Hay quinielas por ver quién sustituirá a Pedro Meroño al frente de la CNE. Alberto Lafuente se ha caído de la lista de candidatos tras convertirse en consejero

La expectación es máxima. El ministro de Industria, José Montilla, guarda bajo siete llaves el nombre del que será el nuevo presidente de la Comisión Nacional de la Energía. Uno de los candidatos, o el candidato, que se postulaba para este puesto, Alberto Lafuente, concejal de Economía en el Ayuntamiento socialista de Zaragoza, se ha caído de la lista de presidenciables.

Tras meses de especulaciones, el que fuera último secretario de Estado de la Energía con Juan Manuel Eguiagaray como ministro de Industria (1993-96) tiene nuevo destino. Lafuente ha abandonado su cargo como responsable de Economía y Hacienda del consistorio maño para convertirse en consejero delegado de la sociedad pública Sistemas Técnicos de Loterías del Estado, como recogía ayer el Heraldo de Aragón.

La devoción de Montilla por la discreción ha jugado una mala pasada al publicitado Lafuente. “Su aparición como candidato le ha hecho un flaco favor”, aseguran fuentes ministeriales. “En realidad, nunca llegó a estar en ninguna lista”. La noticia causó ayer cierto estupor en el seno de la propia CNE, donde desde hace meses se hacen quinielas sobre quién será el sustituto del saliente Pedro Meroño.

Catedrático de Economía por la Universidad de Zaragoza, Lafuente es uno de los muchos economistas que colaboraron en la confección del programa electoral del PSOE cara a las últimas generales. Sin embargo, sus posibilidades parecen ya nulas. “Su nuevo puesto no es compatible con la presidencia de la CNE, el cargo requiere plena dedicación”, explican desde el organismo regulador.

El otro de los aspirantes a la presidencia es Xavier Vives, profesor de la prestigiosa escuela de negocios INSEAD, experto en regulación energética y hombre muy vinculado al conseller de Economía y Finanzas de la Generalitat, Antoni Castells, y más aún al propio Pasqual Maragall. Aunque con la baja de Lafuente sus posibilidades suben enteros, la condición de catalán de Vives hace que Montilla dude sobre la conveniencia de su nombramiento.

“El ministro ha pedido distintas opiniones a gente de su confianza”, explica una persona próxima al político catalán. “El problema de Vives es que, aunque reúne sobradamente el perfil técnico, el hecho de ser un hombre vinculado al aparato del PSC puede resultar un lastre demasiado pesado y Montilla no quiere forzar”. De hecho, después del traslado de la CMT a Barcelona, en Industria abogan por no tensar más el debate sobre lo catalán.

Además del presidente de la CNE, cuya nueva identidad anunciará Montilla el próximo día 17 de mayo en su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso, están pendientes de renovación otros cuatro consejeros. Se trata de los catalanes Jordi Dolader y Sebastiá Ruscadella, el popular Carlos Duato y el socialista Jaime González, que serán sustituidos por personas de perfil técnico, pero próximas al Gobierno.

Estos cambios, junto a la publicación del Libro Blanco de la Energía, encargado al profesor Ignacio López Arriaga, supondrán el pistoletazo de salida para la puesta en marcha de nuevos movimientos corporativos en el sector energético, como interpretan los distintos agentes y compañías. “El relevo de Meroño, en tanto en cuanto significa el cambio de control de la CNE, abre nuevas posibilidades”.