La Legión pone punto final a su misión humanitaria en la República del Congo

Los 130 legionarios españoles enviados a la República Democrática del Congo el verano pasado como parte de la misión de la Unión Europea para proteger las primeras elecciones democráticas tras la guerra que asoló el país y dejó un saldo de tres millones y medio de muertos, han puesto fin a su misión y regresarán a España a mediados de diciembre.

Desde su campamento en tiendas de tela en las cercanías de Kinshasa, los soldados españoles “han trabajado con tenacidad de picapedreros”, dice un capitán de la compañía, han realizado 412 patrullas diurnas y nocturnas, distribuido más de 5.000 raciones de campaña, miles de litros de leche, de agua, más de 10.000 lotes de medicamentos a centros regentados por misioneros españoles y, sobre todo, han salvado la vida de los embajadores y funcionarios de la ONU que el 21 de agosto se hallaban reunidos en la residencia del candidato presidencial Jean-Pierre Bemba y se vieron cercados por elementos armados de las facciones en lucha.

A pesar de contar con un elevado presupuesto -19 millones de euros-, el mando de la misión reconoce que han tenido muchas dificultades con las empresas locales para lograr que les proporcionaran los suministros necesarios. Aunque su regreso desde el aeródromo de Ndoro, donde han estado acampados, se había programado para finales de octubre, sólo cuando los principales contrincantes electorales Joseph Kabila y el vicepresidente Bemba han aceptado los resultados de la segunda vuelta de los comicios, el Ministerio de Defensa ha dado por finalizada la misión. La plaga del sida que azota a este país riquísimo en minerales estratégicos, “no ha afectado a nuestros soldados”, aseguran los medios militares consultados.