Rajoy aborta el plan de Aguirre para que el 'aguirrismo' se quede con el PP de Madrid

Esperanza Aguirre deja la presidencia del Partido Popular de Madrid, pero no está dispuesta a hacerlo a cualquier precio. La máxima dirigente del partido en Madrid quiere convocar un congresoextraordinario “lo antes posible” para refundar la formación y recuperar “la ilusión” del votante. Además, quiere hacerlo instaurando el sistema de “un militante, un voto” –primarias–para elegir al nuevo líder. El anunció pilló por sorpresa a Mariano Rajoy, que había dado la orden de que los congresos regionales se retrasan hasta después del nacional; y sentó como un jarro de agua fría a Cristina Cifuentes, la sucesora natural en la Presidencia del partido que aún depende de Ciudadanos para ser presidenta de la Comunidad de Madrid.

Acabar con el dedo divino que la designó a ella misma candidata del PP a la Alcaldía de Madrid hace tan sólo tres meses se interpreta desde el sector más crítico con la presidenta como un intento de “lanzar una candidatura paralela a la de Cristina Cifuentes” y controlar el partido una vez que Aguirre se haya ido. A nadie le pasó desapercibido que Ignacio González reapareciera precisamente ayer, "cuando lleva sin venir al comité regional tres meses”. Indignadocon Rajoy por no designarlo candidato a la Presidencia de la Comunidad, el secretario general del PP de Madrid “podría ser perfectamente la persona que Aguirre apadrine para sucederla”, creen las mismas fuentes.

Los candidatos de Aguirre

La sombra que persigue a Ignacio González es tan alargada que algunos ven en esta quiniela a otros pesos pesados del aguirrismo en Madrid como Íñigo Henríquez de Luna, número dos del PP en el Ayuntamiento de la capital y exportavoz del Grupo Popular con González; el exconsejero Borja Sarasola,y hasta al alcalde de Boadilla del Monte, Antonio González Terol. “Aguirre da un paso atrás, sí, pero para coger impulso y relanzar a la persona que ella elija”, teme el sector del PP de Madrid que pedía a gritos a Aguirre que abandonara la presidencia.

La cúpula nacional mostró una vez más su malestar con Aguirre y le recuerda que Rajoy ya abortó la intención del presidente balear, José Ramón Bauzá, de convocar un cónclave este verano. No obstante, a la vueltade las vacaciones el PP comenzará la precampaña electoral de cara a las generales. Con Aguirre ya de salida, Génova pedirá a la aún lideresaque “un equipo de transición” pilote el partido hasta que se elija al próximo presidente.

Poner una gestora que controle el partido y echar a la presidenta de malas maneras a cinco meses de las elecciones es una variable que no se contempla en la dirección nacional. "Ella acabó consigo misma el 24-M, y no queremos una guerra más". Sin embargo, descartan que sea la expresidenta de la Comunidad la que se encargue de dirigir la campaña electoral para salvar los muebles de cara a las generales. "Necesitamos a alguien que tutele el partido, que se ocupe de este período de transición mientrasse va y llega su sucesor".

Primarias para que voten todos los militantes

Para conseguir restar poder a una candidatura futura de Cifuentes, la única opción que tiene el núcleo duro de Aguirre es abrir un proceso de primarias para que voten los 100.000 militantes de Madrid, “imposibles de controlar”. En un congreso extraordinario, el partido nombra un número determinado de compromisarios y son estos los que eligen al presidente. “Cifuentes, ya coronada como presidenta, y con un congreso dentro de un año, tiene la suficiente fuerza como para ganarse el voto de la mayoría de los compromisarios. Pero controlar a los cien mil militantes es muchísimo más complicado”, reconocen fuentes internas del PP de Madrid. Las miradas apuntan también hacia el 10 o 12% de votos que procede de Nuevas Generaciones de Madrid, "un coto que ahora está totalmente acaparado por Aguirre".