Bancaja y CAM invitan a la familia Roig a entrar en su negocio de sanidad privada

Está encima de la mesa. RiberaSalud, el negocio de sanidad privada impulsado por las cajas de ahorros valencianas, tiene en vilo a los principales inversores privados que operan en el mercado. De entre todos, Bancaja y CAM han invitado al fondo de capital riesgo (Atitlán), participado por la familia Roig (Mercadona), para tomar una participación minoritaria de la compañía, que controlan al 50% entre las dos entidades.

Según fuentes del mercado, el fondo de capital riesgo lleva varios meses negociando la posible entrada en Ribera Salud, uno de los principales operadores de gestión sanitaria, “líder en el sector de las concesiones administrativas sanitarias en España”. Mediante alianzas público-privadas, la compañía comparte la propiedad de seis hospitales en alianza con aseguradoras (Sanitas, Adeslas, DKV y Asisa), constructoras y promotoras.

Hasta la fecha, Ribera Salud tiene presencia en los hospitales valencianos de Alzira, Torrevieja, Denia, Manises y Elche, además de contar con una participación en Erescanner Salud, sociedad que lleva elservicio de resonancias magnéticas. Fuera de su comunidad, la compañía tiene intereses en el hospital madrileño de Torrejón y en la sociedad BR Salud, que gestiona el servicio del Laboratorio Central deSan Sebastián de los Reyes.

Aunque el interés por Ribera Salud pueda coincidir con la necesidad de vender, o de no invertir más, por parte de sus accionistas (CAM y Bancaja), lo cierto es que el sector de la sanidad privada se ha demostrado como uno de los más activos. La compra de Teknon por parte de Magnum Partners o la de Capio por la de CVC demuestran cómo los principalesfondos de inversión apuestan por un proceso de concentración en el sector.

Mientras tanto, el fondo de capital riesgo participado por la familia Roig se ha descubierto como uno de los inversores más dinámicos del mercado. En 2010, Atitlán compró junto a Sovena, el productor luso de aceite de oliva e interproveedor de Mercadona, los activos olivareros de Sos Cuétara en Portugal, una extensión de 5.000 hectáreas de cultivo de olivar conocidas como Proyecto Tierra por las que pagaron casi 100 millones de euros.

Más recientemente, Atitlán Capital hizo su primera incursión en el sector inmobiliario. De la mano de Drago Capital, propietario de las sedes corporativas de Prisa y de la red de oficinas del Santander, el fondo valenciano coinvirtió en la compra de un lote de ocho oficinas de Bankia por 22 millones de euros. Como en otras ocasiones, se trata de una más de las operaciones de sale & lease back que se han cerrado el mercado inmobiliario.

Dada la holgada situación financiera del fundador de Mercadona, que este año ganó casi 400 millones de euros, cualquier operación que se mueve en suelo valenciano ha pasado antes por las manos de Atitlán. Así ha ocurrido con la gestión del Circuito de Cheste y de la prueba de Fórmula 1 que se celebra en Valencia, mandato para el que la Generalitat, que es quien paga el canon a Bernie Ecclestone, ha pensado en el empresario de moda del país.