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Los trabajadores de Fiat aceptan la merma de sus derechos laborales por salvar sus empleos
  1. Economía
EL RESULTADO DEL REFERÉNDUM HA SIDO DECISIVO PARA LA SUPERVIVVENCIA DE LA PLANTA DE TURÍN

Los trabajadores de Fiat aceptan la merma de sus derechos laborales por salvar sus empleos

Tras varios días de intensas protestas entre empleados y empresa, los trabajadores de la planta de Mirafiori de la compañía transalpina, ubicada en Turín (Italia), aprobó este viernes en referéndum

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Los trabajadores de Fiat aceptan la merma de sus derechos laborales por salvar sus empleos

Tras varios días de intensas protestas entre empleados y empresa, los trabajadores de la planta de Mirafiori de la compañía transalpina, ubicada en Turín (Italia), aprobó este viernes en referéndum el plan de futuro para la fábrica acordado el pasado diciembre entre la mayor parte de sindicatos y la dirección de la compañía.  Según la comisión electoral, el´"sí" se impuso por una ajustada mayoría, con 2.735 votos a favor (54,05 por ciento), frente a los 2.325 votos en contra (45,95 por ciento), y con un alto índice de participación (94,2%).

El resultado de esta votación era decisivo para la supervivencia de la planta, ante las sospechas de un posible interés de ir reduciendo la producción en Italia tras la alianza de Fiat con la estadounidense Chrysler.

Fiat, un símbolo de 'Il Bel paese'

Fiat no es sólo una marca de coches, es el símbolo de la industria e incluso de la idiosincrasia empresarial italiana. Esta esencia, que no se ha diluido con la internacionalización de la firma ni con la reciente compra del fabricante estadounidense Chrysler, está presente hasta en su propio nombre, nacido a finales del siglo XIX gracias al acrónimo de Fábrica Italiana de Automóviles de Turín. La sigla hace referencia a las factorías turinesas del Lingotto, cerrada desde hace tres décadas, y a la de Mirafiori, la más histórica de la marca y donde trabajan hoy 5.500 empleados. En sus manos está que Fiat no pierda la “t” final de su nombre. Este viernes, el 96% votó en el referéndum para decidir si aceptan la reforma laboral que ofrece el consejero delegado de la empresa, Sergio Marchionne, a cambio de invertir más de 1.000 millones de euros en la fábrica. Si el plan no era aprobado por al menos la mitad de los trabajadores, Marchionne amenazaba con llevarse la millonaria inversión a otro país y dejar a Turín huérfana de producción automovilística.

Las condiciones que exige Fiat a cambio de garantizar el futuro de Mirafiori suponen una merma de los derechos de los obreros: menos tiempo para las pausas, más mano dura contra el absentismo y turnos de hasta diez horas de trabajo en las cadenas de montaje, donde se repite mecánicamente la misma operación en menos de un minuto. También lo tendrán más difícil los sindicatos, a quienes con el nuevo plan les costará más representar y movilizar a los empleados en caso de una posible huelga. Según la empresa, los cambios permitirán aumentar la productividad de la planta y acercarla a los niveles de otras factorías de Fiat situadas fuera de Italia.

Tras varios días de intensas protestas entre empleados y empresa, los trabajadores de la planta de Mirafiori de la compañía transalpina, ubicada en Turín (Italia), aprobó este viernes en referéndum el plan de futuro para la fábrica acordado el pasado diciembre entre la mayor parte de sindicatos y la dirección de la compañía.  Según la comisión electoral, el´"sí" se impuso por una ajustada mayoría, con 2.735 votos a favor (54,05 por ciento), frente a los 2.325 votos en contra (45,95 por ciento), y con un alto índice de participación (94,2%).