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‘Cambio radical’ en Baleares
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‘Cambio radical’ en Baleares

Baleares vive un cambio radical que ríanse ustedes del programa de Teresa Viejo. El Govern del Pacte de Progrés II de Francesc Xisco Antich ha llegado

Baleares vive un cambio radical que ríanse ustedes del programa de Teresa Viejo. El Govern del Pacte de Progrés II de Francesc Xisco Antich ha llegado con ganas de cambiarlo todo… todo lo que huela a PP y a la obra de Matas. Se trata de distanciarse con hechos, pero sobre todo con gestos, de la etapa anterior. Ahora está prohibido hablar en castellano, se ha ‘purgado’ la televisión pública para adaptarla al gusto de los nuevos gobernantes, se critica la presencia de los Reyes e incluso Antich se ha quitado la barba.

De esta transformación ‘radical’ que vive Baleares, el castellano está resultando ser una de las principales víctimas. Como muestra, un botón: Antich nombró como consellera de Trabajo y Formación y portavoz del Govern a Margarita Nájera, ex alcaldesa socialista de Calvià y una de las candidatas de Cristina Narbona a tener una Secretaría de Estado en el Ministerio de Ambiente, aspiración que quedó truncada por estar imputada en varios asuntos judiciales.

Nájera, de generosa sonrisa y buenas formas, lleva más de 20 años en Mallorca, pero es de origen vasco y, aunque asegura dominar el catalán, se siente más cómoda hablando en castellano que en la lengua vernácula. Así las cosas, los independentistas y los socios de Govern (PSM y ERC) montaron en cólera cuando la escucharon hablar en castellano. Fue tal la presión recibida que la portavoz se ha achantado (el Estatut balear declara que el archipiélago es bilingüe y ambas lenguas son oficiales) y ha prometido que a partir de ahora se dirigirá en catalán, aunque ya ha avisado: “Pronuncio el mallorquín como si fuera valenciano”.

Por si esto fuera poco, la alcaldesa socialista de Palma, Aina Calvo, acaba de abolir la modalidad del castellano en los Premios Ciudad de Palma, que en la etapa de la alcaldesa popular Catalina Cirer, se convocaron tanto en castellano como en catalán. Otra vez el fantasma de la lengua perseguida, la minoritaria, y la que habla la mayoría de la población (casi el 50% de los residentes tiene el castellano como lingua franca).

Tras el cambio de gobierno, el Hospital de Son Espases (Ver El Confidencial), una de las grandes polémicas del verano de las Islas, también se ha quedado en el aire. Aún no se sabe qué pasará con un proyecto tan emblemático como imprescindible para los ciudadanos.

La situación de la televisión autonómica es igualmente digna de mención. IB3, cuyos primeros informativos se remontan a mayo de 2005, ha cambiado de director general. La ex número uno de la tele balear, María Umbert, ex jefa de gabinete de Jaume Matas, ha dejado su cargo para dirigir la Comunicación de Sol Meliá.

Al frente de IB3 el Pacte ha colocado a Toni Martorell, también ex jefe de Gabinete, pero esta vez de Maria Antònia Munar (flamante presidenta del Parlament). Martorell ha ordenado una purga mediática en toda regla y ya no queda ningún responsable de la etapa Matas. Incluso ha cambiado al Matías Prats de IB3, Jordi Calleja, al frente al informativo del mediodía, dándole una patada hacia arriba y nombrándolo director de Deportes. Baleares, como se ve, no es una excepción al control político de la TV.

Críticas a la presencia real

Otros cambios que explican la transformación de Baleares en el mes que lleva gobernando el Pacte han sido las declaraciones de ERC contra la presencia de los Reyes en el Palacio de Marivent o la paralización del proyecto de construcción de 200 viviendas de lujo a José Luis Núñez, ex presidente del FC Barcelona, en la fachada marítima de Palma (Ver El Confidencial).

Mientras, en Ibiza, Xico Tarrés, ex alcalde de Vila (la denominación popular de la ciudad) y ahora presidente del Consell Insular de Ibiza, ha prometido que no habrá más autopistas en la Isla azotada por el hundimiento del buque Don Pedro. La Conselleria de Turismo ha impulsado una promoción turística de baja intensidad para demostrar que las playas afectadas por el vertido están más limpias que antes.

Los Matutes también están sufriendo con este cambio político. Estela Matutes, ex consellera de Vías y Obras de Ibiza, hija del ex ministro de Asuntos Exteriores, uno de los empresarios más poderosos de las Islas, ha visto cómo la Fiscalía de Medio Ambiente de Baleares ha presentado una denuncia contra el Plan Territorial de Ibiza y Formentera, por indicios de delito en su redacción y aprobación. La denuncia argumenta “presuntos delitos de tráfico de influencias, prevaricación, actividades prohibidas a autoridades y contra la ordenación del territorio en la elaboración y aprobación del Plan Territorial”.

Sin abandonar la isla pitiusa, la Dirección Insular de la Administración del Estado en Ibiza ordenó el cierre de la discoteca ibicenca Amnesia por “tolerar el consumo o venta de droga en el interior de los establecimientos”. Además, no le quedó más remedio que pagar una multa de 6.000 euros.

Baleares vive un cambio radical que ríanse ustedes del programa de Teresa Viejo. El Govern del Pacte de Progrés II de Francesc Xisco Antich ha llegado con ganas de cambiarlo todo… todo lo que huela a PP y a la obra de Matas. Se trata de distanciarse con hechos, pero sobre todo con gestos, de la etapa anterior. Ahora está prohibido hablar en castellano, se ha ‘purgado’ la televisión pública para adaptarla al gusto de los nuevos gobernantes, se critica la presencia de los Reyes e incluso Antich se ha quitado la barba.

De esta transformación ‘radical’ que vive Baleares, el castellano está resultando ser una de las principales víctimas. Como muestra, un botón: Antich nombró como consellera de Trabajo y Formación y portavoz del Govern a Margarita Nájera, ex alcaldesa socialista de Calvià y una de las candidatas de Cristina Narbona a tener una Secretaría de Estado en el Ministerio de Ambiente, aspiración que quedó truncada por estar imputada en varios asuntos judiciales.