...Y el cuñado de Rajoy abrió la caja de los truenos

La investigación iniciada por el Parlamento de Galicia sobre el desfase presupuestario en la Ciudad de la Cultura, un faraónico proyecto en construcción desde hace ocho años en Santiago de Compostela, amenaza con no dejar títere con cabeza en el panorama político gallego. Las graves irregularidades que cometió la administración Fraga en la gestión de este enorme complejo arquitectónico –desveladas por un informe del Consejo de Cuentas- han dado alas a las críticas del actual Gobierno bipartito contra los populares. Y en medio de la refriega política, socialistas y nacionalistas se han cebado con Manuel Fernández Balboa, hermano de la esposa de Mariano Rajoy, elegido por el gabinete de Manuel Fraga en 2001 para ocupar el cargo de director financiero en la Fundación Ciudad de la Cultura. Aseguran que su parentesco con el líder del PP fue la llave de su nombramiento.

Lo cierto es que una licenciatura en Empresariales, un máster MBA, una beca en Caixa Pontevedra y un año de experiencia en la gestión de residuos urbanos fueron suficientes para que la Xunta encomendase a un joven de 29 años la dirección económica del proyecto. Según el diario La Voz de Galicia, Fernández Balboa envió su solicitud cuatro días después de que la Consellería de Cultura iniciase los trámites para cubrir el puesto y cuando aún no había información pública sobre la plaza.

Durante su reciente comparecencia ante la comisión de investigación sobre las actuaciones públicas en la Ciudad de la Cultura, los grupos del PSdeG y BNG preguntaron al ex director financiero si su relación “político-familiar” con el presidente del PP le benefició para acceder al cargo. “No comento como entré, sólo como salí”, matizó Fernández Balboa, antes de afirmar que renunció a su “puesto político” cuando se produjo el cambio de gobierno en la Xunta y señalar que el informe del Consejo de Cuentas “no es excesivamente duro, más bien todo lo contrario”.

Respuesta demoledora

La respuesta del Partido Popular gallego no se hizo esperar. Su presidente, Alberto Núñez Feijóo, consideró “sorprendente” que los portavoces del PSdeG y BNG hablasen de “parentesco” en la elección de cargos directivos de la Ciudad de la Cultura, aunque no concretó a quién se refería. Días después, el secretario general de los populares gallegos, Alfonso Rueda, hizo pública una lista con una docena de nombres de “familiares y amigos” de miembros de la Xunta (ver documento) o altos responsables políticos del bipartito que, según el PP, habrían sido beneficiados. “Aquí se practica la colocación de familiares y amigos (…) Esta es sólo la superficie de una lista mucho más larga y oculta”, advirtió.

Uno de los casos más sonados es el de Paulino Martínez Portela, marido de la conselleira de Educación Laura Sánchez Piñón, que recibió del Gobierno de la Xunta tres ayudas para la investigación por un total de 618.000 euros, 408.000 de ellos firmados directamente por su mujer. Asimismo, Piñón firmó dos ayudas de investigación a la esposa de José Ramón Leis, director general de Ordenación y Calidad del sistema universitario gallego, por un importe de 244.000 euros.