Sarkozy y Merkel proponen que los Estados incluyan un límite de déficit en sus constituciones

La esperadísima reunión de Nicolas Sarkozy y Angela Merkel se ha saldado con una serie de propuestas que pretenden defender el euro y sus países miembros de los ataques de los mercados. Las más destacadas son la instauración de "un verdadero gobierno económico" en la zona euro, constituido por un consejo de jefes de Estado y de Gobierno, la inclusión en las constituciones de los países miembros de un límite del déficit y la introducción de una tasa a las transacciones bancarias en septiembre.

No obstante, no han anunciado ninguna medida para resolver el problema de fondo: las dificultades de los países periféricos para hacer frente a los excesos de déficit y de deuda pública. La idea del lanzamiento de los eurobonos no ha sido tratada en la reunión, tal como habían anunciado los Gobiernos de Francia y Alemania.

La introducción en las constituciones nacionales de "un objetivo para regresar al equilibrio presupuestario" debería implantarse en el verano de 2012 pese a que los diferentes sistemas políticos y parlamentarios. En España, por ejemplo, haría falta una mayoría parlamentaria de dos tercios para aprobar esta reforma.

Por otro lado, los dos mandatarios han acordado proponer a sus socios el establecimiento de una gobernanza común para la zona euro que comprendería la elección por un periodo de dos años y medio de un presidente de la eurozona. Este cargo en un primer momento reposaría sobre Herman Van Rompuy, actual presidente del Consejo Europeo. Este consejo se reuniría dos veces al año.

Dentro de esa gobernanza común, el presidente galo anunció en la rueda de prensa posterior al encuentro de ambos líderes en El Elíseo que Francia y Alemania pretenden aplicar a partir de 2013 un impuesto de sociedades común, como demostración de la "convergencia franco-alemana".

Finalmente, han anunciado su intención de introducir una especie de 'tasa Tobin' a las transacciones financieras a partir de septiembre. Esta es una de las posibilidades para la aplicación de un impuesto a la banca que anunció Bruselas el año pasado pero que posteriormente fue rechazado. No obstante, la vicepresidenta española, Elena Salgado, aseguró entonces que España adoptaría esta medida de cualquier forma.

Tal y como se había adelantado, ambos líderes indicaron que durante esta cumbre no se había planteado la cuestión de los 'eurobonos', sobre los que el presidente francés sugirió que "pueden suponer la culminación de la integración", pero no resultan interesantes al principio de la misma. Merkel ha añadido que "Europa no ha utilizado todavía su último recurso y no creemos que podamos resolver el problema con una solución mágica".

"Si tienen una moneda única tienen que mejorar la convergencia, lo piden los mercados", ha advertido Merkel, quien cree que estas medidas mejorarían la competitividad europea. La canciller reconoce que la crisis ha sido muy violenta pero que muchos países avanzados "habían contraído una gran deuda antes de su estallido".

En este sentido, ambos mandatarios han aplaudido los ajustes emprendidos por Italia y España para reducir sus desequilibrios. Asimismo, consideran "suficiente" la dotación actual del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), capaz de inyectar hasta 440.000 millones de euros.