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Zapatero impidió que Magdalena Álvarez inaugurara el AVE a Barcelona el día de su cumpleaños
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Zapatero impidió que Magdalena Álvarez inaugurara el AVE a Barcelona el día de su cumpleaños

Sin par hasta el final. Desde hace un mes los técnicos del Ministerio de Fomento aseguraban que era posible inaugurar la línea del Tren de Alta

Foto: Zapatero impidió que Magdalena Álvarez inaugurara el AVE a Barcelona el día de su cumpleaños
Zapatero impidió que Magdalena Álvarez inaugurara el AVE a Barcelona el día de su cumpleaños

Sin par hasta el final. Desde hace un mes los técnicos del Ministerio de Fomento aseguraban que era posible inaugurar la línea del Tren de Alta Velocidad Madrid-Barcelona, con un poco más de esfuerzo. Pero la ministra Magdalena Álvarez frenaba esta decisión, mientras los socialistas catalanes sufrían el descrédito social. En los aledaños de La Moncloa llegaban noticias de sus impedimentos, aunque el asombro creció cuando conocieron la fecha que manejaba Maleni para la entrada en funcionamiento del tren, el 15 de febrero. Justo el día de su cumpleaños. José Luis Rodríguez Zapatero se enteró de la jugada y lo impidió. La fecha escogida ha sido el 20 de febrero, dos días antes del inicio de la campaña electoral, con la tradicional pegada de carteles.

Reprobada por el Parlamento de Cataluña, abucheada ayer a su llegada a bordo de un tren en pruebas, Magdalena Álvarez tenía una fijación: quitarse la espina del fracaso de la crisis de los socavones y entrar en Barcelona en un AVE antes de las elecciones. Con una trayectoria política cercana a su última estación, la ministra de Fomento “también quería desquitarse de sus compañeros del PSC, a los que acusa de no haberla apoyado lo suficiente” en esta crisis, reconocen fuentes políticas. Este diario ha intentado conocer la versión de la ministra, sin éxito.

Sea por precaución, sea por desquite, el caso es que los técnicos de Adif informaron hace más de un mes a la ministra de que la inauguración podía ser inminente con un poco más de esfuerzo, pero ella no quiso dar el paso. El tren estaba a las puertas de Barcelona, sólo quedaba tender la electrificación de los últimos 4,3 kilómetros, hasta la estación de Sants. Álvarez les ordenó hacer pruebas hasta ese último tramo, “y no avanzar más”, sostienen en fuentes técnicas. Así lo hicieron.

El frenazo de Álvarez llegó a oídos del presidente quien en octubre tuvo que tomar las riendas de la crisis después de que las obras, y los sucesivos socavones y hundimientos, afectaran a 160.000 usuarios de transporte público. La ministra ya había dejado en mal lugar a Zapatero, porque fue ella la que puso la fecha de la inauguración del AVE a Barcelona el 21 de diciembre, aunque el líder socialista la apoyó después públicamente.

A su vez, los dirigentes del PSC clamaban para que la infraestructura entrara en funcionamiento: estaban situados entre la espada y la pared por su apoyo al Gobierno mientras eran sometidos a fuertes críticas políticas y sociales a escasas semanas de las elecciones. Además, el resto de las líneas se habían inaugurado con premura y no entendían el retraso para el AVE a Barcelona. Cuando por fin llegó a oídos de La Moncloa la fecha que manejaba Fomento, en el entorno de Zapatero descubrieron que coincidía con el cumpleaños de Maleni, quien nació en San Fernando, provincia de Cádiz, un 15 de febrero de 1952.

El presidente puso orden y se negó a aceptar la fecha que pretendía Álvarez. Imaginaba la sorna que surgiría, en la sociedad catalana en especial, al conocer la coincidencia con el cumpleaños de la ministra. ¿Chirigotas en plena campaña electoral?

Álvarez confirmó entonces a Moncloa que el AVE a Barcelona estaría en funcionamiento antes de las elecciones del 9 de marzo, pero poco más. En esos días Zapatero avanzó a la prensa que no habría inauguración alguna de ese servicio por respeto al periodo preelectoral.

Otro gesto de autoridad: Cambió la fecha en el último momento

La ministra mantuvo la incógnita hasta el final. Mientras, el presidente de Cataluña, José Montilla, hacía acopio de paciencia. El pasado 8 de febrero aparecía el primer tren en pruebas en el interior de la estación de Sants, una vez completada la electrificación y la instalación de la catenaria de los últimos 4,3 kilómetros. Fue una llegada casi clandestina.

Sin par hasta el final. Desde hace un mes los técnicos del Ministerio de Fomento aseguraban que era posible inaugurar la línea del Tren de Alta Velocidad Madrid-Barcelona, con un poco más de esfuerzo. Pero la ministra Magdalena Álvarez frenaba esta decisión, mientras los socialistas catalanes sufrían el descrédito social. En los aledaños de La Moncloa llegaban noticias de sus impedimentos, aunque el asombro creció cuando conocieron la fecha que manejaba Maleni para la entrada en funcionamiento del tren, el 15 de febrero. Justo el día de su cumpleaños. José Luis Rodríguez Zapatero se enteró de la jugada y lo impidió. La fecha escogida ha sido el 20 de febrero, dos días antes del inicio de la campaña electoral, con la tradicional pegada de carteles.

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