Fallece Gabriel Cisneros, vicepresidente tercero del Congreso y padre de la Constitución

El vicepresidente tercero del Congreso, diputado del PP y padre de la Constitución Gabriel Cisneros falleció la pasada madrugada a los 66 años informaron a Efe fuentes del Grupo Parlamentario

Cisneros, aquejado de una larga enfermedad -la última, un cáncer de páncreas-, acudió por última vez a la Cámara Baja el pasado 14 de junio, con motivo del solemne acto que presidieron los Reyes para conmemorar el XXX aniversario de las primeras elecciones generales de 1977. Previamente, en noviembre de 2006, sufrió un infarto cerebral en el Congreso de los Diputados.

El fallecimiento se produjo la pasada noche en Murcia, donde el político pasaba la última etapa de su enfermedad en compañía de su hija, precisaron las fuentes.

Cisneros, nacido en Tarazona (Zaragoza), el 14 de agosto de 1940, es uno de los principales autores de la demolición del franquismo, la Transición y el nacimiento de la democracia en España. Doctor en Derecho y licenciado en Ciencias Políticas y Periodismo, fue uno de los siete miembros de la ponencia que elaboró la Constitución de 1978, así como del Estatuto de autonomía para el País Vasco, el de Gernika, de 1979, entre los principales textos fundacionales del vigente sistema democrático.

Integrante de los jóvenes reformistas de la etapa de Franco, Cisneros es el autor, en 1974, del famoso discurso del presidente Carlos Arias Navarro que se denominó 'espíritu del 12 de febrero' un fracasado intento de aperturismo político con un nuevo estatuto para el asociacionismo y preludio de los decisivos pasos posteriores hacia la Transición.

Otegi, vinculado con su secuestro

Fue diputado por UCD desde 1978 hasta 1982 y ocupó el cargo de secretario general de Relaciones con las Cortes. En 1979, un comando de la banda terrorista ETA lo intentó secuestrar y asesinar en Madrid pero logró huir, a pesar de que recibió un balazo en estómago. Siempre señaló entre sus secuestradores a Arnaldo Otegi, dirigente de la ilegal Batasuna, quien fue absuelto por falta de pruebas. Otegi participó después en el secuestro de Luis Abaitua -por el que cumplió seis años de cárcel-, entre otros atentados contra empresarios que se negaban a pagar la extorsión terrorista y que recibían tiros en las piernas.

El vicepresidente del Congreso era un conocedor del historial criminal de Otegi, de ahí que en los últimos tres años mostrara su malestar porque José Luis Rodríguez Zapatero hablara del dirigente de Batasuna como "hombre de paz" o que este último se presentara como autor de la auténtica transición española.

A pesar del atentado, Cisneros siguió adelante en la política hasta las elecciones generales de 1986. Abandonó temporalmente la actividad pública pero, en 1988, se reincorporó en las filas del Partido Liberal y un año después defendió la integración de esta formación en el Partido Popular. Desde 1990 forma parte de la Ejecutiva del PP y fue reelegido diputado en las elecciones de 1993, 1996, 2000 y 2004.

Formó parte de la Comisión redactora del proyecto de Declaración de los Derechos Humanos de la Unión Europea.

La capilla ardiente se instará en el Congreso

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha lamentado el fallecimiento del político, del que ha destacado su valía y su aportación esencial para la democracia española. La Constitución de 1978 sigue vigente y "Gabriel Cisneros sigue, por tanto, con nosotros", ha destacado el líder popular mientras abogaba por recuperar el espíritu de la Transición.