Cantabria, Cataluña y Galicia han primado el factor local en sus concursos eólicos

Galicia ha sido el último caso. El concurso eólico aprobado hace dos semanas en esta comunidad autónoma ha terminado por calentar los ánimos dentro de la familia de las energías renovables. Sobre todo entre los grandes operadores del sector. Iberdrola Renovables, Gamesa, EDP y Acciona han visto cómo sus candidaturas han salido con las manos vacías de un concurso de 2.325 MW, mientras que otros grandes operadores han conseguido una parte ínfima a la que aspiraban, caso de Enel Grenn Power, con un 18% de los 741 MW solicitados.

De entre los grandes, sólo Gas Natural-Fenosa ha salido airosa. La resultante de la fusión entre la gasista catalana y la eléctrica gallega ha logrado 339 MW (nueve por debajo de los solicitados), con un compromiso de inversión de casi 1.200 millones de euros. La eléctrica acudía de la mano de la constructora orensana Copasa, que también ha logrado 177 MW por su propia cuenta a través de Airosa Vento. Casi a la par, con 303 MW, el segundo operador beneficiado por el concurso ha sido la gallega Norvento, asociada con Caixa Galicia.

Entre los 37 adjudicatarios de potencia eólica, la gran mayoría tienen un componente local o de arraigo a Galicia. De hecho, parte de las candidaturas esgrimían proyectos industriales paralelos al margen del propio desarrollo del parque eólico. Es el caso de Puentegasa, sociedad formada por Engasa (conglomerado de pequeños distribuidores y centrales minihidráulicas) y la constructora local Puentes y Calzadas, que además de desarrollar 96 MW asignados incluía crear una empresa de servicios forestales que abasteciera a una planta de biomasa.

Otro de los adjudicatarios de Galicia tiene poco que ver con el mundo de la energía. Cogal, la cooperativa de cunicultores (cría de conejos), ha obtenido los 30 MW a los que optaba, que concentrará en dos parques con tecnología de Vestas. De forma paralela, su plan industrial incluye la construcción de una planta de engorde de conejos y otra de selección, la ampliación de un matadero y la construcción de una planta de biogás. Otra, como Estela Eólica, tercer adjudicatario con 186 MW, es una compañía de reciente constitución vinculada a dirigentes del PP.

A pesar del ánimo conciliador de la nueva administración local, el concurso gallego no ha estado exento de polémica. A las quejas de los grandes operadores excluidos del reparto, situación que ha obligado a Gamesa, por ejemplo, a cerrar de manera parcial una planta de producción en As Somozas, se suman las críticas políticas de la oposición, que ha acusado de prevaricación a la Xunta presidida por Alberto Núñez Feijoo, que anuló el anterior concurso del bipartito compuesto por PSOE-BNG.

Cantabria y Cataluña

Además de Galicia, los otros dos grandes concursos eólicos realizados durante este 2010 han estado al margen de las críticas. En Cantabria, por ejemplo, el reparto de los 1.400 MW en liza dejó otro reguero de comentarios a la actuación del Gobierno autonómico del presidente Miguel Ángel Revilla. El resultado final fue que de los siete consorcios ganadores, cinco de ellos están ligados a la comunidad autónoma, alguno de ellos con socios sin experiencia en el sector de renovables, como la conservera Jealsa Rianxeira, mientras quedaban fuera Acciona, Gas Natural Fenosa o Gamesa. 

El otro gran concurso resuelto recientemente ha sido el de Cataluña, sólo unos días antes de los comicios autonómicos. En su caso, al menos 12 grupos empresariales de los 20 que se presentaron han alegado en contra del resultado final, que ha adjudicado las siete zonas en liza, donde se desarrollarán los 769 MW, a cinco candidaturas -Gas Natural/Alstom, Fersa/Aventalia, FCC, Comsa-Emte y GERR- de compañías que, entre otros puntos en común, tienen sus centros de operaciones (o al menos su domicilio social) en Cataluña.