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Guindos será vicepresidente del BCE: "Dimitiré como ministro en días"
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Guindos será vicepresidente del BCE: "Dimitiré como ministro en días"

El gobernador del Banco de Irlanda da un paso atrás. El ministro de Economía será el próximo vicepresidente del Banco Central Europeo y tendrá un sueldo de 334.080 euros brutos

Foto: El ministro de Economía, Luis de Guindos. (EFE)
El ministro de Economía, Luis de Guindos. (EFE)

Luis de Guindos ya se ve en Fráncfort. Después de agradecer el respaldo de sus colegas del Eurogrupo para ocupar la vicepresidencia del BCE a partir de mayo, ha anunciado que sus días como ministro de Economía están contados. "Presentaré mi dimisión en los próximos días", ha explicado De Guindos. Esperará a volver a Madrid, para reunirse en persona con Mariano Rajoy, pero no aguantará mucho más. "Es cosa de días", ha insistido. De Guindos, que participará mañana en el Ecofin, su última reunión en Bruselas como ministro, en la que se volverá a confirmar su elección. Salvo catástrofe, la decisión quedará ya solo pendiente de ser respaldada por los líderes europeos, dentro de un mes.

Además de repartir agradecimientos, De Guindos ha rememorado sus mejores y peores momentos, en los seis años en que ha pilotado el barco de la economía española a través de la crisis económica. Situaciones difíciles ha habido, y muchas, pero recuerda con especial dolor aquel Eurogrupo "muy complicado" de marzo de 2012. El entonces presidente del foro, Jean-Claude Juncker, fue inmortalizado mientras le echaba —literalmente— las manos al cuello. No era el ministro el que se ahogaba, sino España, que meses después tuvo que recurrir a un rescate financiero para evitar que el estallido de la burbuja y el agujero negro del sector bancario engulleran toda la economía.

De Guindos: "Dejaré de ser ministro en los próximos días"

¿Y cuál ha sido su mejor momento? Precisamente cuando España abandonó, a principios de 2014, el programa financiero. De Guindos, como ministro, ha vivido también algunos de los peores momentos de la eurozona. El rescate de Chipre que casi acaba en desastre, la amenaza de ruptura del euro, el tercer hundimiento de una Grecia que parecía no tocar fondo... También ha asistido a la construcción de la inconclusa Unión Bancaria, ha protagonizado la primera 'no-multa' de la historia europea por incumplir el déficit y ha visto cómo los mecanismos europeos para lidiar con bancos problemáticos se estrenaban con el Popular. Si algo puede aportar al BCE De Guindos, es una tremenda experiencia. Pero el ministro no se engaña: "Personalmente es un desafío, lo afronto con humildad", ha dicho.

El ministro español ha sido elegido por consenso y sin oponentes, después de que el irlandés Philip Lane haya retirado su candidatura. Lane representa otro estilo —más técnico, con un currículo brillante—, pero De Guindos tenía la 'realpolitik' de su lado. Dice el ministro que su elección no va de la mano de ninguna otra condición. Se refiere, de manera velada, al 'pacto de caballeros' por el que España recupera un sitio en el Consejo de Gobierno del BCE y facilita la llegada del alemán Jens Weidmann a la dirección del banco. Si se cambia a Mario Draghi por un halcón germano, ¿será De Guindos la paloma que le haga de contrapeso? El ministro no se moja. "No me considero ni halcón ni paloma, solo un pragmático", dice. También ha defendido su perfil independiente este ministro cercano, pero nunca afiliado, del PP.

Unanimidad en la eurozona a favor de Guindos

“El Eurogrupo ha dado hoy su apoyo a la candidatura de Luis de Guindos”, ha anunciado el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno. El cargo aún tiene que ser confirmado oficialmente, pero solo una catástrofe impediría que De Guindos se convierta en el sucesor de Vítor Constancio el próximo mes de mayo. De Guindos no ha participado en la que será la última reunión del Eurogrupo a la que podría acudir en calidad de ministro español, ya que ha optado por permanecer fuera de la sala. Su lugar lo ha ocupado su mano derecha, la secretaria general del Tesoro, Emma Navarro, quien ha presenciado cómo la eurozona se decantaba por unanimidad a favor de su jefe.

Foto: El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici. (EFE)

“Creo que Luis de Guindos hará un trabajo excelente como vicepresidente. Sus calificaciones y experiencia como ministro de Finanzas le preparan muy bien para el trabajo”, ha asegurado el ministro irlandés. Con la maniobra, Dublín ha logrado hacer visible a Lane de cara a las plazas que de aquí a 2019 se van a liberar en el BCE.

Un salario de 334.080 euros

El puesto de vicepresidente del BCE, al que ya solo opta Luis de Guindos, está dotado con un salario base bruto de 334.080 euros, al que se suman complementos por representación, residencia, educación o hijos, en función de las circunstancias personales de quien ocupe el cargo.

Según el último informe de cuentas anuales publicado por el Banco Central Europeo (BCE), referente al ejercicio de 2016, el vicepresidente es el segundo directivo mejor remunerado de la entidad, solo por detrás del presidente, que dispone de un salario base de 389.760 euros. Los otros cuatro miembros del Comité Ejecutivo —el órgano que se encarga de la gestión del banco y pone en práctica las decisiones del Consejo de Gobierno, que incluye a los gobernadores de los bancos centrales nacionales— percibieron ese año un salario base de 277.896 euros. Todos los miembros del Comité Ejecutivo tienen derecho a complementos salariales por representación y residencia, salvo el presidente, que dispone de una vivienda oficial propiedad del banco.

Luis de Guindos ya se ve en Fráncfort. Después de agradecer el respaldo de sus colegas del Eurogrupo para ocupar la vicepresidencia del BCE a partir de mayo, ha anunciado que sus días como ministro de Economía están contados. "Presentaré mi dimisión en los próximos días", ha explicado De Guindos. Esperará a volver a Madrid, para reunirse en persona con Mariano Rajoy, pero no aguantará mucho más. "Es cosa de días", ha insistido. De Guindos, que participará mañana en el Ecofin, su última reunión en Bruselas como ministro, en la que se volverá a confirmar su elección. Salvo catástrofe, la decisión quedará ya solo pendiente de ser respaldada por los líderes europeos, dentro de un mes.

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