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Crisis en el Ejército: el Gobierno relevará parte de la cúpula militar por la crisis de Líbano
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Crisis en el Ejército: el Gobierno relevará parte de la cúpula militar por la crisis de Líbano

La crisis en el Estado Mayor de la Defensa por la falta de condiciones de seguridad de los cascos azules españoles en Líbano está servida. Tal

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Crisis en el Ejército: el Gobierno relevará parte de la cúpula militar por la crisis de Líbano

La crisis en el Estado Mayor de la Defensa por la falta de condiciones de seguridad de los cascos azules españoles en Líbano está servida. Tal es así que fuentes socialistas relacionadas con el Ministerio de Defensa han señalado a este diario que en fechas próximas habrá relevos en la cadena de mando militar. Estas fuentes admiten “fallos muy graves” antes y después del atentado que el domingo costó la vida a los seis soldados españoles y aunque no coinciden con la apreciación del líder de la oposición, Mariano Rajoy, de que “esto es un escándalo”, son partidarias de que “cada palo aguante su vela”.

Desde el entorno del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y de los ministros de Defensa, José Antonio Alonso, y de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, coinciden en afirmar que los informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de los servicios amigos del Mossad detectaron hace un mes la amenaza real de atentados con coches-bomba contra el contingente español en el sur de Líbano. “La cadena de información fue correcta”, asegura la persona que se ocupa en La Moncloa de recibir los informes de los servicios de inteligencia para el presidente Zapatero.

Si la amenaza era real no se explica por qué los mandos militares no adoptaron las precauciones necesarias y dotaron de inhibidores a los vehículos de los cascos azules españoles. En este eslabón de responsabilidad se sitúan el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general de Ejército Félix Sanz; el jefe del Estado Mayor del Ejército, Carlos Villar, y el mando de apoyo logístico del Ejército. La responsabilidad también toca de cerca al jefe de operaciones, teniente general Bernardo Álvarez del Manzano.

El JEMAD ha tratado de ponerse a cubierto asegurando que los servicios de información de la ONU en Líbano y los agentes del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) no consideraron “significativo” el riesgo de atentados con coches-bomba, aunque sí habían previsto “ataques suicidas”. Su explicación omite toda referencia a los informes del CNI y del Mossad que manejaba el Gobierno y se justifica con el hecho de que los 70 inhibidores de frecuencias adquiridos por el Ejército a la semana del comienzo de la misión en Líbano y que fueron suministrados en mayor pasado se destinaron a los vehículos en Afganistán.

Imprudencia y riesgo para los aliados

La cadena de despropósitos ha proseguido después del atentado, cuando, para justificar la falta de condiciones de seguridad y cubrir la responsabilidad del ministro Alonso, el JEMAD ha desvelado que los contingentes francés, belga, irlandés, finlandés, portugués, indio, nepalí, indonesio e italiano tampoco llevan inhibidores en sus vehículos, “según las comunicaciones recibidas al respecto”.

“Esa información crea riesgos a los aliados y nunca debió ser desvelada”, reconocen un dirigente socialista que se ocupa de los temas de Defensa. Pero, además, el Gobierno italiano reaccionó ayer a las indiscreciones de Defensa asegurando que sus vehículos en Líbano llevan inhibidores de frecuencia desde el primer día.

Entre tanto, el presidente Zapatero, que ha recibido garantías personales del primer ministro libanés de perseguir a los culpables de la matanza y se ha comprometido a mantener la misión, quiere que sean los ministros de Defensa y Exteriores los encargados de gestionar la crisis y de ofrecer todas las explicaciones posibles a la oposición. Alonso comparecerá el lunes en la comisión correspondiente y ha prometido explicar paso a paso el asunto de la compra e instalación de los inhibidores.

La crisis en el Estado Mayor de la Defensa por la falta de condiciones de seguridad de los cascos azules españoles en Líbano está servida. Tal es así que fuentes socialistas relacionadas con el Ministerio de Defensa han señalado a este diario que en fechas próximas habrá relevos en la cadena de mando militar. Estas fuentes admiten “fallos muy graves” antes y después del atentado que el domingo costó la vida a los seis soldados españoles y aunque no coinciden con la apreciación del líder de la oposición, Mariano Rajoy, de que “esto es un escándalo”, son partidarias de que “cada palo aguante su vela”.

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