Trichet rechaza la subida de tipos pese a la inflación y el euro se hunde

La tensión en la eurozona se puede cortar con un cuchillo. Hoy había reunión del Banco Central Europeo y todas las miradas han estado puestas en Fráncfort. Una vez más, el regulador monetario ha decidido mantener los tipos de interés en el 1%, a pesar de que hace tres semanas, su presidente, Jean Claude Trichet dejara la puerta abierta a subidas por el aumento de las presiones inflacionistas.

No ha sido así y eso que el IPC de la zona euro subió hasta el 2,4% en enero, su nivel más alto en dos años frente al objetivo del BCE situado en el 2%. Ante esta situación, la decisión de dejar fijos los tipos ha caído como un jarro de agua fría en los mercados. El euro, que ayer se movía en el nivel de los 1,39 dólares se ha hundido por debajo de los 1,37 dólares y su gráfico muestra un salto abrupto justo a las 14 horas, cuando se ha hecho público el comunicado del regulador monetario.

Durante su comparecencia, Trichet ha insistido una vez más en que los tipos de interés se encuentran en el nivel correcto, situados en sus mínimos históricos en el 1%. Aunque ha repetido discurso y una vez más ha asegurado que las presiones inflacionistas a medio plazo continúan "firmemente ancladas" y que "la actual tasa todavía se mantiene apropiada", lo cierto es que ha reconocido que "existen evidencias de presiones a corto plazo sobre los precios", como consecuencia de el aumento de los precios del petróleo y las materias primas.

Y es que en los últimos días, como consecuencia de la crisis política de Egipto, los precios del crudo se han disparado hasta el nivel de los 100 dólares el barril y los de la mayor parte de las materias primas por el miedo a cortes de suministro por el Canal de Suez, que une oriente próximo con Europa. Hoy el Brent cotiza en Londres en los 102 dólares.