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La tasa que impondrá el Gobierno a los bancos será complementaria del FGD
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SALDRÁ ADELANTE PESE A LAS PROTESTAS DEL SECTOR

La tasa que impondrá el Gobierno a los bancos será complementaria del FGD

A pesar de las protestas de bancos y cajas -y del propio gobernador del Banco de España-, el Gobierno tiene decidido imponer una nueva tasa al

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La tasa que impondrá el Gobierno a los bancos será complementaria del FGD

A pesar de las protestas de bancos y cajas -y del propio gobernador del Banco de España-, el Gobierno tiene decidido imponer una nueva tasa al sector financiero, según fuentes conocedoras de la situación. Dicha tasa no se solapará con el actual Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), como critica el sector, sino que será complementaria: se utilizará para crear un fondo de reestructuración de entidades europeo (restructuring fund) que evitará el uso de dinero público para rescatar bancos en próximas crisis.

El propio Zapatero confirmó el martes en el Senado su voluntad de imponer este nuevo gravamen: "La tasa bancaria de la UE quiere que las instituciones financieras sean corresponsables de los desequilibrios que puedan ocasionar, singularmente aquellas de mayor tamaño y peso en el conjunto del sistema".

El presidente reconoció que esta tasa tendrá "cierto parecido" con el FGD, pero no entró en mayores detalles. Según las fuentes consultadas, la diferencia es que el nuevo fondo de liqudación de entidades no cubrirá los depósitos de los clientes hasta 100.000 euros como el actual FGD, sino que se ocupará de las inyecciones que necesiten las entidades que se puedan salvar y los gastos de liquidación de aquellas que no: sus deudas con terceros, indemnizaciones a los empleados, etc.

Es decir, se trata de que la próxima crisis bancaria no tenga el tremendo impacto que ha tenido la actual en las cuentas públicas por el rescate masivo de la banca europea.

Frente a las declaraciones de Zapatero, las fuentes consultadas descartan que se imponga una tasa unificada en el nivel europeo, y mucho menos global dentro del G20. El ejemplo británico, que el martes anunció la imposición de una tasa bancaria de forma unilateral, confirma esta imposibilidad. "Será una tasa nacional que impondrá cada país, lo que se va a intentar es que sea armonizada en toda Europa para evitar el dumping fiscal de unos países contra otros".

Por ejemplo, no está claro sobre qué concepto se aplicará la tasa. Hay cuatro posibilidades: los activos, los pasivos (las mejores medidas del riesgo de las entidades derivado de su tamaño), los beneficios o los bonus de sus ejecutivos. Estas dos últimas fórmulas tienen el problema de que supondrían una doble imposición: los beneficios ya están gravados por el Impuesto de Sociedades y los bonus, por el de la Renta.

La tasa de Reino Unido adopta una fórmula un poco más compleja: se aplica sobre los pasivos, pero distingue entre la financiación a corto y a largo plazo, y deja fuera el capital.

Varapalo para los argumentos de la banca

En todo caso, estas intenciones del Gobierno suponen un duro revés para el sector en España. Los argumentos de la oposición de bancos y cajas a la tasa han sido los siguientes. En primer lugar, que no tiene sentido imponer una tasa nueva en un momento de desplome de márgenes y beneficios, y que además ésta se trasladará inevitablemente a los clientes en forma de mayores comisiones o diferenciales.

En segundo lugar, que, si se impone, debe recaer sólo sobre las entidades que han recibido dinero público (aunque en nuestro país el FROB ya tiene una penalización bastante alta en forma de intereses). "No deben pagar los platos rotos los que no han roto ninguno", dijo la semana pasada el presidente de la AEB, Miguel Martín.

Y en tercer lugar, que en España ya existe el FGD para reestructurar entidades. No obstante, la propia necesidad de crear el FROB ya evidencia la insuficiencia del FGD en crisis del calado de la actual y, además, como ya se ha dicho, el nuevo fondo será complementario y no sustitutivo del actual.

A estas quejas hay que sumar una cuarta de la que ha hecho bandera el Santander en los últimos meses: que la tasa -y las nuevas reglas de capital de Basilea- no debe basarse en el tamaño de las entidades sino en su modelo de negocio y el riesgo que éste comporte (mayor en la banca de inversión y menor en la banca minorista de la que presumen las entidades españolas). Pero tanto las declaraciones de Zapatero como la tasa aprobada en Reino Unido dejan claro que el tamaño va a importar mucho en este impuesto.

A pesar de las protestas de bancos y cajas -y del propio gobernador del Banco de España-, el Gobierno tiene decidido imponer una nueva tasa al sector financiero, según fuentes conocedoras de la situación. Dicha tasa no se solapará con el actual Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), como critica el sector, sino que será complementaria: se utilizará para crear un fondo de reestructuración de entidades europeo (restructuring fund) que evitará el uso de dinero público para rescatar bancos en próximas crisis.

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