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La Caixa ficha a Jaume Masana, el defenestrado consejero delegado de CatalunyaBanc
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TODÓ PELEA POR SU PENSIÓN DE CAIXA MANRESA

La Caixa ficha a Jaume Masana, el defenestrado consejero delegado de CatalunyaBanc

El defenestrado consejero delegado de CatalunyaBanc, Jaume Masana, ya tiene nuevo destino, CaixaBank, aunque su nuevo puesto estará muy por debajo del número dos que ocupaba en la

Foto: La Caixa ficha a Jaume Masana, el defenestrado consejero delegado de CatalunyaBanc
La Caixa ficha a Jaume Masana, el defenestrado consejero delegado de CatalunyaBanc

El defenestrado consejero delegado de CatalunyaBanc, Jaume Masana, ya tiene nuevo destino, CaixaBank, aunque su nuevo puesto estará muy por debajo del número dos que ocupaba en la fusión de las cajas públicas catalanas. De hecho, se incorporará como simple director de una nueva dirección territorial de Cataluña (salvo Barcelona) con sólo 500 oficinas bajo su mando, según fuentes del sector. Tanto Masana como el presidente de CatalunyaBanc, Adolf Todó, se vieron privados de la pensión a la que tenían derecho al ser destituidos, pero las fuentes consultadas aseguran que este último está intentando salvar la parte que le correspondería de su etapa en Caixa Manresa, unos 2,5 millones de euros.

Según las fuentes, el banco controlado por La Caixa desdoblará su actual dirección de Cataluña en dos. Por un lado, está la que ocupará Masana, que comprenderá las provincias de Gerona, Tarragona y Lérida, así como las comarcas barcelonesas de Osona y Bages, cuya capital es Manresa, precisamente la ciudad en cuya caja inició su carrera Masana. Allí llegó a director general, hasta que Todó se lo llevó a Caixa Catalunya para pilotar la fusión de ambas entidades y Caixa Tarragona para formar CatalunyaCaixa, que posteriormente transfirió su negocio financiero al banco CatalunyaBanc.

Por otro lado, CaixaBank crea la dirección territorial Barcelona, que estará bajo el mando de Jordi Nicolau, un hombre de la casa que hasta ahora dirigía la única dirección territorial de Cataluña que existía.

De esta forma, encuentra cobijo uno de los ejecutivos de cajas de ahorros que peor parado había salido de la reestructuración del sector. Tanto Todó como Masana habían cifrado sus esperanzas en la venta de CatalunyaBanc, ya que esperaban pactar con el comprador una incorporación a su organigrama (como hizo La Caixa con los copresidentes de Banca Cívica, Enrique Goñi y Antonio Pulido) o una salida con una jugosa indemnización. Sin embargo, Economía suspendió la subasta de la entidad en marzo ya que ninguna oferta le permitía recuperar ni siquiera una pequeña parte de los 9.000 millones del rescate europeo inyectados a la entidad.

 

Agravio comparativo

Ante la dificultad para gestionar la enorme banca pública que ha resultado de dicho rescate de las entidades insolventes, y ante las críticas del famoso informe de McKinsey por no haber inyectado más dinero para vender la entidad, el Gobierno se replanteó su táctica. Pero, como paso previo a un nuevo intento de venta que necesitará entre 2.000 y 3.000 millones más, decidió destituir a Todó y Masana. Además, lo hizo sin consultar a la Generalitat, lo que sentó muy mal en el Gobierno de Artur Mas.

De hecho, en Cataluña se considera un agravio comparativo con Bankia -cuya venta no se contempla a corto plazo- y, sobre todo, con NovaGalicia, donde Jaime Castellano César González-Bueno siguen en sus puestos pese a encontrarse en una situación similar a la entidad catalana y a que también debe ser vendida. La interpretación generalizada es que este 'trato de favor' obedece a la protección del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo, que está decidido a salvar la independencia y galleguidad de la entidad a toda costa.

Todó lucha por salvar parte de la pensión

Y lo más grave para los dos ejecutivos: el departamento de Luis de Guindos les ha negado la pensión que tenían firmada, de 4 millones de euros en el caso de Todó y de 1,5 en el de Masana. No es el primer caso en que se produce esa negativa, ya que también se fueron de vacío los altos cargos de Bankia destituidos con su nacionalización, empezando por el propio Rodrigo Rato (presidente), siguiendo por José Manuel Fernández Norniella (vicepresidente) Ildefonso Sánchez-Barcoj (director general financiero y de riesgos), pese a que este último luchó durante meses para salvar su pensión a través de la fundación de la antigua Caja Madrid.

Según las fuentes consultadas, Todó tampoco se va a quedar de brazos cruzados ante la decisión de Economía. Está dispuesto a renunciar a la parte que corresponde a su etapa al frente de Caixa Catalunya (desde 2008), pero no a los derechos generados en los 15 años que estuvo al frente de Caixa Manresa, pues entiende que ya están consolidados y son intocables. Esta parte supone unos 2,5 millones, según las fuentes. En principio, Masana iba a acompañarle en esta reclamación, pero es posible que renuncie a ello tras su incorporación a La Caixa.

El defenestrado consejero delegado de CatalunyaBanc, Jaume Masana, ya tiene nuevo destino, CaixaBank, aunque su nuevo puesto estará muy por debajo del número dos que ocupaba en la fusión de las cajas públicas catalanas. De hecho, se incorporará como simple director de una nueva dirección territorial de Cataluña (salvo Barcelona) con sólo 500 oficinas bajo su mando, según fuentes del sector. Tanto Masana como el presidente de CatalunyaBanc, Adolf Todó, se vieron privados de la pensión a la que tenían derecho al ser destituidos, pero las fuentes consultadas aseguran que este último está intentando salvar la parte que le correspondería de su etapa en Caixa Manresa, unos 2,5 millones de euros.