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Génova reconoce que no ha gestionado bien la crisis del PP catalán, pero cree que ha evitado un mal mayor
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Génova reconoce que no ha gestionado bien la crisis del PP catalán, pero cree que ha evitado un mal mayor

Es evidente que no ha salido bien. Aunque ayer fue un día algo más tranquilo en las turbulentas aguas del Congreso del Partido Popular en Cataluña

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Génova reconoce que no ha gestionado bien la crisis del PP catalán, pero cree que ha evitado un mal mayor

Es evidente que no ha salido bien. Aunque ayer fue un día algo más tranquilo en las turbulentas aguas del Congreso del Partido Popular en Cataluña (PPC), sólo alteradas por el empeño de Montserrat Nebrera en hacerse una foto como fuera con Mariano Rajoy, dado que se siente vencedora moral del Congreso, lo cierto es que el partido ha salido dividido y que la nueva presidenta, Alicia Sánchez Camacho, va a tener que lidiar con una fuerte oposición interna.

Rajoy acudió a Barcelona a clausurar el que fue, sin duda, el congreso más difícil de los dos que se celebraban el fin de semana, aunque tanto en el PP de Baleares como en el de Cataluña ha surgido un movimiento importante de contestación al ‘aparato’. En Baleares, el porcentaje de críticos con la nueva dirección que encabeza Rosa Estarás es menor, pero, sin embargo, el líder de la corriente crítica está más asentado, es un hombre de partido: el alcalde de Calviá, Carlos Delgado.

Justo lo contrario de lo que ocurre en Cataluña, donde el porcentaje de ‘cabreados’ con la manera en que Madrid ha tomado parte en sus cuitas es sensiblemente mayor, más del 43% de los votos contra Sánchez Camacho. Sin embargo, Nebrera no es una mujer de partido, por lo que va a tener difícil liderar esa corriente interna, y además esos votos eran prestados y su principal dueño, Daniel Sirera, forma parte de la nueva dirección y no parece que vaya a ejercer el papel de líder de la oposición.

¿Y qué dice Génova? La nueva dirección del PP reconoce, según fuentes de este diario, que no ha gestionado bien la crisis del PP catalán, que no ha tenido tiempo para arreglar los problemas internos del PPC y lograr una candidatura de integración que obtuviera un apoyo más amplio. Pero añaden, sin embargo, que de no haber hecho lo que se ha hecho el daño hubiese sido mayor, porque Sirera habría perdido el congreso y el PP se habría abocado a un proceso de ruptura.

Sirera no hubiera ganado

En Madrid nadie quería que Fernández Díaz ganara el congreso, y mucho menos que lo hiciera Nebrera. Pero el único candidato con que contaba Génova, según estas fuentes, optó por no hacer caso de las recomendaciones de Madrid. Estas fuentes añaden que Sirera no hubiera ganado el congreso y que la prueba de ello es que no contaba con el apoyo de ninguno de los cuatro presidentes provinciales del partido. En esas condiciones, aseguran en Génova, Rajoy no estaba dispuesto a arriesgarse.

Con sólo una semana desde que se cierra el congreso de Valencia y el nuevo equipo de Rajoy se pone en marcha, Génova toma una decisión aconsejada por algunos dirigentes del PP catalán: apostar por Alicia Sánchez Camacho, una mujer que se ha convertido en el ‘alter ego’ de Sirera sin quererlo éste. Senadora por designación ‘digital’ de Madrid –Sirera tuvo que dejar el escaño para que lo ocupara ella después de que Sánchez Camacho no lograra el escaño en el Congreso por Girona e, incluso, perdiera votos-, ha acabado quitándole la presidencia del partido.

Y hoy se sentará en Génova 13 en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional en lugar de su anterior presidente. Sánchez Camacho ya tiene todo lo que quería. Es de esperar que el presidente del partido, Mariano Rajoy, haga una referencia en su discurso a cómo se han cerrado ambos congresos y que, sobre todo, tenga unas palabras de apoyo a su nueva vicesecretaria de Organización, Ana Mato, que fue la destinataria de un abucheo el pasado sábado en el congreso de Barcelona dirigido a Madrid, y que salió de las gargantas de los críticos.

Es evidente que no ha salido bien. Aunque ayer fue un día algo más tranquilo en las turbulentas aguas del Congreso del Partido Popular en Cataluña (PPC), sólo alteradas por el empeño de Montserrat Nebrera en hacerse una foto como fuera con Mariano Rajoy, dado que se siente vencedora moral del Congreso, lo cierto es que el partido ha salido dividido y que la nueva presidenta, Alicia Sánchez Camacho, va a tener que lidiar con una fuerte oposición interna.

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