Cuando los 'ladrillos' dominaban la telefonía

¿Está usted pendiente del lanzamiento del iPhone 5? Si es así puede que esté a punto de perder el tren de la moda. Justo en el momento en el que los smartphones arrasan en el mercado y más se resiente el tiempo medio de vida de un teléfono móvil, los viejos ladrillos vuelven a escena rescatados por las últimas tendencias. Y es que, aunque parezca mentira, ya son un objeto de culto de los fanáticos de lo retro.

Este valor añadido que han adquirido estas víctimas de la llamada obsolescencia programada ha sabido ser visto por una pequeña start-up francesa que está sacando a la venta aquellos aparatos de pantalla líquida cuyas únicas prestaciones eran simplemente la llamada y el mensaje de texto. Lëkki ha hecho un pequeño lavado de cara al exterior del aparato, pero ha mantenido su estructura tal cual salió a la venta.

La empresa, cuyo lema es “Back to basics” (“Regreso a los básicos”), ha sacado a la venta a través de la Red aparatos como el Nokia 3210, el 8210, el Motorola V3690 o la estrella de la colección, el modelo StarTAC. Sus características técnicas se mantienen intactas, incluso en aspectos como los videojuegos, donde no se podrá disfrutar de Angry Birds sino que habrá que recurrir al más austero juego de la serpiente.

A pesar de ser antigüedades recientes el precio ya es alto a la hora de adquirir una terminal. Mientras que un Motorola StarTAC agraciado con el nuevo y llamativo verde alcanza los 150 euros, si queremos su carcasa original su precio se disparará hasta los 220 euros.

“Lëkki fue creada en 2010. Su lanzamiento tuvo lugar en el Salón del Vintage de París”, explica a El Confidencial Maxime Chanson, confundadora de la marca. “La idea nace asociada al vintage y al desarrollo sostenible”, añade, y es que “la actividad de Lëkki consiste en recuperar los modelos más icónicos de los años 90 y darles una segunda vida”.

Lëkki, que tiene previsto comerciar con más productos vintage, se dedica a recuperar móviles antiguos resucitándoles con una nueva batería y arreglando los desperfectos que pueda tener. “Somos la única empresa en el mercado de móviles vintage adaptados”, agrega Chanson, quien asegura que Lëkki no cuenta con ningún tipo de asociación con las compañías Motorola o Nokia.

Por una segunda vida

Esta iniciativa supone un contrapunto a los últimos estudios que situaban la vida media de un móvil en 15 meses en el caso de Europa, y en 18 y 9, en Estados Unidos y Japón, respectivamente. Lo que supone que cada año se fabriquen en el mundo unos 1.200 millones de móviles.

“Para reforzar nuestro compromiso eco-friendly, donamos una parte de nuestros beneficios a la fundación ActionCarbone que tiene como objetivo reducir emisiones de CO2 en la atmósfera”, añade Chanson.

Para contrarrestar las emisiones de CO2 que se dan en la fabricación de un móvil se necesitan al menos siete años, por lo que la compañía justifica dar una mayor vida de los teléfonos para reducir su impacto en el medio ambiente. Los móviles recuperados por Lëkki llevan una nueva batería universal y no una original, ya que ya no se fabrican.

Con respecto a la posibilidad de renovar el corazón del móvil y adaptarlo a las nuevas tecnologías, la empresa es tajante: “Nuestro lema es Back to basics y deseamos quedarnos en las funciones tradicionales de los teléfonos originales”.