Fidalgo 'traiciona' a Zapatero: por primera vez participará en un mitin de Izquierda Unida

Es todo un gesto político. Por primera vez, el secretario general del sindicato Comisiones Obreras, José María Fidalgo, intervendrá en un mitin electoral de Izquierda Unida. Su participación será en apoyo de un sindicalista amigo, Joaquín Nieto, el número dos de Gaspar Llamazares en la lista de Madrid.

Fuentes cercanas a Nieto confirman a El Confidencial la participación de Fidalgo en uno de sus mítines, sino que se trata de un compromiso personal que adquirió cuando aceptó formar parte de la lista de IU. Resaltan además que no participa en calidad de secretario de CCOO, ya que esta decisión tendría que aprobarla primero la dirección confederal del sindicato.

La fecha del mitin de Fidalgo aún no está cerrada, aunque se calcula que podría celebrarse el próximo 23 de febrero, o bien hacia el 26 del mismo mes, en plena campaña electoral. Todo depende de la agenda del líder sindical. El lugar que se baraja para el acto es un hotel madrileño.

Nieto es secretario confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de CC.OO. desde 1990. Más allá de la amistad, la trascendencia del acto está clara: Fidalgo apoya otra opción de izquierdas que supere el voto útil que reclama el candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, quien insiste en pedir a los españoles una “mayoría suficiente” para gobernar otros cuatro años.

La participación de Fidalgo sale al paso de diversos rumores lanzados desde sectores del PSOE, que llegaban incluso a sostener que el líder sindical sería candidato del PP en estas elecciones generales. No solamente acalla tales voces, sino que apoya abiertamente a una lista de IU.

Fidalgo y Zapatero mantienen unas relaciones personales frías, hasta el punto que el primero acusó al presidente de “falta de liderazgo” por no haber afrontado reformas en materia de política fiscal y presupuestaria. El dirigente sindical también ha cuestionado en numerosas ocasiones la política antiterrorista del Gobierno y su actitud ante diversas reconversiones industriales.

Recientemente, a mes y medio de las elecciones, cuando la propaganda de La Moncloa repetía lo bien que navegaba el barco de la economía española, el líder de CCOO sentenció: “Los trabajadores estamos en la bodega, somos los remeros y vemos una vía de agua tremenda, con mucha gente al que el agua ya le llega al cuello”.

Al alejamiento entre Fidalgo y Zapatero también contribuyó la decisión del Gobierno de financiar al UGT a cargo de las cuentas públicas. Fue adoptada en 2006 para indemnizar al sindicato socialista a costa del patrimonio histórico incautado durante la dictadura y cuya existencia cuestiona CCOO. En total, el Ejecutivo entregó a UGT el año pasado 149,42 millones de euros y 26 inmuebles.

La participación de Fidalgo en un mitin de IU evoca la época de Marcelino Camacho en la transición, cuando intervenía en los actos del Partido Comunista de España (PCE) como líder de Comisiones Obreras y candidato a diputado.