La detención de Strauss-Kahn descabeza al FMI en la recta final de las reformas financieras

A perro flaco todo son pulgas. ¿Qué probabilidades había hace unos años de que Grecia se encontrara al borde de la quiebra y una de las personas que tenían que facilitar una solución fuera detenida y acusada de presuntos delitos sexuales? Giorgos Papandreu, primer ministro heleno, debe estar pensando en estos momentos que la vida le está jugando una broma macabra.

El arresto del director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn no podía haber llegado en peor momento. Ayer era interceptado por la policía de Estados Unidos en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy cuando se disponía a volar a Francia, después de que una camarera del hotel en el que se había alojado en Manhattan le acusara de una presunta violación.

Y es que los hechos se han producido justo un día antes de que Grecia se dispusiera a pedir un aumento en su rescate de 110.000 millones de euros a la Comisión Europea y al Fondo Monetario Internacional. Desde la institución internacional, que se ha puesto a dirigir el número dos John Lipsky hasta que se aclare todo este asunto, aseguran que se encuentran “totalmente operativos” pero lo cierto es que hoy el ambiente en la reunión de los ministros de finanzas en Bruselas va a estar, cuando menos, enrarecido.

Miedo a un vacío de poder

Y es que a la peculiaridad de la situcación se le suma el hecho de que Lipsky tenía pensado abandonar la institucíón al término de su mandado en agosto, según anunció la semana pasada, con lo que desde la cúpula del FMI temen que se produzca un posible vacío de poder en pleno proceso de crisis en la zona euro y con la ingente tarea de ayudar a encauzar la economía mundial, explicaban desde Reuters fuentes de la institución. 

En la medida en que Lipsky ha sido nombrado director en funciones durante la ausencia de Strauss-Kahn “la interrupción de sus políticas es probable que sea modesta”, han asegurado desde el departamento de análisis de Barclays. “Sin embargo, esto se suma a los riesgos que han en la zona euro a corto plazo, justo en un momento difícil dada la continua incertidumbre de la periferia por la sostenibilidad de la deuda soberana”, han asegurado.

El caso es que con el euro en su nivel más bajo desde marzo después de que Alemania pusiera pegas a la ampliación de las ayudas a Grecia, el reto es que “ahora sin Strauss-Kahn el FMI siga apoyando a Europa”, ha explicado esta mañana en una entrevista en Bloomberg Televisión Eswar Prasad, investigador senior de la Brookings Institution.

Preocupación en los mercados

Los bonos griegos han reaccionado con fuertes caídas que han lanzado la rentabilidad de la deuda a diez años 15 puntos básicos hasta el 15,59%, mientras que la deuda con vencimiento a dos años ha visto como su rentabilidad se ha disparado hasta el 25%.

Esta tarde, Papandreu presentará un paquete de recorte de gastos que podría alcanzar los 76.000 millones de euros mientras que la posibilidad de una reestructuración de su deuda continúa siendo tabú en tanto que son los bancos alemanes y franceses los mayores tenedores de bonos griegos.

En la reunión de esta tarde entre los ministros de finanzas europeos será Nemat Shanfik, número tres del FMI, quién ocupe el sillón que estaba reservado para Strauss-Kahn. Una reunión en la que no sólo Grecia se encuentra en el punto del día. También en la agenda se encuentra la aprobación de la ayuda de 78.000 millones de dólares para Portugal y el nombramiento del gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, como sustituto de Jean Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo.