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Miguel Sanz se reunió ayer con el ‘hotelero’ Antonio Catalán, amigo íntimo y ‘mensajero’ oficioso de Zapatero
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Miguel Sanz se reunió ayer con el ‘hotelero’ Antonio Catalán, amigo íntimo y ‘mensajero’ oficioso de Zapatero

Si alguien vive en vilo estos días ése es el presidente en funciones de Navarra, Miguel Sanz. Pendiente de que los socialistas resuelvan su dilema para

Foto: Miguel Sanz se reunió ayer con el ‘hotelero’ Antonio Catalán, amigo íntimo y ‘mensajero’ oficioso de Zapatero
Miguel Sanz se reunió ayer con el ‘hotelero’ Antonio Catalán, amigo íntimo y ‘mensajero’ oficioso de Zapatero

Si alguien vive en vilo estos días ése es el presidente en funciones de Navarra, Miguel Sanz. Pendiente de que los socialistas resuelvan su dilema para el gobierno foral, ayer se desplazó a Madrid para comer con un íntimo amigo. Se trata del empresario Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles, quien ha actuado en otras ocasiones de ‘mensajero’ oficioso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La cita fue en el hotel Santo Mauro, uno de los lugares preferidos por el mundillo madrileño para conspirar debido a su discreta ubicación y a su discreta terraza. A ambos les une una gran amistad, al igual que a sus hijos respectivos, pero se da la circunstancia de que el empresario es, a su vez, amigo de Zapatero y confidente de ambos políticos.

Catalán es señalado como el empresario que reveló al navarro una confidencia de calado: que Zapatero se mostraba dispuesto a que el PSN se abstuviera en la reelección de Sanz como presidente de Navarra, en lugar de formar gobierno con Nafarroa-Bai y con Izquierda Unida, según fuentes políticas. En marzo pasado también le transmitió la indignación presidencial a la manifestación montada por UPN y el PP contra la supuesta entrega de Navarra al País Vasco durante las negociaciones con la banda terrorista ETA: Zapatero estaba indignado y quería “acabar con él”, indican las mismas fuentes.

La confidencia de Catalán provocó que Sanz se mostrara muy seguro de su reelección, pero los ulteriores pasos de los socialistas navarros revelaron otras intenciones: formar un gobierno alternativo de progreso. En vista del cariz que tomaba la situación, Sanz se mostró dispuesto la semana pasada a renunciar a la presidencia si con ello se favorecía un Ejecutivo de UPN, al transmitir a la sociedad ese cambio de formas de actuar y de gobernar que demanda el líder socialista navarro, Fernando Puras, como adelantó El Confidencial. El PSN agradeció el gesto, pero respondió que la cuestión no residía en las personas, sino en los proyectos.

Así las cosas, no ha trascendido el contenido de la conversación mantenida ayer entre Sanz y Catalán, aunque es de prever que abordaran la trepidante situación por la que atraviesa el primero. Porque en el PSOE hay división respecto a la solución navarra. El secretario de Organización, José Blanco, el siempre presente Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, y el barón castellanomanchego José María Barreda creen que los ciudadanos les harán pagar en las elecciones generales un pacto en Navarra con los nacionalistas. Y defienden dejar que UPN y CDN formen gobierno, para, tras los comicios, presentar una moción de censura. Esta visión fue aceptada inicialmente por Zapatero en una reunión en Moncloa revelada por este diario.

El partido, a favor del Gobierno de progreso

Sin embargo, buena parte del partido está a favor de que se forme un gobierno de progreso en Navarra. De entrada, la gran mayoría de los socialistas de la comunidad foral, que teme que, si no lo hacen, los electores opten en el futuro por Na-Bai si quieren desbancar a UPN del poder, que controla desde hace dieciséis años.

En la sede del PSN reciben además estos días correos de militantes del País Vasco, animándoles a aliarse con los nacionalistas e IU. Fuentes socialistas sostienen que se trata de diferencias “de matices” y que la decisión es que apoyarán lo que decidan los compañeros de Navarra.

Si alguien vive en vilo estos días ése es el presidente en funciones de Navarra, Miguel Sanz. Pendiente de que los socialistas resuelvan su dilema para el gobierno foral, ayer se desplazó a Madrid para comer con un íntimo amigo. Se trata del empresario Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles, quien ha actuado en otras ocasiones de ‘mensajero’ oficioso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.