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Regreso al pasado: Berlusconi amenaza con reactivar la crisis del euro
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UNAS NUEVAS ELECCIONES, EL PEOR ESCENARIO

Regreso al pasado: Berlusconi amenaza con reactivar la crisis del euro

Italia se ha convertido en un incómodo rompecabezas que amenaza con desestabilizar a los mercados de todo el mundo. ¿Les suena? Bien podría ser una reminiscencia

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Regreso al pasado: Berlusconi amenaza con reactivar la crisis del euro

Italia se ha convertido en un incómodo rompecabezas que amenaza con desestabilizar a los mercados de todo el mundo. ¿Les suena? Bien podría ser una reminiscencia de finales de 2011 con Silvio Berlusconi abocado a dejar el poder, a causa de la presión asfixiante de los mercados. El auge del Popolo della Libertá (PDL), el partido de Berlusconi, y su fortaleza en el Senado ha ajustado al máximo el reparto de poder en la cámara con el Partido Democráta (PD) de Pierluigi Bersani. Con la formación liderada por Mario Monti denostada con un mísero 9% de los votos y el movimiento antipolítico liderado por el cómico Beppe Grillo con una cuarta parte de las papeletas, los cálculos no pueden ser más complejos para determinar cuál será el futuro político de una Italia a la que desde muchos ámbitos se la califica como ingobernable. Así las cosas, a falta de contabilizar los últimos votos y con una diferencia mínima entre las dos fuerzas políticas en el Senado, se abren tres posibles opciones: la de volver a convocar unos nuevos comicios en un plazo que iría de cuatro a seis meses; la de elegir un nuevo líder tecnócrata que tomara las riendas del país, tal y como hizo Monti en noviembre de 2011, una opción más improbable ante la previsible oposición del PD y PDL o, la más difícil todavía, que propiciaría que Grillo apoyara algunas de las propuestas de un Gobierno liderado por Bersani.

Con todo ello, ni los propios analistas consiguen calibrar hasta dónde puede llegar la reacción de los mercados. La opción de tener que volver a celebrar unas elecciones dentro de cuatro a seis meses era una de las peores opciones que barajaban los expertos. “Retrasar unos comicios es sinónimo de incertidumbre y las incertidumbres se traducen habitualmente en caídas en las bolsas”, apunta Soledad Pellón, analista de IG. Más todavía, en caso de tener que repetirse el proceso electoral, coincidiría prácticamente con las elecciones federales alemanas, previstas para el domingo 22 de septiembre, abriendo un nuevo episodio de difícil digestión a pie de parqué. Por el momento, el miedo ha quedado plasmado al cierre de la jornada de ayer en Wall Street, donde los índices registraron su peor sesión desde mediados de noviembre, mientras los futuros del Ibex se dejaban más de un 2% a medianoche y el euro se cambiaba en su cruce con el dólar a 1,3059.

“Cualquier representación de Berlusconi lo suficientemente alta para evitar una victoria de Bersani o una coalición Bersani-Monti va a ser valorada muy negativamente por los mercados, por lo que veremos desplomes en bolsa y repunte de la prima de riesgo italiana que, a su vez, contagiaría a la española”, añade Pellón. En concreto, los expertos sitúan el rango en el que se movería el selectivo español en una horquilla a corto plazo entre los 8.000 y los 7.600 puntos, de confirmarse la reacción más pesimista de los mercados.

En este escenario, la prima de riesgo es otro de los indicadores clave que generan una profunda incertidumbre entre los analistas, si bien la opinión unánime es que hay que diferenciar lo que pasará entre el diferencial transalpino y el español. “El primero se va a crispar, necesariamente, mientras que, en el caso del segundo, esperamos un repunte pero que no tendría por qué ser demasiado agresivo, apunta Daniel Álvarez desde XTB Trading. Desde Renta 4 precisan que “no sería extraño volver a ver la prima de riesgo en el entorno de los 400 puntos en los próximos días”.

De la euforia al miedo en apenas diez minutos

La euforia se desataba en las bolsas con un alza en el Mib del 3,5% al que le seguía el Ibex 35 con un repunte del 2,5%. La prima española caía hasta el nivel de los 335 puntos y el bono español volvía a estar por debajo del 5%. Dos horas después la realidad caía por su propio peso. Apenas diez minutos bastaron para transformar las subidas del selectivo italiano en un retroceso de medio punto hasta acabar cerrando con subidas de menos de un 1% para los índices español e italiano.

El 'fiscal cliff' vuelve a escena

En cualquier caso, el resultado de los comicios italianos no ha hecho más que dar paso a un nuevo escollo en el camino al que los mercados apenas han prestado atención: el techo de deuda estadounidense. Dos meses han pasado desde que demócratas y republicanos dieran una patada hacia adelante con el llamado ‘fiscal cliff’. Sobre la mesa queda pendiente la negociación de aspectos clave como la reducción del gasto público y la deuda con fecha tope 1 de marzo. En caso de que ambos partidos no se pongan de acuerdo para llevar a cabo una reducción, el recorte ascenderá hasta 85.000 millones de dólares (un 0,8% del PIB).

Por otra parte, la corrección que ha tenido lugar en los índices europeos no se ha visto replicada de la misma forma desde Estados Unidos. Esto abocaría a los índices del otro lado del Atlántico a una más que probable corrección, ante los evidentes signos de sobrecompra. En caso de que dicho ajuste se viese agravado por las incertidumbres, el movimiento acabaría pasando factura en los índices europeos.

Italia se ha convertido en un incómodo rompecabezas que amenaza con desestabilizar a los mercados de todo el mundo. ¿Les suena? Bien podría ser una reminiscencia de finales de 2011 con Silvio Berlusconi abocado a dejar el poder, a causa de la presión asfixiante de los mercados. El auge del Popolo della Libertá (PDL), el partido de Berlusconi, y su fortaleza en el Senado ha ajustado al máximo el reparto de poder en la cámara con el Partido Democráta (PD) de Pierluigi Bersani. Con la formación liderada por Mario Monti denostada con un mísero 9% de los votos y el movimiento antipolítico liderado por el cómico Beppe Grillo con una cuarta parte de las papeletas, los cálculos no pueden ser más complejos para determinar cuál será el futuro político de una Italia a la que desde muchos ámbitos se la califica como ingobernable. Así las cosas, a falta de contabilizar los últimos votos y con una diferencia mínima entre las dos fuerzas políticas en el Senado, se abren tres posibles opciones: la de volver a convocar unos nuevos comicios en un plazo que iría de cuatro a seis meses; la de elegir un nuevo líder tecnócrata que tomara las riendas del país, tal y como hizo Monti en noviembre de 2011, una opción más improbable ante la previsible oposición del PD y PDL o, la más difícil todavía, que propiciaría que Grillo apoyara algunas de las propuestas de un Gobierno liderado por Bersani.

Silvio Berlusconi