OHL pierde un contrato de 1.500 millones en Rusia al no tener financiación
La compañía de Villar Mir ha renunciado voluntariamente a la obra, la mayor adjudicación de su historia, por la falta de financiación debido a los problemas políticos de Moscú
La que en su día fue la adjudicación más grande de la historia de OHL se ha convertido en una pesadilla. La compañía controlada por la familia Villar Mir ha renunciado a la construcción de un tren que iba a unir la República Checa y Rusia, un proyecto valorado en 1.442,3 millones de euros y para el que la empresa no ha conseguido la financiación que esperaba. Un dinero que, en principio, debían haber aportado los dos países del este de Europa.
El grupo admite en las cuentas correspondientes a 2014 que “ha dado de baja de la cartera a corto de construcción la correspondiente al Proyecto Ural Polar (Rusia)”, un contrato que ganó en 2010 y cuyo desarrollo debía haber comenzado hace algo más de dos años. La baja se produce, según la misma documentación, por “la solicitud formal voluntaria al cliente –el Gobierno de Vladimir Putin- de extinción del contrato al no haber sido posible obtener por su parte, tal y como estaba previsto en los acuerdos, financiación para el 100% del proyecto”.
La construcción de los 390 kilómetros de vía que iban a ser desarrollados por OHL ZS tenía supuestamente el compromiso del Banco de Exportaciones de República Checa, que iba a aportar 800 millones de euros. El resto lo prestaban entidades como Unicredit, que tiene una gran presencia en Rusia, ING y la aseguradora checa EGAP. Las obras deberían comenzar en 2012, pero el dinero, derivado de los problemas financieros del banco italiano y de la inestabilidad política de Moscú, no ha llegado,
La decisión de OHL de abandonar las obras antes incluso de empezarlas es un golpe duro para la compañía y para la Marca España, que ya ha tenido que lidiar con casos similares, como el Canal de Panamá y elAVE entreMedina y La Meca, en Arabía Saudí. Esta obra también está en manos de OHL, mientras que la vía acuaría entre el Pacífico y el Atlántico corre a cargo de Sacyr.
Además, es otro agujero para el grupo de Villar Mir, que ha tenido que provisionar 300 millones en sus cuentas de 2014 por proyectos no cobrados. Entre otros destacan varias obras en Argelia y un hospital en Qatar valorado en 500 millones. Por si fuera poco, la sociedad se enfrenta a un problema técnico grave en el tranvía submarino que une las dos zonas de Estambul bajo el mar del Bósforo.
OHL tenía gran expectativas en Rusia. De hecho, el contrato del Ural Polar anunciado en 2010 fue el de mayor volumen conseguido a lo largo de su historia. La firma pública Ferrocarriles de Jamal, participada por Ferrocarriles de Rusia, Gazprom y Corporación Urales Polares, le confió el proyecto de 390 kilómetros de vía férrea entre Obskaja y Nadym, en el céntrico distrito de Yamalia. El presupuesto de la obra, de especial trascendencia para el tráfico de materias primas y fuertemente demandada por grupos industriales como Gazprom, Rosneft, Sibur o Lukoil, era de 1.500 millones de euros.
Malos resultados
OHL obtuvo un beneficio neto atribuible de 23,2 millones de euros en 2014, lo que supone una reducción del 91,4% respecto al ejercicio precedente, afectado por las dotaciones realizadas en el negocio constructor, la reestructuración de la participación en Abertis y el impacto de la reforma energética, según informó la compañía.
El grupo ha realizado un saneamiento extraordinario de 301 millones para ajustar a su valor recuperable las cuentas pendientes de cobro del área de construcción. Además, contabilizó varios deterioros por un total de 30 millones, de los que 20,1 millones derivan del impacto de la reforma energética en un proyecto solar.
OHL no pudo compensar estos impactos extraordinarios con la plusvalía de 214 millones contabilizada al vender un 5% del 18% que controla en Abertis a otra compañía del Grupo Villar Mir. En caso de descontar estos impactos extraordinarios, la reducción del resultado del grupo que controla y preside Juan Miguel Villar Mir se limita al 48,2%.
En 2014, la cifra de negocio de OHL creció un 6%, hasta sumar 3.730 millones de euros, impulsada por el negocio internacional, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 1.078,4 millones de euros, un 11,1% menos.
La que en su día fue la adjudicación más grande de la historia de OHL se ha convertido en una pesadilla. La compañía controlada por la familia Villar Mir ha renunciado a la construcción de un tren que iba a unir la República Checa y Rusia, un proyecto valorado en 1.442,3 millones de euros y para el que la empresa no ha conseguido la financiación que esperaba. Un dinero que, en principio, debían haber aportado los dos países del este de Europa.