún acuerdo e incluso han alejado posturas. Los comités de empresa llamaron ayer al director general de Relaciones Laborales de la Generalitat, Salvador Álvarez, para que medie otra vez en el conflicto. Álvarez fue el artífice de la desconvocatoria de la huelga que habían previsto los empleados los días 15 y 16 de enero. 

El expediente de regulación de Zeta preveía en un principio el despido de 531 personas, pero tras la intermediación de la Generalitat se abrió un periodo de negociaciones que rebajaba en unas 60 personas esa cifra. Según la coordinadora estatal de comités de empresa del grupo, en el punto tercero de los acuerdos, la compañía se comprometió a rebajar el número de afectados por el expediente pero, “en lugar de ello, y reunión tras reunión, se han ido incrementando los números de cada una de las empresas, en algunos casos de alguna forma más que ostensible, llegando casi a duplicarlos”. 

Fuentes del Grupo Zeta desmintieron a El Confidencial tal afirmación. “En la bolsa de despedidos contabilizan a los trabajadores de la revista OK, pero éstos no pueden entrar porque Zeta ha vendido ya su participación en ella y, por lo tanto, pertenecen a otro grupo. Además, se quejan de los despidos en Zeta Gestión de Medios cuando los contratos que había en esta empresa eran contratos de obra. Se acabó el trabajo y, lógicamente, la relación laboral entre la empresa y los empleados. Por ello, entendemos que estos puestos de trabajo no se pueden contabilizar al no tener ya esas personas relación contractual con el grupo”. 

Los sindicatos se quejan también de que se les ha ninguneado y no se les ha entregado la documentación a que se había comprometido la empresa. Tan sólo en la reunión de ayer se les entregó una relación del personal, pero sin especificar cuántos afectados había por compañía. “La sensación general ha sido que la empresa sólo pretendía cubrir el trámite de cara a la galería, convirtiendo la negociación en una mera fase informativa sin pretender entrar nunca al detalle de las causas reales que motivaban las salidas ni aceptar ninguna de las soluciones alternativas al plan que proponía la representación de los trabajadores. Ante todas las cuestiones, la única respuesta ha sido el silencio o la evasiva directa”, señala un comunicado de la coordinadora de comités enviado a los trabajadores. 

Enfado de la empresa 

Por parte de la dirección del grupo, se afirma, sin embargo, que “la última propuesta de la empresa mejoraba la anterior. Era muy interesante”. Sin embargo, no especificaron los términos de esta nueva propuesta. La misma fuente añade que “los sindicatos se negaron a presentar su contraoferta, con lo cual hubo un enorme enfado de la empresa en la reunión de ayer”. 

Consumidos ya la mitad de los días que se habían dado de tregua antes de revitalizar el periodo de consultas del expediente de regulación de empleo, los trabajadores denuncian que no han podido llegar a acuerdos a la hora de elaborar las actas de las reuniones. “La empresa no quiere que se manifiesten sus respuestas de manera literal, reservándose el derecho a omitirlas o clarificarlas según le convenga. Muchas de estas respuestas son de suficiente calado para poder interpretar que el plan de futuro del grupo no tiene solidez y que la empresa desconoce cómo se va a afrontar el día de mañana”. 

En definitiva, los comités se quejan de que la dirección del Grupo Zeta no cumple “ni la buena fe negociadora ni la obligatoriedad de rebajar el personal afectado”. A partir de hoy, se celebrarán asambleas en todos los centros de trabajo para estudiar el tema y proponer un calendario de movilizaciones que no descarta la convocatoria de otra huelga.

El conflicto interno que padece el Grupo Zeta, propiedad de Antonio Asensio Mosbah, se ha recrudecido en los últimos días, tras cinco reuniones en las que empresa y trabajadores no han llegado a ningún acuerdo e incluso han alejado posturas. Los comités de empresa llamaron ayer al director general de Relaciones Laborales de la Generalitat, Salvador Álvarez, para que medie otra vez en el conflicto. Álvarez fue el artífice de la desconvocatoria de la huelga que habían previsto los empleados los días 15 y 16 de enero.